Isabel se encontraba firmando las últimas peticiones que llegaron por el comité de la mujer, sin duda lo que mas amaba de su trabajo era aquello saber que podía ser el portavoz de otros ante diferente situaciones, se había alegrado cuando Jassier le había dado carta blanca con respecto a distintos proyectos que tenia en mente, no podía negarlo habia tenido muchos prejuicios y todavía tenía algunos pero tenía que aceptar que aquello era la forma de vida que aquellas mujeres conocían y muchas de ellas, simplemente se conformaban con ello, sabía por Amir que algunas vivían en el exterior trabajando en distintas embajadas y superándose teniendo la opción de quedarse o luego del plazo volver a casa. Aquello sin duda le tomo por sorpresa y mas enterarse que el matrimonio poligamico estaba prohibido desde hace mas de treinta años, aunque sabia que no todas las sociedades islámicas ponían en practica esto.
Qatar era una tierra llena de vida, historia y color la forma en aquellas plazas con el sol en su punto más alto observaba a los niños correr a la gente pasear los lugares, aquello le encantaba al principio pensó que le molestarían algunas cosas, aquello como la ropa que ahora debía vestir aquella larga túnica y el velo, aquello era esencial. No se sentía así más bien le gustaba de cierta forma, bueno sin duda le gustaba todo y más que nada Jassier, ese hombre sabía hacer temblar con su paso, aquel que denotaba poder y serenidad. Aunque a veces parecía solo y atormentado.Sintió sus mejillas arder y recordando el beso ardiente que le había dado antes de marcharse se tocó sus labios, todavía podía sentir aquellos carnosos labios sobre los suyos, todo él era una tentación estar a su lado era vivir en una nube, aquello a veces no podía ser real.Isabel refunfuño al ver entrar en la estancia donde trabajaba a Amhad, aquel hombre era hermoso no podía negarlo pero había algo en él que simplemente le gritaba la palabra "advertencia " tenía un andar muy distinto a Jassier; el de Amhad era petulante y tenia esa mirada siniestra y a veces podías sentir que podía encoger tu mundo, lo había observado era callado pero sin duda se movía a cada rato, aquello sabia que tenía nervioso a Jassier una lucha por su hermano por la línea de sucesión ahora no era necesaria, su oportunidad fue durante la boda; y sabia que Amhad estaba seguro de aquello. Su presencia la molestaba más de allá le causaba irritación a acordarse de como la había abordado el día de su boda de aquella manera descarada como si esperara que ella se echara sobre sus brazos.
Amhad sonrió al ver los ojos brillar furiosos de la dama, aquello le encantaba no podía negarlo era como cazar, vigilar, observar y luego acechar. Ver como la mujer se ergia y alzaba la barbilla y siempre acompañado con ese brillo fiero en la mirada dispuesta a combatirlo. Se desplazo por el lugar observando, era un lugar sencillo a como había pensado que sería más novedoso y lujoso, su informante le habia dicho que solo había hecho unos pequeños cambios conservando todo lo que Aanisa había hecho con el lugar, estaba furioso cuando escucho que le habían cedido aquel lugar tan especial a una plebeya.
—Veo que has mantenido el concepto—observó de manera despreocupada, Isabel levantó la mirada de los papeles prestándose atención—. Al parecer te encanta lo antiguo.
—Sí, es muy bonito el lugar y no quería cambiar el estilo— murmuró sincera—, además me gusta el lugar.
Con paso gatuno Amhad se acercó sentándose a su costado, Isabel sintió su cuerpo estremecerse no le agradaba su presencia, sabía que podía colocarse en problemas. Y por alguna razón sentía un nudo en su estómago como aquel día que había sido llevada detenida, aquel malestar que le producía náuseas.
—Veo que no has perdido el tiempo—dijo luego de un rato, la mujer padeció cuando sintió su aliento sobre su nuca, se desplazó intentando mantener el mayor espacio posible entre ambos—. Las mujeres como tú nunca lo hacen—susurro apretando su cuerpo contra el mueble, Isabel levantó el rostro encontrando aquella mirada de color café, sintió su respiración detenerse por un momento su corazón latía fuertemente—. Siempre buscan más de lo que pueden obtener y tal vez dejas que otros se aprovechen de ti.
