No todo oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida.JRR Tolkien Cuentan las antiguas crónicas, que existió un esplendoroso reino de los elfos, que los minoicos llamaron Hiperbórea. Hiperbórea era un mundo de ensueños, cuya belleza y gloria es difícil de describir. Según las Crónicas Élficas, Hiperbórea siempre tenía un cielo cálido y azul, a pesar de estar situada muy en el norte, casi en el límite mismo de la Tierra. Tenía jardines exuberantes de enorme hermosura, con flores de perfumes deliciosos. Sus fuentes de aguas cristalinas enmarcaban las bellas ciudades de piedra blanca y resplandeciente, en las cuales se ubicaba el Palacio Dorado, el lugar más estupendo y sublime sobre Midgard. En Hiperbórea eran desconocidos la muerte, el dolor, la enfermedad y la maldad. Una tierra habitada p
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