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Capítulo 3 – Huesos del oficio

El zumbido la dejó desorientada por unos instantes, apenas pudo reaccionar a tiempo de moverse unos metros más lejos del viaducto que se partió por la mitad y empezó a derrumbarse rápidamente, Sophie intentó alejarse lo suficiente para evitar ser aplastada por los destrozos, había calculado mal el ángulo del disparo y la estructura había cedido hacia ambos lados dejándola  también en la ruta directa del derrumbe inesperado , mientras intentaba salvar su vida y el pánico se apoderaba de ella, no percibió que los camiones que venían a gran velocidad al ver el derrumbe intentaban frenar desesperadamente, corrió lo más rápido que pudo pero al ver que venían en su dirección dudó y paró un instante, lo suficiente para ver como uno de los vehículos blindados entraba debajo del camión levantándole las ruedas traseras haciendo que ambos perdieran la dirección y dirigieran hacia ella, previendo la amenaza inminente miró a su alrededor, de un lado había toneladas de concreto cayendo y del otro dos vehículos descontrolados,  no tenía escapatoria, siguió buscando y encontró una columna intacta de concreto lo suficientemente gruesa para ocultarse y tratar de protegerse, apenas alcanzó a pegarse de espaldas a la columna sin tener tiempo de agacharse y proteger su cabeza, el impacto del camión la hizo volar a dos metros de distancia aterrizando en los destrozos, después del agudo dolor que sintió en la pierna al caer, perdió la conciencia, no vio como los vehículos quedaron destrozados y casi  totalmente destruidos en el accidente, el primer camión no tuvo tiempo de frenar y explotó al chocar y tumbarse con los destrozos que caían de viaducto, también se perdió la parte en que Carlson asumió el mando de los que quedaban y corrían desesperados hacia ella para rescatarla. Los criminales que sobrevivieron fueron arrestados, las armas que no fueron destruidas en la explosión fueron confiscadas, el líder y mente maestra de la banda no estaba allí infelizmente.

Gates fue llevada al hospital de urgencia, estaba inconsciente cuando la hallaron, los doctores dijeron que sufrió un duro golpe en la cabeza, tenía 2 costillas rotas, le habían practicado una cirugía para extraer el metal que le quedó atravesado en el muslo, pero sobreviviría. Cuando despertó estaba muy desorientada, le habían puesto anestesia general y no recordaba cómo había venido a parar en el hospital, su madre estaba llorando desconsoladamente

  • ¿Mamá porque lloras?— preguntó al despertar
  • ¡Mi vida al fin despiertas!, pensé que te había perdido
  • ¿Qué paso? ¿por qué estoy en el hospital? — quiso levantarse pero le dolía la cabeza y las costillas
  • ¡No te levantes, estás muy mal!, ¿no recuerdas lo que pasó? — ella pensó unos instantes, luego recordó, los escombros que la perseguían, el camión que venía en su dirección
  • ¡Dios mío estoy viva!
  • Sí lo estás, aunque un poco molida — afirmó Carlson entrando a la habitación con su comandante
  • ¡Señor! — quiso enderezarse pero sus costillas rotas le impidieron
  • Tranquila Gates estás de licencia, dispensemos las formalidades, vinimos como amigos a ver como estabas y también para contarte sobre lo que pasó después de que te quedaras inconsciente
  • Gracias señor, no recuerdo mucha cosa la verdad
  • Tuviste mucha suerte de salir viva, el camión que te hizo volar no explotó, y la columna que te protegió del impacto era una estructural, tenía suficiente metal para soportar el impacto
  • Sí que tienes bolas — agregó Carlson
  • Lo siento señor, no tuve otra salida más que hacer explotar el viaducto
  • No te disculpes, yo hubiera hecho lo mismo, al final atrapamos a los malos y las armas fueron confiscadas, infelizmente no encontramos a la mente maestra de la banda
  • Era de esperarse, alguien inteligente no se arriesgaría de esta manera
  • Desgraciadamente — continuó el comandante — hay personas a las que no les ha gustado la forma en que procedimos
  • Burócratas imagino — agregó ella
  • Sí, creen que un viaducto vale más que salvar miles de vidas
  • ¿Qué quiere decir?
  • Me están presionando para que te suspenda
  • ¿Qué?
  • No te preocupes yo estoy de tu parte, por ahora debido a tus lesiones estarás de licencia por un buen tiempo
  • Yo no veo nada tan grave para estar de licencia — afirmó
  • Hija creo que no has visto tu pierna — ella levantó las sábanas y vio que su muslo izquierdo estaba vendado
  • ¿Qué diablos me pasó?
  • Te atravesó una varilla de metal cuando aterrizaste en los escombros, te hicieron una cirugía para retirarla — le explicó su madre
  • ¿Cuánto tiempo tardaré para recuperarme? — miró a su madre al hacer la pregunta
  • El doctor dijo que de 5 a 7 meses, tal vez más
  • ¡A la m****a!
  • ¿Y qué haré mientras tanto?
  • Te podemos dar un trabajo de oficina — mencionó su jefe
  • ¿ Qué? yo no estoy hecha para los trabajos de oficina
  • Hija tienes que entender la gravedad del asunto
  • ¿Qué quieres decir? ¿qué me están ocultando?
  • El doctor espera que no afecte a tu movilidad, pero tendrás que hacer fisioterapia…
  • ¿Quedaré lisiada es lo que quieres decir?
  • Cree que a principio te será difícil moverte con normalidad — afirmó su madre
  • Y no hay garantías — espetó Carlson sin ningún miramiento
  • ¡Mierda! ¡mierda! — repitió, ahora entendía todo, no podría volver al campo, en su línea de trabajo cualquier debilidad motriz podría ser mortal
  • Lo siento — agregó su jefe cuando se dio cuenta de que ella finalmente lo había entendido
  • No es su culpa, yo fallé
  • No fallaste, tu plan funcionó, logramos cumplir nuestra misión
  • Pero destruí una estructura pública y mi carrera en el proceso
  • Tú carrera está intacta, te daremos una baja con honores
  • ¿Quieres decir que oficialmente estoy acabada?

