Segundas oportunidades
¿Qué tan seguro estamos de no volver a encontrarnos con las personas después de tanto tiempo?
En mi caso, pensé que jamás volvería a verlo. Me había hecho a la idea de ello.
Pero el destino, como siempre, hizo de las suyas.
Habían pasado casi diez largos años desde que lo ví la última vez. Luego de haber compartido cama con él, y algo más, decidí dejarlo. "No me sentía preparada para algo más que ser ligues". Al menos, eso fue lo que le dije.
Aunque nada de eso tenía que ver con la realidad de las cosas.
La verdad era que mi vida ya estaba atada a alguien más, y así poder salvar el pellejo de mi padre. Al que no le importó mi felicidad. Al que no le importó ni un poco el hecho de romperle el corazón, y el mío propio.
Sólo quería saldar deudas. Deudas que solo "podía" pagar conmigo.
Al ver de nuevo a Massimo después de todos estos años, me di cuenta que durante todo ese tiempo estuve viviendo en una vil mentira, no lo había superado. Pero siempre había escuchado que "después de un cucaracho, llega un buen muchacho" y lo confirmé.
¿El problema? Es que resultó ser su sobrino.
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