Isabel intento colocarse de pie, pero coloco su mano libre sobre la cintura de mujer reteniendo la, dos personas veían aquello esperando de alguna forma que la mujer gritara la habitación tenía una atmósfera tensa y llena de miedo, rabia y celos.
—Suelteme, no sé quién se crea que es— soltó furiosa—, pero le prohíbo acercarse de esa manera, aléjese. No sé que piensa que obtendrá de mi, pero escuche me jamás traicionaré la confianza de Jassier al creer en sus dudosas palabras—soltó un gran suspiro—. Así que quiteme las manos de encima.
—No crei que fueras tan tonta, al final caeras en cuenta que nunca debiste poner un pie en este lugar— dijo y sonrio ante la presencia de su hermano menor.
Eso fue lo único que necesito el hombre para acercarse y sacar a Isabel del agarre de su hermano, apartando lo haciendo que el hombre cayera al piso, Amir soltó una maldición, Jassier tomo la mano de Isabel colocandola detrás de si, protegiéndola de Amhad se levantó y miró furioso a Jassier, sus manos convertidas en puños apunto de lanzarse por él, pero no podía hacerlo atacarlo sería provocar que lo desterraran de Qatar, tendría que ser más listo.
Agarro fuertemente la otra mano de su hermano mirándolo fijamente.
—¿Me estas desafiando Amhad? —preguntó Jassier, estaba furioso y celoso, sabía que tenía que tener un joven sobre su esposa, habia muchos cuervos en aquel lugar.
—¿Un desafío? —preguntó con una sonrisa ladeada—. Creo que lo ha sido desde que naciste, hermano—murmuró recalcando con odio aquella palabra. Yo que tu le mostraría mis verdaderas intenciones hermano el tiempo corre.
—Entonces es un desafío— reafirmó y sacó a la joven de ahí, llevándola fuertemente del brazo, sentia sus manos arder de la furia a entrar a sus aposentos despidió a todos y se quedaron ellos solos.
Mirándose fijamente, Isabel sentía su corazón latir desvocadamente al igual que si respiración, Jassier estaba igual sentia rabia, celos y mucho de aquello último.
Se acercó y beso a la joven con fuerza, era un beso arrasador robandole todo el aliento cargó a la joven haciendo que enredara sus piernas alrededor de su cintura. La recostó sobre la cama sin quitar la mirada de aquellos ojos esmeraldas, recorriendo sus boca por toda su piel, lamiendo y chupando sus senos, masajeandolos con sus manos, sentia todo aquel placer albergarse en todo su cuerpo, entre gemidos y suplicas se sacaron la ropa entre besos arrebatados y miradas que robaban el aliento, Jassier gimió al sentir como su sexo se introdujo en su vagina sintiendo magnífico la estrechado que era aquella cabida, con pequeños movimientos certeros y rápidos, besos y carias llegaron hasta el más exquisito clímax, Isabel arañaba aquella dura y ejercitada espalda murmurando palabras incongruentes mientras se dejaba llevar por un de esos placeres que solo aquel hombre sabia hacerla sentir.
Como siempre Jassier se lavanto dejándola en la cama, y Isabel no pudo sentir ese enorme vacio se había acostumbrado a su calor, a tenerlo para ella. Había cometido un grave error tener mas de lo que podía tener.
—Jassier— lo llamo y dudosa le pregunto—, a que se referia con que se acaba el tiempo.
El se paralizo sabia que su hermano lo estaba provocando y aquello le ponía de nervios, no entendia que ganaba con eso. Si quería ocupar su lugar en el califato se lo entregaría gustoso.—No es algo que tengas que conocer— le respondio toscamente y se giro un poco observándola—. No preguntes cosas que no tienes permitido saber, solo ocúpate de lo que te corresponde.