Los meses siguientes Sophie siguió el tratamiento que le recomendaron para mejorar su motricidad, aun no podía caminar si muletas, hacía terapia, natación, yoga,  cualquier ejercicio que la ayudara a mejorar su agilidad, extrañaba andar en bicicleta, pero aún le quedaba un par de meses para que la herida cicatrizara correctamente, su madre la apoyaba en todo, cuando le dieron de baja como agente especial ella estuvo a su lado, la escuchó llorar por las noches, le dolió haber perdido esa parte de su vida, pero después de 8 meses del incidente finalmente estaba lista para volver a comenzar, apenas tenía 28 años, podría ser lo que quisiera, solo tenía que resolver que hacer con su vida.

Semanas después estaba tranquilamente sentada en el banco nacional leyendo un diario mientras aguardaba su turno para retirar la pensión de su madre, cuando de pronto escucha que alguien grita…

  • ¡Todos al suelo esto es un asalto!

Su instinto le dijo que debía pasar desapercibida y obedecer hasta tener un mejor plan, se tiró en el piso como todos los demás, el asaltante estaba apuntando una escopeta directamente a la cabeza de la cajera que no podía parar de temblar

  • ¡Apresúrate maldita que no tengo todo el día!

El hombre era un inexperto pensó, le había dado la espalda a todo el mundo y no tenía como controlar lo que hacían los demás, estaba muy impaciente, disparó contra el techo una vez, la cajera empezó a llorar

  • ¡Te dije que lo hicieras rápido perra!, la próxima irá directo a tu cráneo

 Al ver que las cosas no terminarían bien Sophie sacó discretamente el celular y discó al 911, dejó el celular en el piso sin cortar la llamada y se paró para llamar la atención del asaltante, ya había disparado una vez tenía miedo que empezara a matar gente.

  • Amigo creo que asustarla solo empeorará las cosas para ti, déjame que la ayude a juntar el dinero más rápido —el asaltante se giró asustado a ver quién le habló, ella puso su cara de mujer inofensiva
  • ¿Quién diablos eres tú para meterte en mis asuntos?
  • Nadie, solo quiero que obtengas lo que viniste a buscar en el banco nacional — apuntó intencionalmente para dar su ubicación de forma rápida a la policía, ya tarde se recordó que su celular no era rastreable y no tenían como saber de donde ella estaba llamando
  • ¿Acaso quieres morir? — le amenazó el asaltante apuntándole
  • Míreme — le dijo ella tranquila — esa mujer — señaló a la cajera — se desmayará en cualquier instante y no tendrás tu dinero, deja que la ayude, para que esté más tranquila puedes apuntarme a mí — él miró a la cajera que temblaba y sudaba al mismo tiempo, luego miró a la mujer inofensiva que le estaba ofreciendo ayuda, concluyó que saldría más rápido de allí si se apuraban las cosas
  • De acuerdo, ven aquí, te revisaré — ¡bingo! pensó Sophie, su truco de buena samaritana siempre funcionaba

