Tengo los ojos fijos en la pelota de baloncesto que se incrusto sobre el muro de la casa, veo de mi hermanito a la pelota, veo por todos lados la forma de como bajar la pelota, en el amplio jardín busco una manera de subir, en algún momento veo que es posible hacerlo entre la pared y una columna que une la pared y una bodega donde guardan varias cosas de la tienda de té.-¡Raquel, Raquel quiero mi pelota! -exclama Manuel-¿Qué te parece, te compro una nueva, puedes acompañarme, tu la eliges? ¿estas de acuerdo? – niega con la cabeza-No, yo quiero esa, esa me la dio papá – suspiroColoco mi pie en el espacio que veo en la pared, luego el otro, la mano y la otra, subo con lentitud, uno a uno hasta que llego a la cima, me estiro sin soltarme hasta que logro que salga, la pelota cae, Manuel corre por ella, coloco mi mano en un sitio que parece muy malo porque siento que me resbalo, inte
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