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Capítulo 4 – Un encuentro criminal

Parte 1 – Clark

  • ¡Mierda! creo que está muerta — espetó al tomarle el pulso

Cuando vio los cortes de la mujer  estuvo seguro de que ya no tenía vida, entonces tomó el teléfono y llamó a recepción

  • Buenas tardes, soy Tomas Clark Henderson de la habitación 315
  • Buenas tardes ¿en qué puedo ayudarle señor?
  • Necesito que envíe al gerente inmediatamente a mi habitación
  • ¿Tiene algún inconveniente señor?
  • Nada en especial, pero necesito que la persona a cargo venga a verme
  • Si me indica su problema trataré de ayudarlo señor
  • No creo que usted pueda resolver mi problema — dijo molesto
  • Cualquiera que sea el inconveniente puede decirme y yo lo resolveré — le prometió
  • De acuerdo…. sucede que acabo de encontrar un cadáver en mi habitación — le dijo irónicamente
  • ¿Qué?
  • Ya me oyó, mande a su gerente y que llame a la policía
  • ¡De inmediato! — respondió la mujer esta vez sin protestar

Colgó la llamada, tendría que aguardar hasta que llegara la policía, apenas podía controlar la necesidad de lavarse, trató de calmarse, se imaginó en una playa cristalina, un horizonte pacífico, pero nada funcionó, podía oler la sangre en su ropa, le daba mucha repulsión pero conocía los procedimientos policiales, el tocó el cadáver su ropa era parte de la evidencia y tenía que aguardar a los forenses. El gerente llegó corriendo a la habitación, cuando abrió la puerta y vio el cuerpo ensangrentado empezó a gritar histérico, Clark  trató de calmarlo, si no paraba de gritar todos los huéspedes se enterarían de lo sucedido, cuando ya estaba perdiendo la paciencia llegó la policía y lo sacó de la habitación, el detective que lo atendió parecía ser más listo que los demás agentes de la ley que él había conocido en su vida, pero igualmente sintió que estaba siendo mal interpretado en la situación.

  • Señor Henderson soy el detective Larry Wilson tomaré su declaración, por favor responda a mis preguntas de la forma más detallada posible
  • De acuerdo
  • ¿Conoce usted a la víctima?
  • No
  • ¿Nunca la vio antes¿ ¿está usted seguro?, tal vez solo no la recuerde — le insinuó
  • No, nunca la he visto, tengo buena memoria
  • ¿Sabe cómo una persona desconocida entró a su habitación?
  • No tengo idea, cuando llegué la puerta ya estaba abierta y ella ya estaba ahí
  • ¿Me podría decir a qué hora usted abandonó esta habitación?
  • Tenía un lanzamiento de producto a las 14 h en el salón de eventos de la planta baja, salí como a las 13:45 h de mi habitación, tome el ascensor hasta allí.
  • Entiendo… — el detective lo miraba con curiosidad — ¿Cuándo usted volvió a la habitación?
  • Mi actividad duró como 120 minutos, volví a tomar el ascensor y vine a mi cuarto, cuando la encontré, le tomé el pulso para verificar si estaba viva o muerta
  • ¿Y estaba?
  • Muerta — dijo Clark molesto por que no notara lo obvio
  • ¿Así que cuando usted llegó ella ya estaba muerta?
  • Fue lo que acabé de mencionar
  • Entonces esa mancha de sangre…¿se la hizo cuando usted verificó su pulso?
  • De acuerdo, por lo que entiendo ¿usted no sabe lo que ha pasado aquí?
  • Porqué sabría algo al respecto ¿tiene usted idea de quién soy?
  • Realmente no lo sé, pero eso no es relevante, en este momento usted es nuestro único sospechoso, y hasta que podamos probar lo contrario necesitaré que me acompañe a la comisaria para declarar y entregar su ropa como evidencia
  • Detective entiendo que está haciendo su trabajo, pero yo no tengo nada que ver con este asunto — dijo molesto — quiero que esto quede claro — agregó por si el hombre no captaba lo obvio — y ya que me está llevando a la comisaría creo que tengo derecho a un abogado.
  • Por supuesto, puede hacer usted su llamada antes de irnos o si prefiere puede llamar de la comisaría

Clark puso una cara de incredulidad, ¿el detective verdaderamente estaba pensando que él tuvo algo que ver con ese incidente? ¿ Por qué lo trataba como un sospechoso?, eso era ridículo, sacó el celular e hizo su llamada en presencia del detective para no levantar más sospechas sobre su persona, luego acompañó a los agentes policiales que lo rodeaban como si fuera un criminal peligroso, bajaron por el ascensor hasta la planta baja, cuando salieron a la recepción no podía creer en su mala suerte, esto no podría estar sucediendo pensó, todos los reporteros que estaban en el lanzamiento del nuevo producto seguían allí, cuando vieron que la policía lo llevaba en custodia todos se lanzaron como lobos para hacerle preguntas

