Ese beso en París
Ellos, son polos opuestos.
Son como el día y la noche, como el agua y el aceite, como perro y gato, como el blanco y el negro.
Ella, introvertida, desconfiada, temerosa y quiera o no apegada a su pasado.
Él, un Don Juan, extrovertido, decidido, vive el presente, pero quiera o no apegado a su pasado también.
Sus pasados son completamente diferentes, pero llegado el momento ese va a ser el desencadenante del comienzo de una relación que lo cambiará todo.
Llegado el momento se darán cuenta que, esas diferencias, no son más que detalles.
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