Después, una figura pisó el arco, cada paso que daba era imponente, irradiaba un brillo helado extremadamente aterrador por todo su cuerpo...

Él se acercó a Selene, y mientras la rodeaba con su presencia, sacó un pañuelo negro y limpió suavemente su frente, su aura inicialmente llena de hostilidad se suavizó por este gesto.

—Estás hinchada— dijo, con una mirada suave pero un tono de voz bastante desagradable.

Pronto, Damián entró en el lugar con sus guardaespaldas y controló rápidamente a la mujer que lanzó el huevo.

—¡¿Qué están haciendo?! ¡Suéltenme! ¿Selene se atreve a hacerlo y ni siquiera se le permite hablar? ¿Se aprovechan de que Andrés la protege? ¿Así que están dejando que Esmeralda muera en vano? ¡Sus huesos ni siquiera están fríos!— La mujer no dejaba de intentar liberarse de las ataduras de Damián.

Lo que antes era un lugar tranquilo ahora estaba lleno de una ira espantosa.

Los organizadores también llegaron después de enterarse de la situación, y al ver el caos, quedaron d