ANHELOS

Ya estábamos en casa de nuestro amigo, Eunice decidiendo que Gerard y yo deberíamos dormir en el mismo dormitorio, imaginando que sería cuestión de mi marido y mi amigo, para ver si Gerard y yo terminamos de reconciliarnos, aunque fue un suplicio para que me vaya a la cama. mi esposo ya que se notaba en la cama lo que había entre los dos y después de tantos meses sin siquiera tocarnos, que había una tensión erótica densa y asfixiante entre mi esposo y yo que ocupaba el espacio entre nuestros cuerpos. . En la mañana al despertar salí corriendo de la cama para ir al baño, viendo a mi marido desnudo secándose el cuerpo, pero no me importó ya que mis náuseas eran más fuertes que las ganas de tocar ese cuerpo tan perfecto como el él tenía. mi esposo, comencé a vomitar sintiendo como Gerard me agarraba el cabello con las manos para que no lo ensuciara, quedándome por un momento sentada en el suelo, mirándonos a Gerard y a mí a los ojos.

—No me pasa nada, creo que estaré así hasta que nazca
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo