—No tienes por qué esperar tanto Liz, no te negaré que me has asustado con ese monstruo que tienes por arma —señala el arma y lo observa con terror—, ese monstruo que se encarga de arrancar vidas y quitar alientos, Liz tú eres una buena persona y no tienes por qué ser otra, claramente veo en ti un corazón cargado de amor y no uno que se encarga de arrebatar vidas de inocentes—acomodó lentamente a Samantha, ella acaba de tocar la herida abierta provocando en mi cuerpo un ardor de furia, me incorporo rápidamente.—La maldita vida me ha llevado hacer lo que soy y si mato es por proteger a los míos, y si quito vidas es porque se lo merecen, me vale madre si mato a miles hijos de puta, sabes ¿por qué me vale?, me vale por la única razón que ellos son peor que yo, los malditos son asesinos, so
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