La lluvia golpeaba la cabeza de la loba apenas consiente cono puñales helados, aunque estos no llegaban a su rostro resguardado en la ancha espalda delante de ella. Raven se permitió aspirar un poco la fragancia de su acompañante permitiendo calmarse haciendo que tanto el dolor que la recorría, así como el calor que recorría su zona inferior y que la estaba humedeciendo en contra de su voluntad, se calmara medianamente, solo que no esperó que el efecto fuera contrario y que la hiciera temblar de ansiedad. El que estaba junto a ella era Lawson, el mismo Lawson de siempre. El que a pesar de ordenarle volver sin ella, lo había ido a buscar y rescatado.
Y su cuerpo lo estaba reclamando como suyo. Así de fuerte era el celo, el enlace entre ellos. El destino que ambos compartían. Y dios, se estaba volviendo loca. En serio. Era demasiado.
Nunca pensó que se sentiría de cierta forma feliz de verlo y esta vez podía decirlo de corazón a pesar de sus emociones enredadas en ese prec
Lawson caminó rápido hacia el baño de la habitación una vez estuvo seguro que Raven estaba medianamente estable y abrió la pila de la bañera de cobre que estaba allí. Al menos el chorro que salía y tenía fuerza, por lo que se llenaría rápidamente. Necesitaba limpiar a la loba, sobre todo porque olía a lobo macho y no era el suyo. Eso hacía que se removiera algo incómodo dentro de él. Palpó la temperatura metiendo la mano y esperó. No era tan caliente como deseaba, pero sería suficiente para hacerla entrar en calor, al menos su helada piel porque estaba seguro que el interior de ella debía estar ardiendo por el celo.Se levantó quitándose la parte de arriba de su ropa que se pegaba asquerosamente a su piel y la lanzó a un lado. No pudo evitar estremecerse y supo que no era precisamente por el frío. Se llevó
Lawson subió media hora después. Incluso había dejado que el supresor actuara sobre sí mismo para poder pensar mejor. Y había funcionado. Las feromonas de la loba que se aferraban como fieras a su piel ya no eran tan agresivas como antes. Y eso era bueno. Ahora podía controlarse y no hacer una locura.Una vez delante de la habitación abrió la puerta que había dejado bien cerrada en caso que alguien se viera atraído por el olor de ella y para su suerte, el olor se había difuminado lo suficiente. Aunque son sabía si era por el supresor que había tomado.
Raven no soportaba el contacto físico. Lo aborrecía después que su cuerpo fuera profanado tantas veces que pensó que daría su último suspiro. Cada agujero había sido usado de forma violenta, asquerosa, despreciable mientras era mirado por aquellas dos personas que solo sonreían con su miseria.No había sabido el momento en que dejó de derramar lágrimas, gritado hasta desgarrarse la garganta y se había rendido. Qué podía hacer ella, una simple loba omega en celo forzado, rodeado de lobos hambrientos de miradas lascivas que apenas se agotaban después de una ronda. Pues precisamente nada.Solo cuando dejaron su cuerpo desnudo y desgarrado, tirado en aquel lugar frío, lleno de heridas realizadas en un último momento como entretenimiento final, para que se desangrara, pudo respirar aliviado. Si, aliviado porque su tortuosa vida terminaba de una buena vez.