—Jamas… lo hice en ese sentido— se quejo ella, apretando la suave sabana contra su pecho protegiéndose.
Algo cada vez mas fuerte se acumulaba y ambos lo sabían.
—Que tengamos sexo y me quede contigo no significa que tengamos una relación mas alla de eso, no te hagas ideas equivocadas— le dijo mientras se vestia—. Velo como un intercambio entre ambos, no pienses cosas que jamas van a pasar.
Dicho aquello se termino de vestir y se marcho huyendo de todod aquello.
Isabel se negó a llorar, ella lo sabia desde el principio nada seria diferente; pero ahora se sentía como si pagara con sexo por haberla salvado ¿estaba arrepentido? ¿Habia cruzado el limite? Eso no lo sabia y tampoco quería comprenderlo.’
No pensaría mas sobre ello, solo quedaban cuatro meses antes de marcharse de aquel lugar.Quedaba poco solo debía aguantar.
Isabel sonreía a los pequeños se acercaban, habían decidido dar una pequeña vuelta en un pueblo alejado del palacio, aunque principalmente habían ido para pasar un rato a solas la gente parecía reconocer a Jassier con quien en los últimos dos días parecían distantes el uno del otro, suspiró observando como interactuaba y jugaba con los pequeños y de repente pensó ¿Cómo sería Jassier de padre? ¿Seria así de grandioso? Aquel pensamiento le aceleró el corazón y sintió sus mejillas sonrojarse, aquello solo tenía que será anhelo porque en los próximos meses ella se iría eso era lo que Jassier había asegurado y había dicho dos noches atrás, no debía pensar o anhelar cosas que jamas pasarían. Nunca.Por una parte, le rompía el corazón abandonar aquello que e
La madre de jassier se encontraba tomando el te cuando vio ingresar a Malissa, hizo una pequeña mueca si fuera porque era una presa fácil y manejable se fuera desecho de ella al igual que el padre de esta; odiaba que todo se escapara de sus manos y no saber que estaba pasando.—¿Qué te trae por aquí? — le pregunto sonriéndole—, toma asiento.—Hoy será un hermoso dia— dijo con mucho animo. Fakhir la observo con curiosidad estaba tramando algo.—Si, pero… ¿Qué te trae por aquí? — volvió a preguntar, dejndo su te a un segundo plano.—Tal vez tengamos un poco de desorden en las próximas horas —murmuro sonrientemente.La madre de Jassier fruncio el ceño con molestia esperaba que no hubiera hecho nada estúpido porque si no la mataria con sus propias manos.—Espero que no hayas hech
Habian llegado Isabel miraba todo embelesada quien se imaginaría que la supuesta luna de miel seria en Bora Bora, sabia también que Jassier solo lo investigaba lo del posible secuestro ya que kshia estaba desaparecida y a su esposo le preocupaba que estuviera ahí mientras desconocían quien más pudo haber ayudado, ella solo de pensar que ella tuviera algo que ver le hacía estremecer el cuerpo, se abrazo más al cuerpo de Jassier la brisa al bajar del avión era fría y hasta se podría decir que un poco húmeda nada mejor que un lugar tropical.Luego de varios minutos en el auto llevan a su bumgalo donde se ospedaran, Isabel queda impresionada de lo lujosa y elegante del sitio, Jassier se ríe y la besa fuertemente apretando la contra su pecho apesar que fue hace dos días del casi secuestro no se puedo quitar esa sensación de casi haber perdido a alguien importante y el miedo no desapar
Ambos tenían muchas cosas que decir, pero ninguno se atrevía seria el ¿orgullo? Ambos meditaron sobre ello, pero no, no lo era; tenían miedo de enfrentar aquel sentimiento que los invadía, tenían miedo de perder lo que tenían ¿Pero ¿qué tenían? Jassier sabía que daba poco tiempo y ella también lo sabía, pero ahora el miedo que le hicieran daño a ella hacia querer que el tiempo corriera rápido y llegara el 15 de abril, aquel anhelado día. Ninguno habló durante las seis horas de vuelo y que se podían decir, unos deseaban pedir perdón y el otra una disculpa. Sin duda eran ridículos. Ambos le superaban esas situaciones, le molestaba de sobremanera que defendiera a Amhad luego de haberla acosado cuando tuvo la oportunidad.El miedo a dejarse llevar o perderlo todo era mayor ¿Pero realmente se tenían? ¿No ers algo in
