Y se acostumbró demasiado rápido, aunque no es que se sintiera cómoda todo el tiempo, en realidad.Cada momento que se daba tiempo de reflexionar, se daba cuenta de que estaba disfrutando demasiado de la vida que tenía; a pesar de que no era fácil, pues sus malestares de embarazo eran una pesadilla, una que no le asustaba tanto en esa enorme y cómoda habitación en que se hospedaba.La habitación era en serio enorme, si le añadían un tercio de la cocina de esa casa, y la mitad de su baño se transformaba en patio, tenía todo su departamento, prácticamente.En el resto de la casa le resultaba difícil, pero disfrutaba en serio su habitación, la cocina cuando Ana compartía tiempo con ella y, sobre todo, estaba encantada con el jardín trasero de la casa que casi parecía un parque.A veces estaba tan cómoda que incluso se sent&iacu
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