—¡Suéltame! —La voz déspota de la mujer me toma por sorpresa, pero no me dejo amedrentar y no la suelto, le sostengo la mirada.—¿Qué pasa, mamá?Una voz femenina con un acento extraño me hace desviar la mirada. Una chica bastante guapa se acerca a nosotras, con paso decidido y una expresión de sorpresa. No puede terminar la frase cuando se detiene, frunce el ceño y acomoda un mechón de su cabello rubio detrás de la oreja.Como una autómata me alejo de ambas mujeres, tragando en seco. Exhalo despacio, intentando procesar este extraño suceso que me ha dejado sin palabras y con los ánimos por el suelo. Ava se acerca a la chica y la abraza tomando distancia de mí, como despreciandome y dando a entender que no quiere verme ni hablar conmigo. Me hiere.—¿Quién es esta mujer, mamá? —La jovencita frunce el ceño al detallarme mejor, mientras que frota el brazo de Ava con cariño, de manera protectora.—No lo sé, no la conozco —responde, pareciendo contrariada. De inmediato, todo mi mundo parec
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