Jassier se encontraba atariado, más bien la palabra era exhausto, tenía dos días seguido atendiendo problemas de estados, ya que su hermano Ahmad se negaba a ser rey, algo que sin duda desde hace cinco anos le causaba problemas: deseaba con toda sus ganas tomarlo por las orejas y llevarlo hasta Qatar y hacerlo entender que esas eran sus responsabilidades, desde la muerte de su padre, el difunto Califa, Ahmad había decidido caer en todo clase de visios algo que en su país, era considero una aberración. Los juagos de azar y escándalos de amoríos, algo que cuestionaba cada tanto la prensa internacional.—Amir, has conseguido lograr algún posible contacto con Aquena— preguntó terminando de leer unos discursos que había preparado para el día siguiente, el emir de Aquena, era un hombre difícil y nada contento con las nuevas reformas de Qatar, aquel hombre era d&eacut
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