Se acercó levantando los brazos en señal de que no haría nada estúpido, cuando empezó a revisarle  el hombre tenía el arma apuntando hacia abajo, no podría disparar ni si quisiera, el muy tonto la estaba sujetando por el mango, era evidente su inexperiencia en el uso de armas de fuego, ella le dejó que la manoseara a gusto, cuando se agachó para revisarle más abajo le aplicó una llave en el cuello con las piernas, tirando a ambos en el suelo, el arma se deslizó por el piso en cuanto ella presionó lo suficiente para asfixiarle, el hombre perdió la consciencia en instantes, ella lo volteó, sacó su chal y lo maniató para asegurarse de que no causaría más  problemas hasta que llegara la policía

  • Llama al 911 le dijo a la cajera, diles lo que pasó, yo me quedaré con él para que no cause más problemas
  • Préstame tus guantes — le ordenó, luego recogió el arma del piso y esperó a la policía

Llegaron media hora después, si hubieran dependido de ellos probablemente ahora ya estarían todos muertos pensó, además de lentos eran muy despistados, tuvo que repetir unas 5 veces la misma declaración, hasta que vino el detective Wilson no fueron capaces de comprender lo que había pasado

  • Así que tú eres Gates
  • ¿Me conoces?
  • Soy el detective Wilson — le pasó la mano — escuché muchas historias sobre ti en la academia
  • En serio — dijo ella verdaderamente asombrada — eras de las fuerzas especiales
  • No, pero tengo amigos que sí, eres como una leyenda, me dijeron que eras un hueso duro, veo que no has perdido el toque
  • Así que ya sabes que estoy de baja
  • Sí, es una pena sin duda, pero igual sigues atrapando criminales eh?, ¿ya pensaste en seguir carrera en la policía nacional?
  • Atender a llamadas de asaltos en andamiento no es lo mío
  • Lo sé, peo podrías ser un detective e investigar casos complejos, me dijeron que eras una experta en obtener informaciones que prácticamente son imposibles de lograr para la policía
  • No sé, he estado mucho tiempo trabajando de incógnita, ser un oficial es otra cosa
  • Si necesitas una recomendación llámame, estoy seguro de que a mi capitán le interesará contratarte
  • Pero no tengo la formación…
  • Por favor, con tu curriculum, seguro pasas las pruebas con los ojos vendados
  • No estoy segura de ello — bromeó, sabía que no le costaría nada en realidad
  • Ya ves que necesitamos más gente como tú en el cuerpo policial — espetó señalando a sus compañeros despistados — ella sonrió y le dio la razón
  • Si ya me di cuenta que no son muy listos
  • Ves, te necesitamos — argumentó
  • Lo pensaré — respondió pensando que lo había dicho por cortesía, pero en su corazón supo que más que un acto de cortesía.

Cuatro semanas después Sophie Gates recibía su placa de detective, pensó que no había extrañado trabajar como agente de la ley, pero se había equivocado, en la primera semana resolviendo crímenes menores encontró satisfacción en la simple acción de seguir ayudando a los demás. Su compañero de distrito el detective Wilson era sin duda un plus adicional a las bonanzas de su nuevo empleo, cuando era agente especial no socializaba con nadie, porque trabajan muy pocas veces en la misma misión, sin en embargo aquí ella trabajaba con un equipo al que veía todos los días, aún le costaba acostumbrarse a toda esa camaradería, su capitán era un hombre muy prudente, le recordaba a su comandante, a veces extrañaba a sus antiguos colegas, pero debía admitir que eso estaba en el pasado y que ser detective no era tan malo, en el primer año de su servicio la habían condecorado 2 veces por valor, al segundo año empezó a tomar casos más complejos relacionados al crimen organizado de una mafia local, estaba investigando una serie de asesinatos por encargo, ordenados por un grupo mafioso que se hacía llamar “Darkings” eran liderados por Joe Kendall, un hombre a sus cincuenta que tenía una cadena de restaurantes en la ciudad. A pesar de que no volvió a trabajar en las calles como lo hacía antes cuando era una agente especial, estaba feliz con su nueva vida y su madre no podría estar más contenta, ahora la veía casi todos los días y ya no tenía ningún alias, era solo Sophie Gates la detective, finalmente estaba en paz con su propia identidad, bueno eso fue lo que pensó  hasta que él apareció en su vida.

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