  • Señor Henderson ¿por qué la policía lo lleva esposado?
  • Ha ocurrido un mal entendido es todo — respondió él intentando minimizar la situación
  • ¿Qué tipo de mal entendido? ¿puede explicar por qué su ropa está manchada de sangre? — no quiso responder a esa pregunta o tendría que dar más detalles de lo ocurrido
  • ¿ Qué ha ocurrido? responda por favor — insistió otra mujer
  • Sin comentarios — dijo ya molesto

Trataron de avanzar pero los reporteros bloquearon la salida, haciéndole más preguntas, todos se lanzaban sobre él, lo tocaban y se apretujan contra él, si seguía así podría desmayarse pensó, la policía finalmente intervino y apartó a la gente para que pudieran salir y subir a la patrulla. Los reporteros se estaban sacando la lotería con la situación, le tomaron fotos esposado con la ropa manchada de sangre, esto no le podría haber pasado en un momento peor, a tan solo dos horas atrás para esa gente él era un empresario exitoso, ahora lo tacharían de asesino a sangre fría, porque sin duda alguna notarían la coincidencia de los eventos y lo asociaría al asesinato de la joven, como si ya no fuera suficiente su reputación de excéntrico ahora agregarían asesino en su lista de muchos defectos, todo su esfuerzo por permanecer al margen de las revistas de chismes acababa de ir por el escusado.

Cuando llegaron a la comisaría cruzaron por él área de oficinas, estaba abarrotado de gente, esperaba que lo pusieran en una celda, al menos allí nadie lo tocaría pensó, lo llevaron por un pasillo que daba a las salas de interrogatorio, el lugar era deprimente, no tenía ventanas y las paredes estaban pintados en un color ocre oxidado, el olor a miseria se impregnaba en el corredor, era el mismísimo infierno para alguien como él, su día no podía ir peor pensó antes de girar en la curva del pasillo y chocar contra un ángel

Parte 2 - Gates

Sophie estaba muy frustrada, no habría logrado ninguna pista concluyente para el caso mafioso que estaba investigando ya hacía más de un año, en los viejos tiempos solo iba a camuflarse e ingresar a los barrios bajos para conseguir la información que necesitaba, pero esa vida quedó en el pasado ya hacía tres años, extrañaba los métodos poco convencionales que antes estaba autorizada a emplear para lograr resultados más rápidos, algunas cosas iban muy lento en los procedimientos policiales pensó, todo el papeleo y las pruebas que eran desechadas en la corte todos los días le decepcionaba, por eso necesitaba algo irrefutablemente y cien por ciento legal para m****r a la cárcel a Joe Kendall el jefe de los Darkings, todas las pruebas que había logrado juntar hasta ahora no lo involucraban directamente con los asesinatos, ese maldito era muy inteligente, encargaba las muertes y se lavaba las manos de cualquier culpabilidad, solo había descubierto ese dato porque una de las chicas de Carmen lo había escuchado de uno de sus clientes, y el testimonio de una prostituta no era suficiente para asegurar que era culpable, pero ella encontraría la manera de hacerle pagar por sus crímenes tarde o temprano. El método del asesino que contrató era muy preciso, sin duda era un profesional, no dejaba ningún rastro en las escenas del crimen, excepto su sello que era muy particular, asfixiaba a sus víctimas al tiempo que les cortaba la piel para torturarles hasta que se desangraban lo suficiente muriendo lentamente y con mucho dolor, ella había visto cosas terribles en el pasado, pero esto le dio mal estar, la mayoría de los muertos fueron pandilleros de otras bandas criminales, pero esta vez no fue así la víctima era una joven mujer que aún no lograban identificar, Wilson le había llamado por celular durante un interrogatorio para informarle de los datos preliminares de su nuevo caso, al parecer estaría conectado con el suyo o al menos eso parecía por la naturaleza del asesinato de la víctima, ella salió corriendo por el pasillo para ir a su encuentro, cuando giró en la curva se chocó contra algo grande y muy sólido, cayó para atrás sobre su propio trasero, se había dado un buen golpe en la cabeza, estaba mareada así que se quedó en esa postura por unos instantes antes de recuperarse, pasó la mano por la frente intentando disminuir el dolor que le causó el impacto, seguía con la cabeza agachada cuando escuchó su voz

