Relata Ethan:

Acababa de llegar a mi oficina, cuando mi secretaria me avisa que una mujer me había estado llamando insistentemente, alegando que tenía un asunto de suma importancia que tratar conmigo, era Selene de Golf.

De inmediato, le devolví la llamada.

— Señora Golf, ¿Cómo está? Es un…

— Guárdate los saludos, Ethan. — Me interrumpió cortante. — Lo único que quiero, es saber por qué no has logrado nada con Eva.

— Ah, bueno, señora… Le dije que no sería nada fácil, estoy trabajando en eso, pero ella está…

— ¿Qué no sería fácil o no te estás esforzando? — Volvió a interrumpirme, con ese tono lleno de prepotencia, esa mujer comenzaba a enojarme y me hacía preguntarme si de verdad valía la pena hacer el esfuerzo de volver con Eva. — ¿En serio crees que mi hija doblegará su orgullo por un pequeño ramo de rosas ocasional?

— ¿Qué? Oiga, le he enviado un enorme ramo cada día sin obtener ninguna respuesta de su parte… Además, ¿Cómo lo…? — Intenté preguntar, confundido, pues nunca le