—¿Por qué? ¿Por qué? Por qué… Te quedas ahí sin poder ayudarme, ¡que no tienes ojos y oídos para ver lo mal que estoy! —gritó lo más posible, me quejo, lloro y nada que recibo una maldita ayuda.
—Qué sucede aquí, hable mujer… ¿Qué es lo que tiene Samantha? —escucho una voz celestial.
—Le duele la cabeza y la verdad no sé que hacer —mi madre se excusa de no saber cómo ayudar a una persona que le duele mucho la cabeza, pero si ella es parte de la causa por la que me encuentro.
—Se nota, pero para ser sincera la mejor ayuda que puede hacer usted es que se salga de la habitación y me deje aquí —le exigen con mucha firmeza y autoridad qu
—No tienes por qué esperar tanto Liz, no te negaré que me has asustado con ese monstruo que tienes por arma —señala el arma y lo observa con terror—, ese monstruo que se encarga de arrancar vidas y quitar alientos, Liz tú eres una buena persona y no tienes por qué ser otra, claramente veo en ti un corazón cargado de amor y no uno que se encarga de arrebatar vidas de inocentes—acomodó lentamente a Samantha, ella acaba de tocar la herida abierta provocando en mi cuerpo un ardor de furia, me incorporo rápidamente.—La maldita vida me ha llevado hacer lo que soy y si mato es por proteger a los míos, y si quito vidas es porque se lo merecen, me vale madre si mato a miles hijos de puta, sabes ¿por qué me vale?, me vale por la única razón que ellos son peor que yo, los malditos son asesinos, so
Salgo de la habitación oscura en la que me encontraba, camino a unos metros a pasos veloces, dejando las paredes poca colorida, el camino es estrecho, es decir de ancho pueden caminan dos personas, el búnker no es un hotel de lujo es un refugio temporal y lo importante aquí es tener lo que se necesita para sobrevivir un buen rato o al menos el que sea necesario.—Aaayyy —escuchó a lo lejos unos gritos y llantos desgarradores, así que le prendo mecha a mí caminar y cada vez mis pasos son como una bala.Al entrar a la bodega veo alrededor una bodega iluminada, alrededor de ella hay botes; una mesa redonda de madera, dos estantes de armamento y muchos objetos de torturas, en pocas palabras un lugar de entretenimiento, hay dos jaulas, en una están las dos jovencitas y la otra está vacía porq
—Si se inmuta en moverse les prometo que en unos segundos no verán el mañana —escucho como recarga el arma apuntándonos a todos, hay alrededor de nosotros diez hombres armados con distintas armas en sus manos, cierro mis ojos como un rayo y lo primero que se me viene en la mente es mi bebé y los hijos de Liz, Diosito que se haga tu voluntad.—¡¡¡No te atrevas a tocar una hebra de pelo a ninguno de los que estás apuntando con tus malditas pistolas!!! —de golpe abro mis ojos y he escuchado la voz de Liz, los niños comienzan a llorar y a tener temor de todo, sin importar lo que suceda me siento y comienzo a llamar a los niños y guiarlos hacia mí, refugiándose en mis brazos, en una mirada fugaz veo a Liz con una arma apuntando a uno de los hombres que está a lado de nosotros.
—Juan, llévate a los niños a sus habitaciones —levanto mi mirada y Rafael le pide a su hombre de confianza que se lleve a los niños.Veo a los niños que comienzan a llorar y solo con verlos me parte el corazón, Dylan se queda estático por un momento, pero lentamente veo su rostro arder, Liliam toma a las niñas y Juan lleva a los niños, por unos segundos todos los niños se pierden a esta esfera que por unos segundo se volverá un caos total.—Sigue contando —Dylan da dos puñetazos a la pared provocando lastimar sus nudillos, palidezco al ver que Dylan como golpeaba la pared como si tal fuese un saco de boxeo, todo mi ser se volvió en pánico total.—Ella e
—Hermanita, hermanita, hermanita, no sabes el anhelo que he tenido durante años, siempre he querido estar cerca de ti —¡No comprendo! ¿De qué está hablando?—Si no me dices que es lo que está sucediendo ¡mejor mátame!, porque poco a poco siento que me estoy volviendo loca, dime cómo es posible que estés vivo —él quita su mano de mi mejilla y se levanta dejándome allí tirada en el colchón viejo.—Como comprenderás hermanita, no soy Dominik, él está muerto y de ahí no sale, creo entender que los muertos no reviven y yo no salí por gracias al espíritu santo, mi nombre es Adrian Cabassi y soy tu medio hermano y hermano gemelo de Dominik, ya que él está muerto gracias a la ineptitud de s
—Mis sobrinos están con su padre en este momento y tú estás con el único hermano que te queda —ufff que controlador me salió Adrián.—Estas consiente de lo que mi esposo te hará —solo de pensar en lo mal que debe estar pasando Dylan y mis hijos, me duele en el alma estar lejos de ellos, pero por lo que veo todo este tour y el nuevo hermano se va todo al caño de irme pronto.—Por eso tú me ayudarás, pero por lo pronto quiero que te relajes y luego ambos hablaremos de todo o todo lo que tú quieras —con este hermano terco me llevo la que me trajo.Samantha.Rafael y Dylan nos han traído a un lugar seguro. Después de salir de la cabaña he quedado nerviosa, se
Samantha.Ya estoy cansada de pasar todo un día postrada en esta cama, tengo pensado levantarme porque Rafael no está aquí para custodiarme. Salgo lentamente de la habitación como toda una detective, trataré que nadie escuche mis pasos porque llevo puestas unas pantuflas que no hará resonar mis pasos en todo el pasillo, tengo un día encerrado y ahora que salgo de la habitación veo como que si he nacido de nuevo, no había notado el lugar donde estaba, la pared está tapizada de un color marino, el piso es de madera, voy rumbo sin fin, ya que no conozco cada parte de la casa, sigo el pasillo hasta llegar al final, me detengo al escuchar unas voces.—La he buscado por todos lados y nada, parece como si se la hubiese tragado la tierra, no sabes la impotencia que
¡¡¡Oh…!!!Siento mi cuerpo arder del éxtasis del placer, sin esperar me quito la camisa, la tiró, mis brazos se apoderan de su cuerpo, mis manos van directo a desabrochar esa telita que cubre mis gemelas, dejándola al aire sus firmes pechos, empecé a manosear mis gemelas hasta provocar que se pusiera duro a mi tacto, ataco su cuello y el lóbulo de la oreja, lo lamo y mordisqueó con mucha delicadeza, mientras mi miembro lo pego a su sexo.Su piel se eriza y le sale un gemido de placer, poco a poco nuestras respiraciones se están sincronizando, varios suspiros salieron de mí... Oh, con mis manos recorro cada parte de su cuerpo, cada estructura de su arte escultural, mis manos no pierden el tiempo y un de ella se detiene en el fruto prohibido.Último capítulo