Sophie no durmió casi nada, se pasó la noche planeando la estratagema que emplearían para atrapar al jefe de la banda de los tiburones, ella sabía lo que tenía que hacer, ya lo había hecho muchas veces, haría el juego de atrapa al ratón, haciéndose pasar por una mujer inofensiva y despreocupada, una vez que estuviese en la guarida vería la manera de estar a solas con el hombre para someterle y mandarle la señal al equipo de respuesta que ingresaría al lugar disparando sin ningún miramiento, solo necesitaban al jefe de la banda vivo para obtener la información que querían, cuando ella garantizara su seguridad los demás podrían ir al infierno, y bien que lo merecían pensó, esa gente arruinaba millones de vidas cada año, era una mujer piadosa, pero a los contrabandistas y malhechores aprendió a verlos como objetos, personas inhumanas que no merecían misericordia, ella siempre disparaba para inmovilizar, pero en ocasiones matar era necesario, pensó en la pobre Carmen que casi fue asesin
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