Ella está fuera de tu alcance
Después de tres años de matrimonio, Mariana Chávez aún no había logrado ganarse el amor de Walter Guzmán. Tras un malentendido, decidió divorciarse y volver a ser la princesa de su familia.
Su padre, comportándose como un niño mimado, le preguntó: —¿Cuándo vas a heredar mis millones, mi niña?
Su madre, con una sonrisa resplandeciente, la invitó: —¡Querida, estudia diseño! Yo me encargaré de impulsarte. ¡Te prometeré que serás famosa!
Pero su abuela refutó con seriedad: —No, Mari debe estudiar medicina. Tiene tanto talento en ese campo, ¡sería una pena desperdiciarlo!
Mariana preguntó: —Abuelo, ¿tú qué opinas?
Su abuelo, con expresión tranquila, respondió: —¿Qué tal si simplemente tomamos café, cuidamos nuestras plantas y disfrutamos de la vida en la vejez?
Mariana pensó que ese era el mejor momento de su vida, pero entonces, de manera inesperada, el canalla que siempre quiso divorciarse de ella volvió a aparecer.
—Mari, me arrepiento.
El patán, borracho, la abrazaba, con los ojos rojos y la voz entrecortada. —Llámame cariño una vez más...
Mariana sonrió con malicia. —Señor exmarido, ¿podrías tener un poco de dignidad?
El exmarido replicó con convicción: —La dignidad es una basura comparada con mi mujer.
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