Narra Amelia.Me desperté con un sudor frío, sentía un hormigueo en el cuerpo que me resultaba difícil de explicar. Era como si me devorara el éxtasis y me liberara el placer. Cada mañana me despertaba de la misma manera: sonrojada, sudorosa, sintiéndome exhausta y deseando más de él, de ese hombre de ojos cambiantes de color verde. Desde que me mudé a Chester he soñado con este hombre misterioso y no sabía la razón. Toda mi vida, nunca esperé necesitar a un hombre, pero este, sea quien fuera, había creado un vacío que sabía que solo él podía llenar.Me quite las sábanas un poco desorientada. Creo que este pueblo me estaba afectando. Todo era demasiado misterioso, habían una familia que al parecer gobernaba todo, estos eran los Black, Pero ciertas personas me daban una sensación sobrenatural; sin embargo, sabia perfectamente que no había forma de que existieran ese tipo de cosas. Quizás se debía porque la mayoría de las personas Vivian
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