Ashlee
—¿Por qué demorabas tanto? —pregunta Scott, apenas salgo del baño.
—Necesitaba un tiempo para mí, sola, ¿no crees? —comento, para luego emprender mi camino a la mesa nuevamente.
—Ash, bebé, perdón —se disculpa, a la vez que detiene mi paso, agarrándome del codo—. Es que me vuelvo loco si no estás conmigo.
—No te preocupes, de eso ya me di cuenta —menciono molesta—. A veces necesito estar sola y el baño es la única opción que tengo —le explico para que entienda de una vez.
—Perdóname. Trataré de ser más comprensivo. Es que es demasiado el tiempo perdido sin ti.
—Ya te dije que ese tiempo fuiste tú quien se lo buscó. Déjame ir, no quiero estar aquí, contigo.
—Eso no, preciosa. Tú
Sin duda, Scott se dedica a disfrutar de una gran noche junto a su "novia" Ashlee, y aunque no entiende el porqué del cambio de actitud de ella, poco le importa, la verdad.—Scott, ¿podemos ir a la habitación? Ya estoy cansada —comenta Ashlee de pronto, cansada de fingir que todo está bien entre ambos.—Por supuesto, cariño, cuando tú quieras.—Gracias. Ha sido una linda cena.—Me alegra que te haya gustado.La pareja se levanta y se van a la habitación. Ashlee tiene un plan, solo espera que dé resultado y Scott pueda caer en la trampa. Luego de ello, mira de reojo a Christopher, esperando que se dé cuenta de la señal. Gracias a Dios da resultado y Chris se levanta junto a John y los siguen de cerca, procurando, por supuesto, que Scott no se percate de su presencia.Al
ChristopherEstoy feliz, más bien, dichoso y aliviado por tener, al fin, a mi chica conmigo. Tantos días sin ella hicieron que me diera ansiedad por no tener noticias. Estoy seguro que hasta he bajado algo de peso debido a ello.Ahora está recostada sobre la cama de mi suite. John se marchó apenas llegué y nos dio privacidad. Internamente, él sabe que se lo agradezco, así que no fue necesario decir nada.Luego de que nos quedáramos solos, Ashlee estuvo llorando durante al menos dos horas, y aunque traté de calmarla, no logré hacerlo. Finalmente, el cansancio fue el vencedor y terminó cayendo dormida.La observo dormir y mi corazón vuelve a sentir la tranquilidad que solo mi chica le produce. Deseo observarla por horas y decirle, con la mirada, que todo estará bien y que el maldito mal nacido ya no podrá hacerle daño.
ChristopherEstamos en la estación de policía, yo espero en la sala principal mientras Ashlee declara contra Scott. Ya lleva cerca de veinticinco minutos dentro y estoy ansioso porque salga pronto. Como ya tomaron mi declaración, espero que con la de Ashlee sea suficiente para dejarle tras las rejas.No me doy cuenta cuando termina el interrogatorio, solo hasta que el oficial a cargo de tomarle la declaración se despide de ella.—¿Todo bien, oficial? —consulto al policía.—Sí, señor. Todo bien. Les estaremos informando apenas tengamos novedades de Scott Hartmann. Muchas gracias, señorita.—Eso deseo, señor oficial. Scott es una persona dañina, y no solo para mí.—Haremos lo necesario para detenerle definitivamente. Muchas gracias de nuevo, señorita Thompson, pueden retirarse.—Ha
Ha pasado un mes desde que volví a casa. Christopher, sin duda, se ha esmerado en que olvide lo ocurrido.Finalmente, en la empresa se supo lo que me había pasado, pero mi jefe exigió el máximo de respeto para mí, así como también, ambos terminamos por confesar que somos pareja. Al principio, se sintió incómodo que todos estuvieran al tanto de ello, pero no me quedó otra que aceptarlo, ya que de todos modos, era algo que se sabría sí o sí.Ahora nos preparamos para ir a la casa de sus padres. Estoy muy ansiosa por conocerles al fin. Mi novio, por su parte, también está muy nervioso, incluso mucho más que la vez anterior, cuando me dijo que iríamos de visita. Por lo que me ha dicho, soy la primera novia que lleva a su casa, después de Sarah. También me cuenta que ellos nunca confiaron del todo en ella, y ahora ya entiende el por qué
AshleeChris se levanta para ir al baño, y aunque trata de verse en calma, puedo notar que se ha puesto nervioso de pronto. Lo conozco tan bien, que sé que algo se trae entre manos.Decido averiguarlo después.Mientras va al baño, me quedo conversando con sus hermanos y Amber. Todos me hablan de lo feliz que lo notan, que antes no era así, ni siquiera cuando estaba con Sarah. Eso me tiene muy contenta, porque mi propósito es hacerlo feliz, así como él lo ha hecho conmigo.De pronto, me cubren los ojos. Reconocería esas manos donde fuera, sé que es Christopher el artífice de esto. Entusiasmado me pide que no aparte sus manos de mi cara y que lo siga; cuando se pone en plan mandón no hay quién lo detenga; así que a regañadientes le obedezco, pero sin abrir los ojos. Mi novio y sus misterios son de temer, aunque siempre term
De pronto, me siento tan abrumada que mi mente, simplemente, se bloquea. De inmediato, unas lágrimas salen por mis ojos y no soy capaz de contenerlas. Cada día que pasa me siento afortunada de tener un hombre como Christopher a mi lado. Un hombre atento y preocupado, además de cariñoso, que no deja de demostrarme lo mucho que me ama.Noto, que luego de la pregunta de Chris —y por la que espera una respuesta—, todos me observan atentos a lo que yo pueda decir.Mi novio se acerca a mí y limpia las lágrimas de mi rostro.—Nena, sé que hemos pasado por mucho últimamente, pero quiero que sepas que mi amor por ti, en vez de decaer, aumenta día a día. Estoy ansioso por ser parte de tu vida para siempre. ¿Sería mi esposa, señorita?—Sí, deseo ser tu esposa. No hay nada que me haría más feliz que estar contigo para toda l
Esta mañana la vida se siente diferente. Estoy feliz y acompañada de quienes me aman y a quienes yo también amo. La única persona que me hace falta, estoy segura que me acompaña desde el cielo. Tengo quedecir que la vida finalmente me sonríe. Solo deseo que no se empañe por nada del mundo todo lo bueno que ha llegado a mí.—Buenos días, cariño —me saluda Christopher desde su lado de la cama.—Buenos días, amor. ¿Cómo dormiste?—Muy bien. ¿Y tú?—Con una sensación de paz, como no la sentía hace mucho tiempo.—Espero ser parte de ello.—Por supuesto, mi amor. Mientras estés conmigo, así será.—Entonces, nunca te desharás de mí.—Feliz de que así sea. ¿Se habrá despertado mi mamá, ya?&
ChristopherEstoy en la oficina revisando unos documentos que Ashlee me envió. Me encuentro firmando el último papel para concretar uniones empresariales con nuevos socios de la ciudad, cuando suena mi teléfono móvil. Al ver quién llama, me sorprendo, ya que es el jefe del departamento de policía de Nueva Jersey.—¿Diga?—¿Con el señor Adams?—Sí, con él. Buen día, señor Sanders.—Veo que dejó guardado mi número.—Por supuesto. Imaginé que tendríamos que hablar nuevamente, en algún momento.—Supuso bien, señor Adams. Pero también supongo que ya se dará cuenta de por qué lo estoy llamando.—¿Qué ha sucedido con Scott?—Todo este tiempo estuvimos indagando sobre él y hemos