Xander, el pequeño y hablador pequeño de ocho años que se encontraba mirando a Bastian desde una esquina de la habitación. Todavía no se rendía, deseaba tanto que ese chico de quince años le dijera que sí. Su padre Alex le había dicho que debía de seguir luchando por lo que quería, así como hicieron sus abuelos, hasta el día de su muerte.Se sentía tan cansado, pero valía la pena verlo todo el día, no se rendiría así de fácil, eso sí que no.Hasta que un día escuchó la conversación que cambió su vida, Bastian hablaba con un chico de su facultad de medicina que se preguntó si eran algo más que amigos, por la forma en que sonreía y en la que susurraba cosas que no lograba escuc
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