Las lágrimas no dejaban de caer, no sé cuántas horas habían pasado pero seguía en el área de lavado de cirugía, aún sucia, aun sintiéndome muy mal, pues es la primera persona que muere en mis manos, que muere mientras yo intento salvar su vida y eso es algo que no me deja respirar. Mi pager no para de sonar pero las lágrimas y el nudo de garganta no me deja moverme, sé lo que tengo, estoy en un estado de shock, suele sucederle a todos los que perdemos a un paciente. Escucho que abren la puerta pero sigo sin poder moverme, tocan mi cara y la suben hasta dar con los ojos azules de Kevin, su mirada es de angustia pura pero sigo sin reaccionar él me habla pero no puedo responderle nada, solo puedo sollozar como una pequeña bebé pues duele mucho, duele mucho perder a una persona, duele mucho sal
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