Sólo existía un motivo para estar aquí, seguramente Donato tenía un nuevo trabajo, estaciono su moto frente a las puertas de la mansión, cuarenta hectáreas de terreno, una construcción clásica, nadie sospecharía del tipo de reuniones que se llevaban dentro, cualquier persona pensaría que el lugar era habitado por “gente decente” como les gustaba catalogar a las personas, pocos sabían lo que realmente escondía aquella preciosa casa.Bajo de la moto, el Mercedes Benz, estacionado llamo su atención, las placas no le eran conocidas, tampoco el hombre de uno noventa aproximadamente parado firme como un solado a un lado, debía ser la razón de que Donato exigiera su presencia, camino con paso firme, su cuerpo enfundado en un traje de látex negro, su figura se amoldaba perfectamente, el traje abrazaba la curva de sus nalgas y sus esbeltas piern
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