Isabel se había sentido a estallar las últimas dos semanas previas a la boda, habia suplicado muchas con mucho esfuerzo para no estallar aquellas personas parecían saber cuales puntos tocar y afincarse en ellos, aquello la tenía decaída y no poder hablar con Jassier no la tranquilizaba por momentos pensaba salir corriendo ir a la embajada y regresar a su amada Inglaterra, pero tenía un deber mayor, con Jassier. Y no podía romper esa promesa, él había arriesgado mucho para ir por ella.
Habían sido tres semanas de mucho estrés desde contarle a su hermano la razón, aunque este se sentía agradecido jamas imagino el sacrificio que otra persona haría, aunque tampoco le agradaba la situación que su hermana se encontraba. Ahora solo quedaba esperar y que todo saliera como lo planeao y en seis meses todo volveria a la normalidad.
Habia aprendido un poco más de su cultura hay cosas que le agradaban como cosas que no y como negarlo cuando algunas mentes parecían y pensaban a la antigua, al menos sabia que luego de esa boda se encargaría del instituto de la mujer, intentaría hacer unas que otras reformar y aquello la tranquilizaba. Al menos se encargaría de algunos proyectos los cuales Jassier quería implementar. Eso le agradaba.Cerro los ojos por un momento alejando todos aquellos pensamientos sin duda lo que más amaba eran aquellos largos y relajados baños y esas exquisitas fragancias, su preferida era la de Canela. Durante los últimos dos días había dormido poco, había sido los días previsto a la boda eso significaba la fiesta en las cuales pocas veces había visto a Jassier, aquellas bodas podían ser extravagantes pero un poco raras, estaba nerviosa hoy por fin seria la boda oficial, seria la nueva princesa de Qatar, aquel moreno le habia dicho que al casarse tendría que asumir la regencia, aunque no deseaba aquello el deseaba y esperaba que su hermano Ahmand regresara y tomara el puesto como heredero. Aunque por lo que sabia aquel ‘principe’’ era todo un playboy y todos los escándalos que lo acompañaban.
Hoy sería su primer baile, habia tenido clases, pero no era lo mismo delante de muchas personas. Solo pensar en ese baile le hacía sonrojarse, habia pillado a Jassier mirandola mientras Kshia le enseñaba aquella danza suave y sensual tradicional de Qatar. Cuando se habia quedado sola se había acercado y atrapando sus labios y con un beso arrasador robandole el aire. Aunqje una parte de ella se sentía como si estuviera cometiendo un detilo desear algo que no tendría y no debería anhelar, jamás había sentido tanto deseo y ganas de compartir saliva con alguien de hecho aquellos tipos de besos les parecían asquerosos. No era para nada romentica y muchos menos enamoradisa, a veces pensaba que era mas que deseo y agradecimiento por haberla salvado, pero cuando pensaba detalladamente sobre Jassier y su trato asi ella estaba muy claro que le gustaba.Sin duda aquello le ponía de los nervios.—Señorita, es hora— mencionó kshia, le sonrió a quien sería la nueva soberana de aquel país; al principio había sido un poco renuente pensando que sería una persona petulante, pero había resultado toda una sorpresa.
—Ay Kshia, estoy tan nerviosa-—dijo mientras cubría su cuerpo con aquella fina tela, la hicieron tomar asiento y rápidamente empezaron a maquillarla y hacer unas hermosas henmas en sus manos y pies, adornaron su cabello con flores y piedras preciosas.
Isabel gruñó al sentir el peso en su cabeza.
—Se ve hermosa señorita, será la novia más linda que Qatar jamás allá visto-—dijo con ilusión las demás damas suspiraron viéndola con envidia y admiración. Sin duda aquella Rosa inglesa era hermosa, sus ojos como dos hermosas esmeraldas y su cabello rubio parecía un Ángel.
Con delicadeza pusieron el traje rojo con bordados de oro, aquel vestido era magnífico pero ligero fácil para bailar. Ya que eso se esperaba mucho en las bodas, se sentía nerviosa. Todas voltearon en dirección a la puerta, la que ahora sería la reina madre hacia su aparición todas hicieron una pequeña inclinación, Isabel sabia que aquella señora no la toleraba por la forma en que la observaba y murmura en su idioma.
