MíaLo primero que hago en cuanto llego a Siracusa es buscar un lugar para dormir. Empezar de cero no es fácil, pero mucho más difícil es volver del lugar al que quería mandarme mi padre.Encuentro un pequeño hostal, medio destartalado y con las paredes desconchadas, pero como se supone que debería mantener un perfil bajo, el lugar me parece perfecto. Tengo que buscar un trabajo, aunque antes que eso lo mejor sería encontrar a alguien que pudiera falsificar todos mis documentos, ya que estoy muerta con mi nombre oficial.Un hombre gordo y con una camiseta de tirantes blanca llena de manchas que no quiero ni pensar de que pueden ser, me mira arrugando la frente.- Nombre - No hay ni rastro de emoción en su voz.- Buenas, me gustaría alquilar una habitación. Mi nombre es Lola.Levanta las cejas dando por sentado que miento. Si le resulta tan fácil saberlo es
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