Relata Lucas:El mal humor era mi pan de cada día, desde que despertaba en la mañana, no hacía otra cosa más que pensar en Eva y al dormir, soñaba con ella, lo que me hacía despertar al día siguiente pensándola, repitiendo un ciclo infinito que parecía un castigo.No por el hecho de que me hubiera dejado, prácticamente sin una explicación lógica, sino por el hecho de que no podía buscarla, tomarla y azotarla como yo sabía que le gustaba, para hacerla entender lo equivocada que estaba.Deseaba más que nunca estar con ella y no podía, eso me tenía frustrado.Además, en medio de mi mal humor, no era fácil lidiar con una exesposa que repentinamente se había vuelto atenta, amable y cariñosa. Trataba de mantener a Nancy a raya, pero no era fácil cuando siempre estaban las niñas presentes, emocionadas e ilusionadas por compartir junto a sus padres.Y cada vez que intentaba abordar a Nancy a solas, para aclarar las cosas entre nosotros, ella inventaba una excusa para dejarme hablando sol
Relata Selene:Me tomaba una taza de té, descansando de mis obligaciones sociales, pues por fin me sentía tranquila, los negocios de la familia iban de maravilla, mi esposo seguía sobresaliendo en su trabajo, mi hija, Ava, estaba viviendo una vida honorable casada con un atractivo millonario, como debía ser… Y la vida de mi hija, Eva, nuevamente estaba encaminada a lo que siempre debió ser, una respetable y honorable esposa acaudalada.Me sentía feliz y orgullosa, celebraba internamente mi victoria, pues esa noche, Eva cenaría con su exesposo y ese era el inicio, de una inminente reconciliación… Había sido muy fácil, demasiado fácil, lograrlo.Sin embargo, no había terminado de saborear el último sorbo de mi té, cuando una de mis empleadas, me traía el teléfono, pues tenía una llamada urgente.—¿Señora Golf? — Se escuchó del otro lado de la línea.—Oh, Nancy, qué sorpresa, me…—No funcionó. — Me interrumpió la mujer.—¿Qué?—Lucas se fue a España, solo estará allá por una
Relata Eva:Nunca me había considerado una buena persona, pues reconocía mis defectos, he sido una mujer llena de soberbia, avariciosa, envidiosa, con muy mal carácter, llena de pecados, pero en mi vida, no había experimentado el pecado de la lujuria… Por lo menos, no de la forma tan intensa como me la hacía sentir Lucas.—¿Qué no me amas? — Me susurró en el rostro, haciéndome estremecer al sentir su enorme bulto, mientras mis brazos rodeaban su cuello y mis piernas rodeaban su cintura.—No… Esto es… Solo sex0… — Balbucee sintiendo el calor de sus manos al recorrer mi espalda, que lograban erizar mi piel.Él volvió a besarme, esta vez con mucha más fuerza, restregándose contra mí y logrando con mucha facilidad, que mi centro palpitara.—¿Solo sex0? ¿Estás segura? — Gruñó con un brillo de deseo en sus oscuros ojos.—¡Oh, sí! ¡Sí! — Exhale, soltando todo mi aliento, aferrándome con fuerza contra él y deseando mucho más.—No me mientas, Eva… Deja de mentirme, nena. — Me susur
Relata Eva:En mi momento de pasión, había olvidado por completo la razón por la que estaba en ese restaurante, el importante negocio que ya casi había finiquitado y la cara de mi exesposo, me refrescó la memoria.Ethan no le dijo nada a Lucas, noté como detalló nuestras manos entrelazadas y apretó la mandíbula.—Vamos… Te llevaré a casa. — Gruñó Lucas luego de un incómodo momento, para jalarme e intentar pasar a un lado de Ethan.Sin embargo, luego de un respiro profundo, Ethan me detuvo, tomándome por un brazo. —¿Eva…? Vine porque estaba preocupado, tardabas mucho y noté que había algo de agitación en los baños, pero ahora entiendo por qué te demorabas… — Murmuró con los ojos enrojecidos, eso me removió un poco la consciencia.—Lo lamento, Ethan… Creo que lo mejor es me vaya ahora… — Intenté avanzar, sin soltar a Lucas, ignorando las miradas de los chismosos a nuestro alrededor.—No te puedes ir… — Ethan se aferró con más fuerza a mi brazo. — ¿En serio perderás esta opor
