—Te sonrojaste… Por dios, dinos de una vez que pasó —incitó Katrina, tomándome de los hombros.
Me mordí el labio. Sinceramente estaba demasiado confundida y estresada por culpa de Erick ¡¿Por qué maldita sea, no mantuvo su boca callada?! Aunque había sido muy sutil al expresarse, eso no eliminaba la razón por lo cual lo hizo.
—Él me dijo que… —temblé—. Que me quería… y me dio un pequeño beso.
Y explotaron, vi las palomitas volar por los aires, sentí el sillón moverse como si fuera de agua cuando brincaron sobre él, y escuché demasiado bien a mis amigas gritar justo en mis oídos.
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Salí corriendo lo más rápido posible de ahí.Mi cerebro gritaba que era la dirección contraria, pero hice caso omiso a aquel pensamiento. Tomé el primer autobús que vi, por miedo a que Aitor me estuviera persiguiendo.No me importó que fuera un transporte de convictos de una prisión, un autobús de inmigrantes, o un grupo de prostitutas con destino a las Vegas. Sólo quería escapar, huir de aquel hombre que provocaba tantas cosas en mí; entre miedo, desilusión, alegría y un irrefutable amor.Tardé más de una hora en llegar a la seguridad de mi habitación. Como antes había sospechado, había tomado el autobús erróneo, así que tuve que pedir
Katrina POVMe sentí nerviosa cuando Chloe me pidió que hiciera con ella una inducción hipnótica.Aunque nunca había puesto en práctica esa acción, no me preocupaba no saber hacerlo, lo que en realidad me tenía inquieta, era las consecuencias que tendría esa hipnosis. Esa experiencia era muy profunda, en donde la persona está en estado semiconsciente, donde puede sentir, expresar y vivir de nuevo todos los sucesos de su vida, aún por más olvidados que se encuentren.Hice que Chloe se acostara en un lugar tranquilo, ella decidió que ese lugar fuera
Flash BackUn hombre alto y fornido, de ojos cansados, mirada perdida y con barba de aproximadamente cuatro días, conducía cerca de la acera con precavida lentitud.El clima era templado, un ambiente agradable para que las personas fueran a pasear con sus familias.Un frío viento se coló por la ventana y refrescó por varios segundos su frente sudorosa. El interior del auto era como el mismo infierno, tan sofocante y caluroso.
Chloe POVPresioné el botón de Stop de la grabadora cuando terminé de escuchar mis últimos sollozos.Era increíble y sumamente melancólico volver a recordar esa época de mi vida. Antes no era capaz de recordar más allá de mis diez años, quizás porque mi mente había bloqueado esos sucesos que habían sido difíciles en mi infancia, o quizás mi memoria sólo se había deteriorado con el tiempo.Miré nostálgica la grabadora en mis manos y fue inevitable soltar un par de lágrimas nuevas, las cuales limpié inmediatamente.Mi papá había sido un buen sujeto; era
Un buen amigoIba perdida en mis pensamientos sin prestar atención a mis pasos, ni a la dirección en que se movían mis piernas por sí solas, y mucho menos me importaba el tiempo que había transcurrido desde que me habían revelado el verdadero asesino de mi papá.Debo confesar que, aunque quisiera fingir que no me afectaba demasiado, el hecho era que una parte en mi interior se sentía oprimida en la nostalgia y la venganza de querer ver pagar a ese sujeto.Recordaba con sufrimiento y frustración aquella mañana en donde vi a mi padre yacer en
Aitor POVHace un par de minutos que me había atrevido a ir al departamento de Chloe. Sin embargo, no fue por el irresistible motivo de verla, sino más bien porque Katrina me lo había pedido.Me había dicho que tenía algo importante que mostrarme, además de que quería hablar conmigo, ya que creía que la relación entre Chloe y yo, no debía de terminar de esta forma.Debía de admitir que tuve miedo al principio, no deseaba ni hubiera sido capaz de volver a soportar otro rechazo de su parte. Pero Katrina me informó que ella no se encontraba en
DescubrimientoAcomodé mi cabello, retoqué mis labios, respiré profundo y me mentalicé para atreverme a hacer lo que tenía planeado.Esto sería una de las cosas más difíciles que haría y tenía que hacerlo bien, era hora de sacar mi lado artístico superando a cualquier persona incluso a los patéticos de American Idol.Esto no era un concurso, ni mucho menos un juego, tenía que poner toda mi disposición y fingir lo mejor posible, aunque deseara destrozar el rostro de Stephen Wallace contra un cristal.
Me sentía alucinada con lo que acababa de escuchar. ¿Qué demonios?¡Ni en el más idílico de mis sueños esperaba algo así!Cubrí mi boca con ambas manos y cerré fuertemente los párpados, nuevamente tratando de no asumir la verdad que se presentaba ante mis ojos.Negué lentamente con la cabeza y me acuclillé apoyando mi espalda contra la pared, sin soportar más tiempo el peso de mi cuerpo.Así me quedé durante dos minutos enteros, tratando de asimilar lo dicho.Último capítulo