La seguridad en el palacio había aumentado los siguientes dos días habían sido estresantes desde controles cada veinte minutos y la constante vigilancia de la seguridad que le asignada no había hablado con Jassier mas bien lo evitaba completamente tenia que mantener la calma y recuperar el sentido común había sido su error creer que podían crear algo mas, pero no podía evitar sentirse un estorbo completamente.La puerta de la habitación fue abierta y un Jassier cauteloso entro, intentado ponerse en el terreno.—Isabel, necesitamos hablar—dijo seriamente.—Ahora no quiero hablar, sigo furiosa— dijo evitando mirarlo.—No estoy pidiendo permiso, es algo de lo que debemos hablar— dijo sentándose a su lado—. No me voy a disculpar por mi adtitud de ese dia, pero si lo que dije; no entiendes lo que se trata con respecto a mi familia y hay cosas que des
Malissa había tardado un poco en encontrar el despacho que le habían falicitado a Isabel, sin importar llamar a la puerta entro se quedo encanta sin duda quien lo haya decorado tenia un gran gusto; era todo lo que uno podía desear. Detalló la habitación sin hacerse notar queria ver a que se estaba enfrentado y que tan lejos podía llegar porque tenía que ser cuidadosa y sobretodo conocer los límites. Le habían dicho que el rey Jassier estaba perdido en aquella occidental, no podía negar que era linda, pero sin duda le faltaba aquella esencia que solo las mujeres de Qatar tenia y aquello que el pueblo aclamaba un heredero puro, no un mestizo, aquello le había asegurado su padre su trabajo allí era impedir un embarazo en los últimos dos meses restentates y estaba segura que lo lograría después de todo, el doctor real era un pariente lejano y un hombre arraigado a las costumbres.
La tensión entre los miembros de la familia real era cada vez más tensa. A punto de estallar, todos buscaban una manera de contenerse, todos tenían un ojo sobre alguien. Aquel día todo se desató, desayunaban todos juntos a Isabel, aquello le incomodaba en los últimos dos semanas, eran pocas las veces que todos se habían reunidos, solo para eventos necesarios. Jassier en la punta de la mesa a su lado derecho se encontraba Amhad de su lado izquierdo Isabel y a su lado la reina madre y la desagradable de Malissa. Solo pensar en ella la ponía de nervios, siempre buscaba incomodarla o hacerla quedar mal.- Buen provecho a todos, hoy va hacer un maravilloso día - exclamó Amhad para después coger la cucharilla y empezar a comer, todos lo hicieron con recelo.Una guerra de miradas se desataba en la mesa y Amhad no apartaba la mirada de Jassier. Por su parte, Fakir estaba analizando toda la situaci&oac
Fakhir con un poco más de fuerza empujo a la joven contra en ventanal, tenia que hacerlo aquella mocosa no iba a arruinar todo lo que había logrado en esos 34 años, había luchado para gobernar habia intentado matar aquel tonto rey, pero parecía más fuerte que un roble. Había ideado todo con calma y sobretodo con cuidado hasta el final todavía no entendia como se había salido de sus manos.—Tú no me quitarás todo lo que he logrado hasta ahora, eres una fija que no estaba en mis planes— dijo firmente sin algún remordimiento, la volvió a empujar haciendo que quedara más cerca del ventanal, Isabel se sostuvo del marco tambaleándose. Miro así abajo y se mareó aún más tenía que allar una forma de salir de aquel lugar. Se movió un poco tratando de quedar un poco fuera del ángulo del ventanal—. Eres un desperdicio,