James estaba de mal humor, levantarse temprano no era lo suyo, pero para este viaje era lo conveniente.—¿Quedémonos en la cama—rogó.—James, es importante para mí, solo vístete y vamos. —Le di varios besos en los labios hasta sacarle una pequeña sonrisa. —¿Podríamos economizar el agua.—El ambiente sí que me alegra el día. —Ambos reímos y nos fuimos directo a la ducha.Como sabía que esto de las travesuras se iba a dar en la madrugada para poder despertar a James lo desperté un poco antes, le sería el desayuno al igual que el mío, fruta con tostadas y queso fresco, comimos un poco y nos dirigimos al aeropuerto, estando ahí el piloto no estaba listo, por lo que un café y un té nos sirvieron como acompañantes temporales, envié un mensaje a Verónica y dijo que iba saliend
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