  • ¿Señorita está usted bien? — ella levantó la cabeza lentamente, la voz era sensual y desconocida

Cuando ella lo miró algo muy extraño sucedió, sintió que su cuerpo se contraía y que su corazón empezaba a latir desbocadamente, el hombre era exquisitamente atractivo, tenía al menos 190 centímetros de estatura, un rostro muy marcado y ojos oscuros, una nariz afilada y un bigote que en cualquier otro le parecería ridículo pero que en él se veía exótico y varonil, comprendió porque se había dado un tumbo tan fuerte, su cuerpo era como un muro de acero, inexplicablemente ignoró el hecho de que el hombre estaba maniatado con esposas, solo sus años de experiencia como agente infiltrada impidieron que se mostrara interesada por él, trató de disimular su sorpresa quejándose del incidente

  • Deberías mirar por donde vas — le reprendió
  • Disculpe estaba distraído con mis pensamientos — el hombre misterioso le sonrió ¡mierda!

Parte 3 – Clark

La mujer cayó para atrás sin ningún remedio, como sus manos estaban atadas con esposas no fue capaz de reaccionar lo suficientemente rápido para evitar que se desplomara, seguía allí sentada, se dio un porrazo bastante fuerte pensó, el apenas si había notado el impacto, su cuerpo era un muro de roca muy resistente, sintió pena de ella cuando empezó a pasar la mano por su frente que ahora estaba un poco roja por el golpe, ella seguía sin mirarle, así que la contempló sin ningún miramiento, tenía unos pantalones de cuero muy ceñidos y una camisa de mangas cortas blanca semitransparente, llevaba un top deportivo del mismo color debajo de ella, desde ese ángulo podía ver la naciente de su busto bien proporcionado, su piel era bronceada y reluciente en todas las partes visibles, tenía el cuerpo muy atlético, era evidente por lo tonificado que estaban sus brazos y las piernas, indudablemente entrenaba haciendo algún deporte que exigía mucho al cuerpo, llevaba un peinado muy práctico recogiendo su cabello castaño claro en una coleta para atrás, aún no le había visto bien la cara porque su cabeza seguía agachada eso le puso ansioso entonces le preguntó

  • ¿Señorita está usted bien? — ella levantó la cabeza lentamente, y lo miró directamente a los ojos, una avalancha de sensaciones recorrió su cuerpo, se sintió electrizado
  • ¡Deberías mirar por donde vas! — le reprendió aparentemente molesta aunque notó que tenía una expresión bastante neutra, eso le pareció gracioso por que la mujer que estaba siendo grosera con él además de hermosa tenía un rostro muy angelical, uno que él no olvidaría sin duda, tenía los ojos aguamarina, le recordaban al mar que tanto le calmaba cuando tenía sus crisis, sus labios lo tentaron instantáneamente cuando puso sus ojos en ellos, la mujer seguía esperando sentada allí, obviamente quería una disculpa de su parte o ayuda pensó, entonces le satisfizo dándole lo primero
  • Disculpe estaba distraído con mis pensamientos — y le sonrió porque simplemente no pudo evitarlo, por alguna razón quería congraciarse con la mujer, ella solo siguió mirándole sin expresión, parecía ser impenetrable, entonces cuando estaba a punto de pasarle la mano para ayudarla porque los policías que lo acompañaban parecían ser incapaces de dar una muestra de caballerosidad escuchó que llegaba el detective Wilson
  • ¡Gates! ¿qué haces ahí tirada en el suelo? — ella cambió automáticamente de expresión mostrando lo que parecía ser un aprecio genuino por el detective y le respondió:
  • Solo estaba puliendo el piso para ahorrarnos algo más de presupuesto — el detective le pasó la mano y ella se levantó ignorándole totalmente, fue entonces que por primera vez en su vida Tomas Clark Henderson sintió celos por una mujer

Parte 4 - Sophie y Clark

Sophie se paró y limpió su trasero con las manos, no le importaba mucho lucir arreglada pero si cuidaba de estar siempre limpia,  Wilson pareció notar la conexión entre ella y el desconocido y le pregunto:

