Los eventos de estado siempre la habían le habían parecido aburridos, y en ese momento, en medio de una cena de gala con todos los miembros de la familia real, el primer ministro y todos los dignatarios presentes se esforzó por seguir el hilo de la conversación que se desarrollaba su alrededor.Con su esposo evidentemente aburrido y molesto igual que en cada ocasión que los hijos y nietos de la reina se encontraban presentes, recordándole su verdadero lugar y posición en la realeza.Robert parecía deseoso de que todo aquel evento terminara y poder irse, sobre todo dado que el príncipe Gabriel, el nieto mayor de la Reina y futuro heredero de la corona, por supuesto rival número uno del vanidoso y soberbio Robert, había regresado de una de sus misiones en la marina, donde había, según decían en los círculos más altos, sido desplegado en el extranjero en una misión clasificada.Tratando de mejorar el mal humor de su marido y notando que todos se encontraban enfrasc
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