El desfalco y el robo en el ejercicio de un cargo público o privado es la práctica más asquerosa del ser humano, sin embargo, a pesar de ser uno de los peores crímenes que puede cometerse en perjuicio de una nación, se dejan pasar desapercibidos, sin que las autoridades les brinden la menor importancia y de hacerlo, de muy rara vez, en su mayoría se quedan engavetados sin que la sociedad se dé cuenta de la suerte que han corrido esos expedientes.Este virus social, el cual parece un mal sin remedios, ha sido uno de los crímenes más devastadores de todos los tiempos, y el más visible de todos los delitos, pues cualquier funcionario en toda su carrera ministerial en el ejercicio de un cargo, nunca justificaría su exceso de riqueza, por tal razón resultaría fácil poder establecer su responsabilidad directa con el crimen, pero casi siempre se queda empañado debido a la corresp
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