Aún no había llegado a casa cuando recibí la llamada de David. —Esmeralda, ¿para qué haces esto? Aunque no lo dijo claramente, supe exactamente a qué se refería. Luna no pudo esperar para ir a contarle lo sucedido. Él me dijo que apoyara a mi querida hermana, a su amante. Me reí con indiferencia. —¿Y si en serio quiero hacer esto? David parecía muy abrumado de todo: —Esmeralda, no importa lo que haya pasado… Antes de que pudiera terminar, lo interrumpí. —No me vengas con que, no importa lo que haya pasado, ella es mi hermana. Tú la amas y te gusta tratarla como hermana, pero yo no tengo esa costumbre. A decir la verdad no soportaba que alguien me dijera que, sin importar nada, Luna es mi hermana. Como si por ser hermana, todo lo que ella me hizo no importara. —Esmeralda, lo del pasado fue todo un malentendido, ¿por qué no lo dejamos atrás? —No lo dejo pasar, no fue un malentendido, ¡fue una trampa! ¡Nunca voy a olvidar el pasado! Si te sientes capaz de soporta
—En pocas palabras, ¡ya no somos familia! Él me dio la vida, yo le devuelvo la vida y la libertad, quedamos a mano. Mi madre y mi hermano quedaron atónitos, sin poder reaccionar. Nunca imaginaron que yo diría algo así. Después de todo, yo siempre fui una persona que ansiaba la familia, que ansiaba el amor de su familia. Antes, con que ellos me trataran un poco mejor, yo les habría dado hasta mi vida. Pero, ahora, voy a cortar toda relación con ellos. Por fin, mi madre reaccionó. —Barbara, ¿estás loca? Ella, como siempre, defendiendo a su querida hija adoptiva. Sonreí, indiferente. —¡Pues que digan que estoy loca si es lo que tanto quieren! Ya no quiero más familia, ya no quiero amor. La vida que me costó tanto recuperar, ahora la quiero dedicar a cosas más útiles. No quiero perder ni un segundo más de mi tiempo con ellos. Mi madre nunca había visto a una persona tan decidida como yo, y esta versión de mí la dejó sin saber qué pensar. —Barbara, ¡ese es tu papá,
David quiso agarrar a Luna, pero cuando pensó, giró su cuerpo y, en lugar de dejar que Luna se lanzara hacia él como siempre lo hacía, solo extendió su mano para agarrar su brazo y volverla a levantar.Luna, que ya estaba muy triste, cuando vio que David ni siquiera le permitía tocarlo, se puso claramente molesta.Noté la actitud evasiva de David y no pude evitar reírme con sarcasmo.—Mira —pensé—. Él mismo sabe que, como hombre casado, no debería estar tan cerca de otra mujer que no sea su esposa, que eso está mal.Pero antes, él abrazaba a Luna fácilmente, le permitía que se colgara de su brazo y todo parecía tan íntimo.Yo le decía algo, y él se atrevía a decirme que mi corazón malinterpretaba todo.Por lo que leí en mi diario sobre mi estado mental, afortunadamente perdí la memoria sobre él.Si no lo hubiera olvidado, y si todavía estuviera viviendo en esa constante autocrítica bajo su control mental, seguro ya estaría deprimida.Antes de que David pudiera decir algo, Luna comenzó
Estos años, no importaba lo difícil que fuera su situación económica, siempre que Luna necesitara dinero, él encontraba la manera de conseguirlo. Ni hablar de cuando tenía dinero, cada vez que Luna pedía algo, él se lo daba sin pensarlo dos veces. Ella no podía creer que David dijera esas palabras. Cuando yo estaba siendo tan cruel con ella, no solo no me regañó, ¡sino que hizo esto…! Esto la irritó tanto que todo le daba vueltas y casi se desmaya. Casi se desmaya de verdad. Antes, cuando veía que ella se sentía mal, David se ponía tan nervioso que no podía calmarse. Pero, ahora, no mostraba la más mínima preocupación por ella. Esta vez, sus lágrimas ya no eran fingidas, sino que caían por montones al suelo. —David, dijiste que me cuidarías toda la vida… —Luna miró a David, su cuerpo débil temblando. Su apariencia tan triste casi hizo que incluso yo, que no tenía piedad, me sintiera intranquila . Y mucho más a David. Vi cómo las manos de David se apretaban sin que
Luego, justo cuando Luna estaba a punto de chocar, David la salvó a tiempo. Cuando David se paró frente a Luna, sentí que él estaba tan desahogado que casi parecía estar agradeciendo al cielo. David dijo que no sentía nada de atracción romántica hacia Luna, y yo le creí. Le creí porque realmente pensaba que él no amaba a Luna, que me amaba a mí. De lo contrario, no habría entregado toda su fortuna. Pero creo que él no sabe, no sabe que la persona que realmente ama es Luna. Si no fuera así, no podría haber reaccionado de esa forma. Cuando David vio que Luna estaba bien, ya estaba a punto de relajarse cuando se encontró con mi mirada llena de sarcasmo. Su corazón dio un vuelco y, por instinto, trató de apartar a Luna. Pero Luna, con los ojos cerrados, se dejó caer en sus brazos. Yo pensaba que él la abrazaría con la misma preocupación de siempre y la llevaría corriendo al hospital. Estaba incluso lista para ir al día siguiente a recoger el certificado de divorcio. Sin embarg
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab
Al ver los pedazos de vidrio en el suelo, el tipo al parecer se irrito. Su arrogancia hacía que la atmósfera del hospital se sintiera aún más fría.—¿Cómo se te ocurre hacer un berrinche en medio de un hospital? ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como una adulta?Yo no respondí nada, solo no podía creerlo.¿Berrinche?¿Quién es él como para hablarme de esa manera?Parecía que iba a decirme más cosas, pero se acordó de algo.—Luna no quiere salir del hospital y ni siquiera volver a casa, ella se siente bastante dolida por tus dramas. Está tan triste que piensa irse. Hoy, no importa lo que pase, tienes que ir a disculparte con ella y convencerla de que se quede.Después, se me acercó rápidamente y trató de levantarme de la cama. Por reflejos, me aparté de él y de su mano.—¿Y quién es usted? ¡No le conozco y por favor no se me acerque!Aunque ahora podía moverme, mis heridas no habían sanado por completo, y tenía pánico de que alguien me tocara.El tipo se enojó.—Esmeralda, ¿qué estupi
Enterarme, de la nada, de que tenía un esposo me dejó dando vueltas en la cama, sin poder pegar los ojos del sueño. Así que decidí llamar a mi mejor amiga, Mila Picard.Aunque no había querido contactar con ella para que no se preocupara al saber que estaba gravemente herida, también me sentía aliviada de que ella no hubiera intentado contactarme en todo este tiempo. De lo contrario, seguramente habría descubierto lo de mi accidente.Sin embargo, en el momento en el que me contestó la llamada, no pude evitar sentirme un poco dolida y reprocharle:—¿Yo no te llamo y tú tampoco me llamas después de tanto tiempo?Han pasado más de dos meses. No sólo no me llamó ni una vez, ni siquiera me mandó un mensaje.¡Pero qué desconsiderada!Pensé que se sentiría apenada y me iba a explicar que había estado en algún lugar remoto haciendo investigaciones científicas, sin señal ni comunicación.Pero para mi sorpresa, después de un largo silencio, me respondió:—Esmeralda, ¿te olvidaste de que ya no so