Samantha. Ya estoy cansada de pasar todo un día postrada en esta cama, tengo pensado levantarme porque Rafael no está aquí para custodiarme. Salgo lentamente de la habitación como toda una detective, trataré que nadie escuche mis pasos porque llevo puestas unas pantuflas que no hará resonar mis pasos en todo el pasillo, tengo un día encerrado y ahora que salgo de la habitación veo como que si he nacido de nuevo, no había notado el lugar donde estaba, la pared está tapizada de un color marino, el piso es de madera, voy rumbo sin fin, ya que no conozco cada parte de la casa, sigo el pasillo hasta llegar al final, me detengo al escuchar unas voces.—La he buscado por todos lados y nada, parece como si se la hubiese tragado la tierra, no sabes la impotencia que
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