—Todos fuera—dijo, todos se retiraron, aguardo al esperar que estuvieran solas y se acercó —. Solo vengo a visitar que tu estadía aquí no será agradable y te digo querida cuídate las espaldas—, amenazó y con renuencia le dio aquella pequeña tiara que siempre cargaba aquella que la señalaba como la ex reina consorte—. Buena suerte querida, porque la necesitarás.
Fakir la volvió a tomar la corona y se la coloco como era tradición, Isabel sintió como si estuvieran colocando una espada encima de su cabeza, colgando para hacerla caer.
Isabel entró en el salón todos aguardaron silencio y murmuraban exclamando lo hermosa y magnífica que se veía la primera esposa del jeque Jassier, sin duda era un Ángel y nada menos de lo que habían dicho los rumores; había rescatado a su prometida de las manos de aquellos bárbaros de Aquena, aquello sin duda había conmovido a los cuidados hasta los pueblos más alejados de la cuidad.
Jassier sonrió y le guiñó un ojo animandola, a seguir aquel largo tramo hasta llegar a su lado, la hizo arrodillarse y luego el hizo lo mismo, y el ministro empezó a recitar el corán aquello era importante al terminar el hombre coloco una nueva manta de color dorada sobre sus hombros y una de color plateada sobre los hombros de Isabel; ambos se levantaron y Jassier beso en la frente a Isabel, luego abría espacio para los besos.
Aunque ella no quiso sentirse decepcionada lo hizo, al menos esperaba aquel beso mágico.
La música, los bailes y los cantos no se hicieron esperar, Isabel se sentía feliz apesar de no ser una boda por amor y fuera por compromiso con Jassier por salvarla. Y ahora ella tenía un compromiso con él ayudarlo en esos seis meses que transcurrían de ahora en adelante. Sabia de sobre manera que tenia que mantener la calma y ser inteligente, además no dejarse llevar por los malos y venesos comentarios.Isabel había bailaido varias veces con algunas hijas de otro ministros e invitados, aquel lugar era paradisiaco. Las risas, felicitaciones y bendiciones no se hicieron esperar Isabel no podía evitar sonrojarse cuando la palabra bebé salía de los labios de aquellas mujeres, regalando les flores para la fertilidad. Pero de un momento todo cambió y en el lugar se creo un ambiente tenso entonces lo vio era el hermano mayor de Jassier, el que había abandonado Qatar cuando las cosas se habían complicado y mejor conocido como un jeque don juan. Ella lo había visto en muchas revistas y prensa amarillista. El hombre denotaba elegancia, pero sobretodo arrogancia, todos los presentes hicieron una inclinación al igual que ella, aquel era el protocolo; se sintió descolocada y buscó los ojos de Jassier, pero él en cambio no estaba tenso más bien una postura relajada y una gran sonrisa. Se levantó de su asiento y se acercó a su hermano, y le tendió la mano. Amhad sonrió y a modo de saludo abrazo a su hermano dándole una palmada en la espalda.
—Veo que he llegado tarde— se disculpó, y se acercó donde estaban sentado Jassier, un sirviente rápidamente coloco otra silla al lado de Su alteza—. ¿Donde está la novia? —preguntó.
Isabel se sintió descolocada por el rápido cambio de tema, alguien le dio un pequeño empujón haciendo que tropezara. Salio un pequeño quejido de su boca, con las mejillas sonrojada y las miradas puestas en ella se acerco a la mesa, Amhad la observo era hermosa, parecía un angel hermoso y aquel vestido rojo con esa hermosa capa plateada la hacía sobresalir sobre todas las mujeres presentes, hizo una pequeña inclinación y al levantar la mirada los ojos oscuros de Amhad chocaron con los ojos verdes de su cuñada.
Jassier sintió la tentación del momento y hizo un ademán para que continuara la música.
—Isabel, ven te quiero presentar a mi hermano mayor —mustio mientras entendió su mano ayudando la a subir los peldaños que había, Isabel asintió con una sonrisa nerviosa—. Príncipe Amhad, mi esposa Isabel— dijo, aunque Jassier quiso evitar unas un tono fuerte a la hora de pronunciar la palabra esposa.
Algo que Amhad no le pasó desapercibido, así que sonrio con una mirada lobuna y beso su mano, ella alejó rápidamente su mano sintiéndose pequeña, no podía evitar sentirse incómoda. Como si hubiera una clase de posición y un reto implícito en aquellas simples palabras.
