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Todos los capítulos de Una noche en Grecia: Capítulo 61 - Capítulo 70
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Capitulo cincuenta y nueve: Un simple gesto
Capítulo 59A la mañana siguiente Nala se levantó sintiendo un breve dolor de cabeza que le duró escasos segundos al darse cuenta de que lo que había pasado la noche anterior era real.Grenor estaba en su casa. Había escuchado parte de lo que él quería decirle. No obstante, no había entendido ni una patata de lo que él quería dar entender. Aparentemente, él tenía un grave problema para dejar clara sus intenciones. Y el beso. Aún no tenía claro cuál de los dos  había dado el primer paso, pero lo cierto es que en segundos se estaban mirando a los ojos y al siguiente se estaban besando como dos amantes deseosos de yacer de hacer juntos.—¡Aghh! — refunfuñó sin saber cómo verle a los ojos al hombre que estaba durmiendo en el sofá de abajo.Ella se había llenado de terr
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Capitulo sesenta: Unas vacaciones en Hawai
Capítulo 60Hawái. Estaban en Hawái. Aún no sabía cómo él se había enterado de que Hawái era el lugar con el que ella había soñado desde niña con ir a visitar, quizás en alguna conversación se le había escapado, a lo mejor se lo había contado a Anielly y esta se lo había dicho a su hijo, o quizá simplemente el hombre simplemente era un psíquico y hasta ahora ya se venía a dar cuenta.La cuestión es que comenzaba a darse cuenta de que él estaba intentando de una manera u otra, lograr que ella se sintiera bien, primero con el desayuno y el café, luego pidiendo el día a su jefa y ahora estaban en Hawái, un vuelo de unas quince horas que se le habían hecho interminables.Pero llegado el momento de aterrizar en uno de los hoteles más hermosos de la isla, el gesto le pa
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Capítulo Sesenta y uno: ¿Una cama?
—Esto no puede ser. — dijo ella con voz entrecortada. —No pienses ni por asomo que porque solo hay una cama…—¿Crees que yo planifiqué esto? — preguntó él confundido y enojado al mismo tiempo. —¿Qué demonios insinúas, Nala? ¿Crees que quiero aprovecharme de ti? — Bien, a lo mejor no con esas palabras, pero ella no quería sentirse tonta y simplemente aceptar el hecho de solo había una cama. — De haber querido aprovecharme de ti, ¿No crees que lo hubiese hecho en la playa? ¡Estabas dispuesta!—¡No me grites!—¡Deja de insinuar que todo lo hago es por hacerte daño! He llamado a mi secretaria para que hiciera la reserva en el hotel. No tengo idea de porque solo reservó una habitación.Ella se quedó en silencio, ya no sabía nada. Quería, por primera vez, pensa
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Capitulo Sesenta y dos: Una reserva
Aguantó su temperamento lo más que pudo, una tempestad se estaba cociendo en su interior. No sabía en qué diablos había estado pensando su secretaria cuando decidió reservar una sola habitación a su nombre, e involucrarlo en tan desafortunada treta.¿Por qué las personas se creían con la potestad de intervenir en su vida como si fuese parte de una caridad divina en la que todos quisieran ayudar? ¿Por qué nadie había intervenido cuando él descubrió que tenía un hijo de 5 años al que jamás en su vida había visto?¿Porque nadie le ayudó a buscarlo y él se tuvo que encargar de todo?Por qué no le dijo a nadie lo de la existencia de ese niño, ni mucho menos le contó a su familia haber recibido la carta.Así que él mismo obtuvo la respuesta a su pregunta.