  • ¿Se conocen? — ella lo miró raro, luego respondió
  • No ¿por qué?
  • Por nada, solo me dio esa impresión — ella volvió a mirar al desconocido una vez más de forma rápida, él tenía la expresión de un niño que acababa de ser ignorado por su madre, ella le devolvió la expresión de descontento y luego agregó:
  • Acabamos de tropezarnos, es todo — entonces el hombre volvió a sonreírle ¡qué diablos! su estómago dio brinco, él respondió a su comentario
  • Yo diría que más bien nos vemos colisionado — ¿qué le parecía tan gracioso? Sophie se preguntó, luego fue bajando la mirada por su cuerpo hasta que finalmente notó que tenía grilletes en las muñecas
  • ¿Quién es usted? — le preguntó entonces
  • Por supuesto, lo siento no nos han presentado, soy Tomás Clark… Henderson… — agregó como si eso lo explicara todo, ella lo miró sin ninguna expresión
  • Eso no me dice mucho — se giró y le habló al detective Wilson — ¿quién es? ¿y por qué está aquí? — él pareció divertido por la falta de tacto de su compañera
  • Es un sospechoso, es el hombre que encontramos en la escena del crimen que te comenté
  • Ahhhhh — respondió ella ahora lo observaba con mucho detenimiento, parecía genuinamente interesada en él pensó Clark, volvió a sonreír para sus adentros, la mujer no le dio importancia alguna cuando dijo su nombre, normalmente mencionaba  el apellido Henderson y lo reconocían a nivel nacional por su fama de excéntrico y empresario exitoso, sin mencionar que era uno de los hombres más acaudalados del país y su cara estaba en todas las revistas para bien o para mal, sin embargo a ella le interesaba  más ahora que era  el sospechoso de un asesinato, ¡qué mujer tan rara! pensó — no pierdas tu tiempo tratándolo como un sospechoso — le dijo a su compañero
  • ¿Por qué?
  • No es el culpable — aleluya pensó Clark , finalmente alguien que tenía sentido común
  • ¿Cómo puedes estar tan segura?
  • Sólo míralo, es un hombre con mucho dinero, el traje que usa cuesta una fortuna, está perfectamente aseado a excepción de las manchas de sangre, que por la posición en la que están puedo deducir que no son de salpicadura si no que de transferencia, sin mencionar el detalle de que si hubiera matado a una persona no esperaría a que la policía llegara para que lo llevaran preso — sin duda muy inteligente concluyó mentalmente Clark
  • ¡Es nuestro único sospechoso!
  • Yo más bien lo llamaría “testigo”, si fue el primero en la escena podría tener datos que sean de utilidad, avísame si necesitas ayuda con la “entrevista” — agregó dándole a entender a su compañero con total seguridad de que el hombre no era el culpable — hablaremos cuando los analistas me den más datos de la escena, iré con el médico forense para ver si pueden identificar a la mujer — se giró y se fue sin esperar ninguna confirmación por parte de su compañero

¡Qué mujer! pensó Clark, el otro detective no parecía molesto, más bien estaba resignado cuando le dijo:

  • De acuerdo señor Henderson, vayamos a que le cambien la ropa y saquen algunas fotos para el registro, luego procederemos con la entrevista
  • ¿Ya no soy un sospechoso? — preguntó para confirmar
  • Supongo que ya no lo eres, ¡venga! apurémonos, debo seguir mi búsqueda si quiero hallar al verdadero asesino

Él lo siguió por el pasillo a una habitación con paredes blancas, allí una mujer le pidió que posara con su ropa manchada de sangre, la detective tenía buen ojo, muy acertadamente había dicho que su traje costaba una fortuna, era uno nuevo recién llegado de Italia, lo había mandado traer especialmente para la ocasión, qué desperdicio de un traje tan fino pensó, le sacaron fotos con la ropa y luego sin ella, la fotógrafa parecía estar disfrutando mucho de su trabajo, supuestamente querían asegurarse de que no tenía ningún rasguño en el cuerpo o marcas de lucha, cuando hubo terminado todo el protocolo le dieron algo para vestir y fue a la sala de “entrevistas”, quería volver a ver a la mujer que el detective había llamado “Gates”, era evidente que se tenían mucha confianza, si una mujer como ella llevara el caso sin duda éste se resolvería pronto pensó, no quería verse involucrado por más tiempo en este incidente, cuando la prensa se enterase de los por menores harían todo un festín para sacarle el máximo provecho a la historia, incluso si ahora lo deslindarán del caso ellos no dejarían de mencionar su nombre en las noticias relacionadas al asesinato, eso no pintaba un panorama muy próspero para sus negocios, estaba a punto de lograr la fusión con una empresa internacional para crear una nueva tecnología que revolucionaría el mercado, ¡qué m****a!, concluyó que tenía que hallar la manera de que ella asumiera el caso, tal vez si él fuese hallado inocente de forma inmediata y la policía declarara a la prensa de que fue un terrible error por parte de ellos considerarle en un primer instante como un sospechoso, su empresa no se vería afectado negativamente ante la opinión pública.

  • Gates tú eres mi única esperanza — dijo susurrando mientras aguardaba en la sala de entrevistas
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