El día levantó, pero sin dejar de llover. Las nubes opacaban el sol que debía estar presente por el mediodía. Al menos había retrocedido dejando una agradable temperatura en aquella habitación con dos cuerpos completamente dormidos abrazadas, intercambiando su calor.Raven se removió ligeramente sin mucho ángulo para soltarse y le resultó extraño. Siempre dormía sola. O al menos lo intentaba. Que alguien ocupara el otro lado de la cama le hacía revivir ciertos eventos que deseaba dejar enterrados. Ni siquiera le gustaba dormir junto a Demon, aunque este se lo pidiera después de una noche de pesadillas.Pero no se equivocaba. Estaba junto con alguien. Un agradable calor y aroma lo envolvía al igual que aquellos fuertes brazos que la mantenían sujeta, así como las largas y fuertes piernas enredadas entre las suyasAbrió los ojos lentamente permitiéndose relajarse como sabía no hubiera hecho años antes. No tenía idea de por qué pero su cuerpo no estaba tan tenso
AHHHHH, quería gritar, correr, soltarse. Olvidarse de todo y perder el control como una loba normal.-Raven- Lawson se inclinó hacia ella y recargó su frente contra la suya. Frunció el ceño al encontrarla algo caliente- Puede que nuestro encuentro después de muchos años haya sido un poco...complicado, pero yo realmente no sabía nada. Estaba ciego por las mentiras. Ni siquiera sé ahora que te ocurrió realmente. A ti te...- no quiso terminar la frase cerrando los ojos conteniendo al rabia que quería brotar nuevamente- Yo no sé cómo disculparse por lo que te pasó, ni siquiera sé si puedo remediar los errores del pasado. Pero...pero, al menos dame la oportunidad de redimirse con mis acciones en el futuro. Te prometo que no dejaré que nada te pase. Te protegeré con mi vida-Una vez que la llave había sido abierta, Lawson solo había dejado correr todos sus sentimientos como si nada pudiera detenerlo. Daba hasta miedo, hasta el mismo se había sorprendido de todo lo que su boca
Huir de las autoridades como que parecía un juego de niños para el dúo prófugo. Lo único que maldijo Lawson fue tener que dejar su motocicleta escondida para cuando llegaron al puerto y tuvieron que cambiar sus ropas por viejas y sencillas y cubrir sus cabezas con sombreros viejos.-En serio se están moviendo rápido- comentó bajando la cabeza cuando un grupo de guardias pasaron por sus lados. Se notaba a la legua que estaban buscando algo. Más bien, los buscaban a ellos.-No intentes actuar como si estuvieras huyendo. Te hallarán más fácilmente- Raven caminaba a su lado. Su fiebre había disminuido más no desaparecido y estaba un poco pálida, aun así caminaba con la espalda recta aunque el sombrero le hacía sombra en la mitad de su rostro.-¿Y bien? ¿Cómo se supone que vamos a llegar a ese maravilloso lugar que me comentaste? Realmente no me siento cómodo con el hecho de caer en manos del imbécil de Hunter-Ya habían visto las noticias en los diarios del Golpe
Demonios, demonios, demonios.Maldecía Lawson mientras corría por el medio del puerto huyendo de los dos guardias que lo habían descubierto. Eso había sido realmente rápido. Se había cuidado, pero había sido en vano. Y estaba seguro de una cosa. Si no lo mataban esos tipos, lo haría Raven. Mira que le había advertido de cómo mantener un perfil bajo y controlar su olor. Se había relajado y ahora sufría las consecuencias.Apuró su paso. Tras un estruendo notó que los guardias detrás de él se habían rasgado la ropa y comenzaban a transformarse sin dejar de moverse. Más bien, estaban haciendo estragos a su camino y él no se quedaba atrás. Como cuando empujó un cesto lleno de frutas que cayó en medio de la calle en un intento por dejarlos atrás.Pero sabía que era inútil, así que recurrió a toda su habilidad y corrió aún más fuerte hasta transformar su cuerpo completamente en lobo. La ropa quedó rasgada detrás de él en jirones. Su pelaje claro se extendió por su cuerpo
Vestirse con una erección no era lo más cómodo que existía y en ese momento Lawson estaba pasando por un mal momento. Se ponía la camisa de un uniforme que Raven le había lanzado dejando el cierre del pantalón para lo último. Al menos había ropa interior.-Oye, tengo dos preguntas para ti- le dijo por encima del hombro a la loba que también se cambiaba.Lawson vio cómo su piel marcada era cubierta por la tela blanca de la ropa que se ponía. Ella alzó la cabeza y sus miradas se encontraron.-¿Qué quieres saber?- ella parecía relajada y alerta a la vez, algo extraño de comprender.Lawson tragó en seco. La tentación delante de él, excitado a punto de doler y ella apenas si se inmutaba por ese hecho. Respiró profundo y se contuvo.-¿Qué es este olor que tapó el de nosotros?- se olió y encontró que a pesar que el lugar oliera mal al punto de erizar el vello, su piel no se había impregnado aun después de estar debajo de esa manta mugrienta.-Es un polvo