¿Por qué lo hizo? No lo sabía.Pero de repente, cada una de las palabras comenzaron a salir de su boca, como si éstas tuvieran vida propia, como si estuviera angustiada por dejarla salir. Sabía que no debía, ninguno de los dos debía hablar sobre cómo se conocieron, sobre sus cosas privadas, lo que sucediera detrás de las paredes de la mansión, de la habitación, de donde sea que se encontraran, no tenían por qué contarlo, pero ella no sabía por qué lo había hecho.—Nala. —Y su tono de voz le indicó que estaba cabreado.Ella no tuvo que mirarlo, no tuvo que ver sus ojos azules tan oscuros como el mar turbulento, para darse cuenta de que ella la había cagado.Sus manos temblaban, sudorosas, su garganta se había cerrado. Le di otro sorbo a su vino y terminó la copa por completo. Su copa era la &u
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