Traiciones: Sin mirar atrás
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.
Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.
Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.
La llamada de emergencia llegó a mi esposo, pidiéndole que fuese a encargarse.
Pero en ese momento, él decidió ignorarla porque estaba ocupado preparando un consomé de pollo para su amorcito, quien no se encontraba muy bien.
Más tarde y por azar del destino, lloró rogándome que tan solo pudiera mirarlo una vez más.
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