Demonios. Sí. Raven iba a hacer seguramente lo que él estaba pensando y como que no le gustaba la idea. Así que la agarró de la muñeca fuertemente. Pero unos pasos detrás de él le hicieron mirar por encima del hombro y notar a un guardia que se acercaba hacia ellos- Mierda, deben haber notado algo raro- frunció el ceño.
Por eso a Raven le hubiera gustado haber ido sola, perdía los estribos con Lawson al lado. Pero antes de que pudiera pensar en una solución ya se encontraba nuevamente con la espalda pegada a la pared y su boca llena de la lengua del lobo más grande. Intentó quitárselo de arriba, pero se dio cuenta que el guardia parecía dudoso. Por lo que se mantuvo quieta y dejó que Lawson maniobrara hasta que se percató que el guardia dio media vuelta para volver a su posición. Eso había sido un descuido peligroso. Tenían que tener más cuidado.
Los había confundido con una pareja que tenían una discusión. Esperaba que fuera así. Si eran descubiertos eran carne para gan
Otro lobo pudiera haberse sentido ofendido con aquel insulto más no Lawson. Sus ojos se suavizaron y sonrió reposando su frente contra la de la Comandante.-Me aceptaste como tu perro- dijo orgulloso. Llevaba meses esperando que eso acabara de ocurrirRaven en cambio arrugó su ceño.-Solo te salvas debido a que estamos aquí, sino te hubiera lanzado directo al suelo y quebrados uno de tus brazos- le gruñó con disimulo para no llamar la atención de nuevo.Lawson sonrió más abiertamente son prestarle caso a las amenazas de ella sabiendo que si podían ser verdad.-Acaso no te das cuenta que me he acostumbrado a tu lengua venenosa durante todo este tiempo que llevamos juntos. Ya soy inmune a ti cariño ¿Cómo crees que puedo ser un perro tan fiel?- subió un poco su pierna presionando la entrepierna de Raven ganándose otro gruñido de la menor que se tuvo que llevar una mano a la boca para reprimir el gemido que amenazaba a salir de sus labios - Pero a este perr
Raven había visto que aquel lobo con el diamante se había levantado. Por lo visto ya tenía lo que quería y no parecía tener ganas de participar en la segunda parte de la noche donde la temperatura de la mansión solía subir varios grados más. Eso había que solucionarlo después de todo el éxito de la misión incluía que él se quedara más tiempo.Se recostó a una pared y esperó a que el saliera ajustando su vestido para que su torneada pierna fuera más visible y arqueando la espalda sensualmente. Ella sabía que se veía bien, y que el lobo se había interesado en ella, así que había grandes posibilidades de que se le acercara. Las luces de aquel largo pasillo habían sido apagadas por lo que solo estaba iluminada por el reflejo de la luna que entraba por los grandes vitrales. Tuvo que ajustar su vista al ambiente para no dejar pasar ningún detalles, después de todo, un paso en falso y todo se iría por la borda. Y no tenía intenciones de poner la misión en riesgo.No pasó
Raven sentía como sus manos sudaban con cada paso que daba bajando los escalones en aquel lugar lleno de luces rojas. La respiración era dolorosa dentro de su pecho y las náuseas apenas era contenibles debido a la mano que manoseaba sin reparo sus nalgas intentando estrujarlas como si fueran pelotas de goma. Aquel lobo no se contenía antes de llegar al destino. Casi quería follársela ahí mismo.Maldito, le quebraría cada uno de sus huesos de su cuerpo, sobre todos los de sus manos para que estas no fueran funcionales de nuevo y se arrepintiera de tocarla. Asco. Era la única palabra que cruzaba por su mente.Era increíble como el toque de este lobo se sentía tan diferente el del alfa y ahora del de Lawson. Quizás porque el primero era quien la había salvado, protegido y cuidado, y el segundo… bueno el segundo era su mate. Naturalmente no habría rechazo por parte de su cuerpo y tal vez, solo tal vez algo más.Pero todo era por la misión, la misión era lo
