La fiesta está en su punto máximo. Hace unas horas que hemos llegado y tengo que confesar que hasta el momento no me he aburrido para nada.
He bailado con Sophie, Mason y otros compañeros de trabajo. También he tomado algunos tragos, por lo que ya me siento algo mareada. No soy de las que se emborrachan para pasarlo bien, pero lo que sí sé es que me encuentro mareada y que si sigo tomando, lo más seguro es que deba ir muy pronto al baño a vomitar. Lo bueno es que Mason también se preocupó de la comida, por lo que nadie ha pasado hambre por una buena cantidad de horas.
—¿Por qué tan sola? —pregunta una voz a mi espalda. Esa cadencia se me hace conocida, pero ¿cómo llegó aquí? Me doy la vuelta para enfrentarlo.
—Porque quería descansar un rato. Ya me duelen los pies de tanto bailar.
—¿Y por qué no regre
Mi corazón dice sí a gritos, pero mi cabeza tiene miedo.Justo cuando voy a responder suena mi teléfono. Busco mi cartera y lo reviso. Un mensaje de Sophie.«Esto merece una explicación y de la buena. La espero el lunes en la oficina. Almorzamos juntas SÍ O SÍ.»No tengo idea si está así de broma o no, pero no es necesario que le responda para saber qué debo hacerlo de todas formas. Por lo que dejo mi celular nuevamente en la cartera y me giro para mirar a Christopher.Suspiro brevemente y tomo valor para lo que haré.Me acerco a él hasta quedar pegados y le rodeo otra vez el cuello con los brazos y él, a su vez, me abraza por la cintura. Acerco mi rostro al suyo, y cuando nuestras respiraciones se mezclan, unimos finalmente nuestros labios, sellándolos en un beso suave y apasionado, con entrega real de sentimientos, como no lo hemos hecho antes.
Llevamos un buen rato caminando por el centro comercial cuando finalmente, después de mucho pensarlo, se me ocurre el regalo perfecto. No es mucho, pero sé que será especial.—Ven. Ya tengo tu regalo.—Está bien. Llévame a él —manifiesta con una sonrisa en su rostro.Dicho esto, entramos a una joyería y vamos directo a donde se encuentran las cadenitas. Busco una en especial y cuando la encuentro, sonrío de felicidad.—Disculpe, señorita —llamo a una joven empleada.—Buen día. Dígame, ¿en qué puedo ayudarle?—Quisiera ver las gargantillas que están en la vitrina. Las grabadas, por favor.—Un momento. Enseguida se las traigo —comenta la empleada, yendo a buscar lo que le he pedido.—Espero te guste. Sé que es algo cursi, pero me gustaría dártelo —
Ya es lunes y estoy preparándome para ir a trabajar. Esta vez –como no lo he hecho desde hace mucho–, con una sonrisa en los labios.El fin de semana ha sido maravilloso. Christopher estuvo todo el tiempo conmigo y solo nos separamos cuando tuvo que regresar a su departamento para descansar y para volver a trabajar.Una vez que me habla de Sarah, lo siento más aliviado y como si se hubiera quitado un enorme peso de encima. De seguro sintió lo mismo que yo cuando le hablé de Scott.Estoy terminando de tomar de mi desayuno cuando suena mi teléfono. Lo tomo y veo que hay un mensaje en él.Es de Christopher.«Te espero abajo, cariño.»Le respondo enseguida.«Está bien. Dame unos minutos y voy.»Cuando ya le he enviado el mensaje, tomo mi cartera y guardo mi teléfono en ella. Saco de la misma las llaves de mi departamento y camin
