EL SECUESTRO Sentada en el recibidor de su oficina verificando unos planos, días después, todavía Diana se preguntaba de dónde había sacado el valor para enfrentarse a todos y decir de una vez la verdad. Con el escándalo que había hecho Mónica todo el mundo lo sabía. Cuando salió esa mañana de la oficina todo el personal de la empresa la miraba y hablaba de ella cuando daba la espalda. Sin embargo; Karla se encargaba de defenderla delante de todos.Ojalá y tuviese el temple de Ian, quien le seguía diciendo que no hiciera caso. Que no importaba lo que pensaran los demás. Ellos eran los únicos que necesitaban saber qué había pasado realmente, y al igual que él, también estaba un poco cansada de ocultar a todos sus sentimientos hacía él. De ninguno de los sabía absolutamente nada. Mó
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