—Un gustó Isabel—dijo mirandola fijamente, ella sintió sus manos sudar por los nervios y con una sonrisa nerviosa tomo asiento al lado de Jassier.
—¡Que siga la fiesta! — grito—¡Salud por los novios!— todos lo siguieron, pero Jassier lo miro de manera censurada luego hablaría con él.
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—Usted es muy hermosa, no se que pudo ver en mi hermano— ella se detuvo al escuchar la voz de Amhad lo había estado evitando como si fuera la peste—. Podrias ser mía.
Isabel abrió la boca sorprendida y retrocedió.
—No le permito dirigirse de ese modo así mi, y si usted tiene algún problema hable lo con él— soltó con dureza, él retrocedió sorprendido—. Ahora si me permite regreso a mi boda.
Amhad sonrió después de todo o tal vez haber vuelto seria divertido. La voz detrás de el le hizo sonreir.
—No sabia que ahora persigues a mujeres casadas—le dijo una voz con enojo—, cuidado con lo que haces, eres mi hermano, pero no tolerare que la acoses.Se acerco hasta el de manera amenazante.—Parece que te sienta bien el titulo—se burlo —, quien lo diría quien nunca quiso ser el califa.—Sabes que no tuve opción, porque no vuelves y haces todo por tu mismo.—No, gracias. Aunque me quedare unos días por aquí, tu esposa se ve alguien interesante, ¿Aunque me pregunto donde la conociste? —dijo en tono burlosco.—Eso no es de tu incumbencia, volveré a la fiesta deberías hacer lo mismo.Isabel se sintió acalorada cuando supo que era hora de partir, por ahora no tendría una Luna de miel, de eso había asegurado Jassier pero tendrían que pasar la noche en el desierto como era costumbre, eso la había asustado, hasta que el aseguro que estarían protegidos por grandes carpas y tendría un calor reconfortante ella estuvo apunto de decirle que no lo hiciera, pero Amir nada amable le explico que aquello era necesario para consumar el matrimonio si no seria tomado como una burla y el pueblo se sentiría furioso si ella de alguna forma evitaba esa tradición de más de seiscientos años atrás la cuál empezó el primer califa luego de haber robado a la novia casarse y pasar su primera vez como matrimonio en un lugar tan frío como aquel. Estaba furiosa no podía negar pensar en estar a la deriva, podría atacar y muchas cosas más que pasaban por su mente y ningu
Amhad aprovecharía la asencia de su hermano para molestar a la segunda esposa de su padre, a pesar de haberlo criado sabia que detrás de toda aquella apariencia había una mujer sedienta de poder capaz hasta de vender a su propia hija, algo que solo el conocía y cuanto se arrepentia no haberlo expuesto, duarnte los últimos ocho anos el alchool había sido su mas grande amigo y compañero.Y tenia que descubrir si su padre no había muerto de manera sospechosa, ya que este era un hombre my sano.—¿Usted se cree astuta? ¿No? — preguntó Amhad entrando en el pequeño salón que antes había pertenecido a su madre, y ahora la madre de Jassier se apoderaba de él como si todo aquello le perteneciera, aquello le molestaba de cierta manera, mientras crecia pensaba que era una persona humilde que agradecia los demás pero detrás de todo aquello se escondia una
Isabel se encontraba firmando las últimas peticiones que llegaron por el comité de la mujer, sin duda lo que mas amaba de su trabajo era aquello saber que podía ser el portavoz de otros ante diferente situaciones, se había alegrado cuando Jassier le había dado carta blanca con respecto a distintos proyectos que tenia en mente, no podía negarlo habia tenido muchos prejuicios y todavía tenía algunos pero tenía que aceptar que aquello era la forma de vida que aquellas mujeres conocían y muchas de ellas, simplemente se conformaban con ello, sabía por Amir que algunas vivían en el exterior trabajando en distintas embajadas y superándose teniendo la opción de quedarse o luego del plazo volver a casa. Aquello sin duda le tomo por sorpresa y mas enterarse que el matrimonio poligamico estaba prohibido desde hace mas de treinta años, aunque sabia que no todas las sociedades islámica
