4 DE SEPTIEMBRE – 11:45 AMEnciendo mi celular e inmediatamente los mensajes no paran de llegar. Todos los grupos de chat que tengo en el WhatsApp están llenos de mensajes sobre lo que está sucediendo, amigos que viven en distintas partes de la ciudad reportan situaciones similares, en algunos lugares más graves que otras.Entre los mensajes veo uno que me hace llenarme de coraje e impotencia; el de mis papás. Minutos después de quedarme dormido anoche me escribieron explicándome que mi hermano acababa de llegar a la casa con una herida, me pedían instrucciones de cómo limpiarla y un par de horas después, y a falta de respuesta mía, me reclamaban del por qué no me entraban ni las llamadas.Un nudo comienza a formarse en mi garganta. Si tan solo me hubiera mantenido despierto un poco más, si tan solo hubiera cargado el celular, pero lamentablemente no existen los &l
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