Los labios carmesí originales ahora han cambiado de color, pero son aún más seductores.

Combinados con un vestido azul claro con abertura lateral, revelaban sin dudas sus delgadas y blancas piernas.

Si antes era una diosa noble y fría, ahora era una reina llena de encanto.

—¡Realmente hermosa!— Los estilistas y maquilladores mostraron sus miradas admirativas.

Luego, la maquilladora dijo:

—Señorita Soto, es la primera vez que veo a alguien arrojar huevos en un desfile, ¡es realmente demasiado! No puedo tocar la herida en tu frente porque el señor Andrés lo prohibió, así que no puedo aplicar corrector.

—Sí, así que solo podemos peinar tu cabello hacia un lado y cubrirlo con ondas— continuó el estilista.

Selene se miró en el espejo y les agradeció con una sonrisa.

—Gracias.

—¡Señorita Soto, no nos agradezcas! ¡Si no fueras hermosa, todos nuestros esfuerzos serían inútiles!— dijo la maquilladora mientras guardaba sus herramientas.

El estilista continuó:

—Exacto, y este vestido de gala a