Relata Lucas:Nancy tomó las copas de champán, caminó con un paso lento y sensual hacia mí y me extendió una de las copas.—¿Podrías acompañarme? — Murmuró con una sonrisa ladeada.—Nancy… ¿Qué crees que estás haciendo? — Pregunté sin siquiera tomarme la molestia de recibirle la copa.—Nada… Solo quiero charlar un poco contigo… — Se encogió de hombros con despreocupación. — Y bueno… Me pareció buena idea, aprovechar para tomarnos algo. — Volvió a levantar la copa hacia mí.—No quiero beber, gracias. — Respondí manteniendo mi semblante serio, apartando con cuidado, la condenada copa que ella meneaba frente a mí. Intentaba no ser tan grosero con la madre de mis hijas. — Pero ahora que lo mencionas, sí, yo también quisiera hablar contigo.Ella apretó los labios con decepción, evidentemente le molestó mi respuesta, sorbió un poco de champán de una de las copas y avanzó a mi lado, hacia la sala, dónde tomó asiento, dejando ambas copas sobre la mesa de centro.Por lo menos parecí
Relata Lucas:Leila sollozaba y tanto Nancy, como yo, corrimos rápidamente hacia ella.—Cielo… ¿Qué haces aquí? — Le preguntó Nancy.—Yo… Me desperté y me asusté… Tuve una pesadilla y… No podía… Dormir. — Balbuceó entre gemidos.—Tranquila, te acompañaré a tu habitación… —Nancy la rodeó en un abrazo y luego se dirigió a mí. — Será mejor que te vayas, Lucas. — Murmuró con mucha seriedad.—No… No puedo irme así… — Refuté preocupado. Ella se levantó y tomó a Leila por la mano, mientras la pequeña se limpiaba las lágrimas.—Yo me haré cargo de esto… Adiós. — Nancy se dio la media vuelta y se llevó a Leila de vuelta hacia su habitación.A pesar de sus palabras, no me pude ir, me quedé allí, pasmado, pensando que hacer.No podía dejar a mi hija así, en ese estado, ¿Qué había escuchado? ¿Cuánto daño le había hecho? ¿Ahora me odiará? Esas preguntas no dejaban de rondar mi cabeza mientras caminaba de un lado para otro en la sala del apartamento.No me iría, allí me quedaría, harí
Relata Lucas:Quedé atónito, había escuchado algo de la conversación entre Nancy y Leila y mi cerebro hizo clic, por fin, entendí todo. Ese fue el motivo por el que Eva me había dejado sin darme una verdadera explicación.Ella le cumplía una promesa a mi hija, a pesar de seguirme amando, a pesar de lo difícil que pudo haber sido para ella. Eva no era una mala persona, ella podía tener mil defectos y pudo haber cometido mil errores, pero aunque ella misma no se lo creía y no lo aceptaba, Eva Golf, tenía un corazón bueno y noble.Y una mujer, que ponía la felicidad de mis hijas, por encima de la de ella, se merecía una sola cosa de mi parte: todo mi amor.Abrí la puerta de la habitación, Nancy se asustó al verme allí, quizás porque ella no esperaba encontrarme todavía en su apartamento, mientras que mi hija, estaba completamente cubierta con una sábana, llorando, ella se sentía culpable y eso era algo que tenía que remediar de inmediato.—Lucas… — Nancy se levantó de la cama con
Relata Lucas:Me desperté bastante aturdido y con un fuerte dolor de cabeza, miré a mi alrededor y por un momento, no supe en dónde estaba, me sentía confundido. Repasé la noche anterior y el último recuerdo que tenía, era la conversación con mi hija, llegué a la conclusión de que debí haberme quedado dormido.Miré nuevamente la habitación, reconociendo que estaba en la habitación de invitados del apartamento de Nancy, aunque no recordaba cómo había llegado allí.Miré la hora en mi reloj, era media mañana, me levanté de un salto, detallé mi ropa, se veía bastante arrugada y desaliñada, «¿Habré dormido muy mal?» Qué más daba, debía correr a mi apartamento para cambiarme, tenía mucho por hacer en el trabajo y era demasiado tarde.Salí apresurado, Nancy estaba en silencio, sentada en la barra de la cocina tomándose un café, a esa hora las niñas ya debían estar en la escuela.—Lo siento, sé que me pediste que me marchara anoche, pero… — Intenté disculparme rápidamente, apenas la vi.