El día era gris, lluvioso y aburrido… aunque la época determinaba que no habría mucha lluvia, hoy era un día de esos en que el tiempo tomó desprevenidos a todos los habitantes de Durango, Colorado.De hecho, hasta a la misma controladora Anaelise que estaba refutando empapada, mientras trataba de abrir la puerta de su casa.Ana vivía en una especie de residencia de clase media, en ella solo se encontraban 20 casas alrededor de la suya y sus vecinos siempre trataban de llevar una buena convivencia para la comunidad. Sin embargo, esta casa, donde residía con su padre, nunca sumó para hacer parte de esa armonía. Pagaba su condominio por transferencia y nunca participaba en ninguna actividad que solía realizarse los fines de semana.Ahora mismo, frustrada por no poder abrir, Anaelise sabía que la señora lambiscona e intrépida estaba en el porche frente a su cas
Leer más