El olor a sangre pronto invadió aquella estancia opacando por completo el del incienso. Y los sentidos de Raven se activaron nuevamente y el entumecimiento de su cuerpo casi se esfumó por arte de magia, dado que estaba más relacionada con esta fragancia que aquella dulce y desagradable. Al menos la sangre que estaba en su boca y en su rostro la mantendría por bastante tiempo despierta.-¿Pero qué demonios?- el que sostenía a Raven iba a quitársela de arriba y arrojarla lejos con miedo de ser también mordido, pero el cabello de su nuca fue sujetado y recibió un fuerte golpe de frente con frente. Maldijo y también gritó aturdido por el impacto y la conmoción en su cabeza.Unos brazos lo rodearon desde atrás sujetando sus muñecas y tiraron de él hasta que cayó al suelo con un sonido sordo. La loba no lo pensó mucho y con un ágil movimiento dislocó su brazo permitiendo que pudiera mover su cuerpo un poco más y golpear con la suela de su zapato en uno de los ojos del lobo. Se
Vaya situación la que tenía alrededor. Raven podía afirmar que había estado en peores, quizás. En mejores, muchísimas, pero no era la cuestión la que precisamente la preocupaba, lo que más lo desconcertaba era quienes eran las personas que estaban detrás de su pellejo.¿Por qué estaba exactamente su guardia personal allí?¿Qué demonios estaba haciendo Demon entonces?¿Cómo todo se había tornado así?¿Cuál era la razón de que los asesinos del alfa hubieran sido enviados por su cuello?Acaso la había traicionado.Bueno, no era el momento de pensar en ello cuando tenía el cuerpo empapado de sangre, cinco cadáveres bajo sus pies y varios lobos todavía a su alrededor en un intento 50 – 50 de matarla o follarla dado que su celo ya no se estaba conteniendo de la misma manera. La droga que le habían suministrado había lanzado por tierra todas las restricciones de su medicamento y dentro de poco estaba segura que perdería la conciencia dado el mismo.
De todos los sucesos que le pasaron por su cabeza, el que menos se imaginó fue el de ver a Lawson entrando por una ventana y pararse delante de ella y salvarle el pellejo, cargándolo ahora directo a la salida. Eso sí era una novedad, sobre todo cuando generalmente era ella la que solía siempre hace ese trabajo.-Lawson- jadeó -¿Qué mierda hacer aquí?- casi se quedó sin aire por la pregunta- Te dije que te fueras-Una gruñido salió del lobo mientras al acomodaba para que ella se agarrara fuertemente de su cuello antes de comenzar a correr alejándose del aturdido grupo de hombres.-Salvando tu culo cariño. Un perro fiel nunca abandona a su amo- soltó descaradamente doblando la esquina- Y aguántate más fuerte por favor. No te vayas a caer.Raven no pudo decir más. Más bien, es que apenas podía, estaba tan débil que su cabeza volvió a caer y su cuerpo se hizo casi gelatina sosteniéndose como podía. Lawson era un lobo grande, como los de su tipo de alta categoría,
Cada segundo contaba en ese momento o eso es lo que pensaba Lawson en aquella situación. Los asesinos no se acababan de retirar y además, se negaban a dejar la zona, como sabiendo que lo que buscaban estaba ahí, aunque no lo encontraban. Sus olfatos desarrollados estaban siguiendo su rastro y detectaban las feromonas en el ambiente, sobre todo las de ella de celo. Peor por suerte el agua estaba ayudando a desviarlas un poco del centro de atención.Aun así el soldado estaba tenso. Enterró el rostro de para ese momento, una inconsciente Raven, para al menos sentir su respiración contra su cuello y asegurarse que ella estaba viva. Si su mate moría en sus brazos se lamentaría toda la vida y estaba seguro que por el enlace con su alma le costaría superarlo si lo hacía. Pero estaba seguro que no sería así. Raven era alguien fuerte. Aunque su respiración tan lenta que temía que se detuviera en cualquier momento.Solo los latidos del corazón de ella que eran constante le i
La lluvia golpeaba la cabeza de la loba apenas consiente cono puñales helados, aunque estos no llegaban a su rostro resguardado en la ancha espalda delante de ella. Raven se permitió aspirar un poco la fragancia de su acompañante permitiendo calmarse haciendo que tanto el dolor que la recorría, así como el calor que recorría su zona inferior y que la estaba humedeciendo en contra de su voluntad, se calmara medianamente, solo que no esperó que el efecto fuera contrario y que la hiciera temblar de ansiedad. El que estaba junto a ella era Lawson, el mismo Lawson de siempre. El que a pesar de ordenarle volver sin ella, lo había ido a buscar y rescatado.Y su cuerpo lo estaba reclamando como suyo. Así de fuerte era el celo, el enlace entre ellos. El destino que ambos compartían. Y dios, se estaba volviendo loca. En serio. Era demasiado.Nunca pensó que se sentiría de cierta forma feliz de verlo y esta vez podía decirlo de corazón a pesar de sus emociones enredadas en ese prec