ChristopherHace mucho tiempo que no me sentía tan feliz. Ashlee es toda una caja de sorpresas para mí.Cuando vamos subiendo en el ascensor, puedo notar que está nerviosa, aunque no es la única, porque yo también lo estoy. Como nadie sabe de lo nuestro, debemos actuar "normal" frente a todos, ella como mi secretaria y yo, simplemente, como su superior.En el elevador tengo que contener la risa y las enormes ganas de besarla, ya que vamos con mi socio Michael Donovan. Él, junto a John Fitzgerald, son mis dos grandes amigos. John tiene una empresa llamada «Cloud Nine», en la cual se dedica a la venta de perfumes y accesorios para la mujer. Le va muy bien, tiene un gran éxito. Por su parte, Michael es administrador de empresas. No quiso seguir el rubro de su padre, quien trabajaba en medicina. Dice que los hospitales y las clínicas no son lo suyo. Así
ChristopherLa salida junto a mi socio Michael y su prometida Rachel está resultando mejor de lo que lo pensé. Ashlee y Rachel congenian de inmediato, no paran de hablar de variados temas y, la verdad, me da risa, porque parecen cotorras. Aun así estoy contento, tengo la esperanza de que esta salida valdrá la pena. En el caso de Michael, puedo notar que está sorprendido de ver a Ashlee en una faceta más relajada y no solo como siempre la ha visto, siendo mi secretaria.Ahora estamos en la mesa de un pub tomando unos tragos. Hemos bailado un poco, pero en este momento queremos charlar con tranquilidad. Las chicas beben mojitos, Michael una cerveza y yo disfruto de mi whisky en las rocas.—¿Cómo lo estás pasando? —le pregunto a Ashlee.—No pensé que lo pasaría tan bien. ¡Me encanta! —dice entusiasmada. Río junto a
Salimos de la oficina y nos dirigimos al estacionamiento para subirnos a su auto. Me encanta pasar tiempo con Christopher fuera de la oficina. Algunos dirán que es agotador, ya que nos toca vernos en el trabajo todo el día, pero ahí nos enfocamos en trabajar, y cuando ya terminamos, nos dedicamos a ser novios como corresponde.—¿Y qué cocinarás para mí? —inquiero mientras vamos camino a su departamento.—Es una sorpresa y… De los pocos platos que sé cocinar, estoy seguro que este te encantará.—¡Sorpréndeme!—Eso haré. —Se gira para guiñarme el ojo y luego vuelve su atención hacia el frente.Seguimos conversando de variados temas hasta que me decido a encender la radio del auto para escuchar un poco de música. No encuentro nada que me guste, así que solo termino apagándola. Por un momento,
Ashlee—¿Familiares de Melissa Thompson?Escuchamos que nos llaman, por lo que nos separamos. Vemos al médico, que seguro es quien está a cargo de mi hermana, por lo que mi mamá y yo nos apartamos y miramos para dilucidar a quien fue que llamó.—Nosotros, doctor —dice Chris ante el silencio de mi madre y el mío.—Verán… la situación de Melissa es delicada —comenta, acercándose a nosotros—. Realizamos los exámenes correspondientes y hemos concluido que la quimioterapia que se le estaba realizando solo tuvo efecto los primeros meses. Luego su cuerpo no siguió el proceso normal, por lo que en este momento está bastante débil. En consecuencia, es necesaria una operación de médula ósea lo antes posible.—¡Oh, Dios Mío! —exclamo sorprendida mientr
ChristopherLuego de dormir junto a Ashlee, aunque en realidad no supe cómo pude dormir a su lado… sin duda, es fantástico sentirla así de cerca junto a mí.Por la preocupación, sé que tampoco pudo dormir del todo, se movió por la cama casi toda la noche. Solo espero y ansío que todo vaya bien con los exámenes que deben de realizarse, tanto ella como Ellen.Ahora mismo, estoy esperándolas en la habitación de Mel, mientras charlamos y me cuenta cosas sobre su hermana.—Y así como te decía... una vez tuvo que ponerse el pez de su amiga Hayley en la boca, porque sin querer se le cayó la pecera y se rompió. No consideró mejor alternativa para que Hayley no la descubriera, y cuando entró en la habitación tuvo que meterse a Tomy en la boca.—Jajajaja —en definitiva, Melissa,