Volverás a amar... Cuando las cicatrices hayan sanado
Todos en esta vida, en algún momento, necesitamos pagar para que alguien escuche nuestra historia, seguramente mi familia me cree una desequilibrada y no es para menos, luego del último arranque que tuve.
- “Isa, de verdad lamento verte en este estado, no sabes cuánto lo lamento, nunca debimos volver a cruzarnos.”
- ¡ISA! ¿Eres idiota o qué?¡Deja de engañarte! Si termine contigo, fue porque nunca vas a encajar en mi mundo, tú eres una simple asistente.
- Te haces la muy fuerte y digna, pero no eres nada, intente que encajaras con las personas que normalmente me relaciono, pero sigues siendo la misma escuincla inmadura de antes, ¡Ya madura, por Dios!
- Yo nunca te tome como algo formal, te recuerdo que la que se hizo esa fantasía en su cabeza, fuiste tú, ¿Tú crees que yo me podría fijar en ti para algo formal?
Si soy totalmente honesta, no he querido hablar sobre él en mis terapias, no porque no quiera, sino porque me da pena aceptar todo lo que viví a su lado.
Al revisar mi correo en el trabajo, noto un correo de R.H. el cual notificaba que se había abierto una vacante como asistente del CEO con sede en Nueva York. La vida de la chica que fuera seleccionada por Dominik Müller, cambiaria por completo, no esperaba ganar el puesto, pero soñar no cuesta nada ¿Qué tal si me pasaba?
- La mujer que elija debe poseer varios conocimientos y estar conmigo 24/ 7, los 365 días del año, además de que deberá viajar conmigo a cualquier parte del mundo a la que vaya.
- Necesito que la compañía tramite tu visa y pasaporte. Te veo en Nueva York tres meses Ana Teyssier.
- Mamá, tranquila, es por trabajo, yo no me caso, solo he sido promovida.
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