Isabel sonreía a los pequeños se acercaban, habían decidido dar una pequeña vuelta en un pueblo alejado del palacio, aunque principalmente habían ido para pasar un rato a solas la gente parecía reconocer a Jassier con quien en los últimos dos días parecían distantes el uno del otro, suspiró observando como interactuaba y jugaba con los pequeños y de repente pensó ¿Cómo sería Jassier de padre? ¿Seria así de grandioso? Aquel pensamiento le aceleró el corazón y sintió sus mejillas sonrojarse, aquello solo tenía que será anhelo porque en los próximos meses ella se iría eso era lo que Jassier había asegurado y había dicho dos noches atrás, no debía pensar o anhelar cosas que jamas pasarían. Nunca.Por una parte, le rompía el corazón abandonar aquello que e
La madre de jassier se encontraba tomando el te cuando vio ingresar a Malissa, hizo una pequeña mueca si fuera porque era una presa fácil y manejable se fuera desecho de ella al igual que el padre de esta; odiaba que todo se escapara de sus manos y no saber que estaba pasando.—¿Qué te trae por aquí? — le pregunto sonriéndole—, toma asiento.—Hoy será un hermoso dia— dijo con mucho animo. Fakhir la observo con curiosidad estaba tramando algo.—Si, pero… ¿Qué te trae por aquí? — volvió a preguntar, dejndo su te a un segundo plano.—Tal vez tengamos un poco de desorden en las próximas horas —murmuro sonrientemente.La madre de Jassier fruncio el ceño con molestia esperaba que no hubiera hecho nada estúpido porque si no la mataria con sus propias manos.—Espero que no hayas hech
Habian llegado Isabel miraba todo embelesada quien se imaginaría que la supuesta luna de miel seria en Bora Bora, sabia también que Jassier solo lo investigaba lo del posible secuestro ya que kshia estaba desaparecida y a su esposo le preocupaba que estuviera ahí mientras desconocían quien más pudo haber ayudado, ella solo de pensar que ella tuviera algo que ver le hacía estremecer el cuerpo, se abrazo más al cuerpo de Jassier la brisa al bajar del avión era fría y hasta se podría decir que un poco húmeda nada mejor que un lugar tropical.Luego de varios minutos en el auto llevan a su bumgalo donde se ospedaran, Isabel queda impresionada de lo lujosa y elegante del sitio, Jassier se ríe y la besa fuertemente apretando la contra su pecho apesar que fue hace dos días del casi secuestro no se puedo quitar esa sensación de casi haber perdido a alguien importante y el miedo no desapar
Ambos tenían muchas cosas que decir, pero ninguno se atrevía seria el ¿orgullo? Ambos meditaron sobre ello, pero no, no lo era; tenían miedo de enfrentar aquel sentimiento que los invadía, tenían miedo de perder lo que tenían ¿Pero ¿qué tenían? Jassier sabía que daba poco tiempo y ella también lo sabía, pero ahora el miedo que le hicieran daño a ella hacia querer que el tiempo corriera rápido y llegara el 15 de abril, aquel anhelado día. Ninguno habló durante las seis horas de vuelo y que se podían decir, unos deseaban pedir perdón y el otra una disculpa. Sin duda eran ridículos. Ambos le superaban esas situaciones, le molestaba de sobremanera que defendiera a Amhad luego de haberla acosado cuando tuvo la oportunidad.El miedo a dejarse llevar o perderlo todo era mayor ¿Pero realmente se tenían? ¿No ers algo in
La seguridad en el palacio había aumentado los siguientes dos días habían sido estresantes desde controles cada veinte minutos y la constante vigilancia de la seguridad que le asignada no había hablado con Jassier mas bien lo evitaba completamente tenia que mantener la calma y recuperar el sentido común había sido su error creer que podían crear algo mas, pero no podía evitar sentirse un estorbo completamente.La puerta de la habitación fue abierta y un Jassier cauteloso entro, intentado ponerse en el terreno.—Isabel, necesitamos hablar—dijo seriamente.—Ahora no quiero hablar, sigo furiosa— dijo evitando mirarlo.—No estoy pidiendo permiso, es algo de lo que debemos hablar— dijo sentándose a su lado—. No me voy a disculpar por mi adtitud de ese dia, pero si lo que dije; no entiendes lo que se trata con respecto a mi familia y hay cosas que des