Xavier borró su sonrisa del rostro por la actitud un poco fría de Ana, pero cuando se puso de pie, alguien más estaba entrando por la puerta de su consultorio detrás de ella.—Doctor, que pena interrumpir y entrar sin avisar, le pedí a la chica que no cerrara, necesito que me firme estos documentos porque deben enviarse hoy —dijo la mujer un poco agitada, parecía que había llegado de forma rápida, antes de que empezara su consulta.Se trataba de una trabajadora de recursos humanos del hospital, cada vez que Xavier recibía esta documentación, se ponía de mal genio, y los recuerdos volvían como ladrillos partidos por todo su cuerpo.Se adelantó asintiendo y tomó los papeles que la mujer le ofreció con premura.—Necesito leerlos primero —dijo sin levantar la vista hacia ella, y también ignorando completamente a Ana, de hecho
Leer más