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Capítulo Sesenta y tres: Un placer oculto
Capítulo 63 Entre besos y caricias, ella iba olvidando todos sus miedos, su vida estaba centrada solo en aquel momento, no pensaba en nada más. Estaba absolutamente enamorada de él, jamás hubiera imaginado que se entregaría en Hawái al hombre con el que hiciera pasar el resto de su vida, pero él no estaba en la misma sintonía que ella. Él no buscaba lo mismo, era un obseso del trabajo, le gustaba tener todo bajo su control y poder. Por eso ella sabía que no iba a congeniar, su alma se lo decía, que iban a tener muchos inconvenientes si él no cambiaba, pero lo estaba intentando y se daba cuenta con aquel gesto de haberla llevado a vacacionar al lugar que ella siempre había soñado.Aunque él no tuviera planes de cambiar en lo inmediato eso no significaba que no pudiera entregar al menos esa parte de su cuerpo que tan desesperada estaba p
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Capítulo sesenta y cuatro: Una virgen al descubierto
 Grenor no se lo pensó dos veces lo que ella le estaba pidiendo era bastante simple, Así que volvió a subir por lentamente dejando delicadas caricias sobre su piel tocándola por completo, cada parte de su piel, de su abdomen dejando besos pequeños y jugosos sobre su abdomen plano. Nala sintió como una de sus manos se posicionaba en su sexo y por un segundo llegó a pensar que iba a desquiciarse sobre esa cama. El comenzó a mover sus dedos alrededor de su clítoris y ella movió las caderas en una música silenciosa, una tonada que solamente ellos dos escuchaban, el volvió a besarla mientras le acariciaba de arriba hacia abajo, despacio cuando sintió que ella se removía debajo de su mano, aceleró más volviéndola loca de placer. Él separó suavemente sus piernas para tener mejor acceso y poderla penetrar con uno de sus dedos. Nala sintió l
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Capítulo sesenta y cinco: Una sola decisión
¿Cómo había podido ser tan estúpido?Él no se dio cuenta en ningún momento de que ella era virgen. Era cierto, jamás había estado con una y quizás por eso no había entendido que el esfuerzo que hizo para poder poseerla había sido mayor que con cualquier otra mujer.¿Cómo había sido tan tonto para no darse cuenta de que a ella le había dolido?—¿Por qué no me lo dijiste? —Le preguntó con la voz a punto de romperse. Estaba nervioso, trémulo, sus manos sudaban y sus pies tenían deseos de salir corriendo y coger agua adentro y jamás regresar.Eso no podía estar sucediéndole a él, había desvirgado a la pobre mujer. Ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas y él no supo qué hacer para evitar que llorara.Sintió que se le bajaba el al
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Capitulo sesenta y seis: Un Martini con aceitunas
 La dejó.La dejó en el cuarto de un hotel mientras él escapaba de sus miedos internos y temores de haberla dejado embarazada.La dejó como si ella tuviera la peste negra y si él se quedaba un segundo más en el lugar, fuera capaz de infectarlo.Incapaz de pensar en nada más que fuera largarse del lugar, escapar del sitio. Al igual que él había hecho.¿Quién diablos hacía una cosa así? ¿Apenas enterándose de que ella era virgen? Una persona completamente inestable, alguien como él, que le tenía miedo al compromiso. Por eso la había alejado todo este tiempo porque tenía miedo de sucumbir a los mismos sentimientos que ella ya se había dado cuenta que tenía por él.Pero eso le pasa por tonta. Eso le pasa por creer en las palabras de Grenor, por sentir que por primera vez iba a funcionar l
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Capitulo sesenta y siete: Una angustia desesperante
—Señor, ¿le parece bien este? —Le preguntó el hombre de la joyería enseñándole un anillo extravagante y se notaba que era bien costoso. —Permítame darle un poco de historia sobre esta reliquia…—Ni se moleste. —La interrumpió el anillo no se parecía en nada a ella.Sí quería hacer las cosas bien, debía de comenzar desde ese, instante escogiendo algo que simbolizará justo la personalidad de Nala. Si algo había comprendido, aunque tarde, es que ella no era nada materialista ni mucho menos extravagante. Le gustan las cosas simples, y eso era algo que él alababa.Aunque no se lo hubiera dicho aun, había entendido que ella no quería su dinero ni su estatus social. Tarde pero ya comprendía que no era para nada igual a su hermana mayor. Su cabeza no le daba para nada más, por eso había salido as
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Capitulo sesenta y ocho: Una casi tragedia que lamentar.
 Nala se sintió liberada. Tomó asiento en el borde de la piscina y le sonrió a su amigo, el camarero del restaurante principal, el cual le había estado llevando un Martini tras otro. Ella no tenía idea de que horas eran, tampoco es que le interesara. Grenor se había marchado y abandonado a su suerte. La dejó justo media hora después de haberle hecho el amor con una intensidad arrebatadora.O tal vez eso solo lo sintió ella. A lo mejor para él fue solo un polvo de unos minutos.Odiaba menospreciarse así, sentirse tan estúpida y miserable.¡Exacto! Miserable, esa era la palabra que ella había estado buscando mientras le daba un trago a su quinto Martini.¿O era el sexto?Ya no lo sabía. Había perdido la cuenta luego de meterse a la piscina con todo y vestido al darse cuenta de que estaba llorando mientras el agua fresca t
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