De pronto, me siento tan abrumada que mi mente, simplemente, se bloquea. De inmediato, unas lágrimas salen por mis ojos y no soy capaz de contenerlas. Cada día que pasa me siento afortunada de tener un hombre como Christopher a mi lado. Un hombre atento y preocupado, además de cariñoso, que no deja de demostrarme lo mucho que me ama.
Noto, que luego de la pregunta de Chris —y por la que espera una respuesta—, todos me observan atentos a lo que yo pueda decir.
Mi novio se acerca a mí y limpia las lágrimas de mi rostro.
—Nena, sé que hemos pasado por mucho últimamente, pero quiero que sepas que mi amor por ti, en vez de decaer, aumenta día a día. Estoy ansioso por ser parte de tu vida para siempre. ¿Sería mi esposa, señorita?
—Sí, deseo ser tu esposa. No hay nada que me haría más feliz que estar contigo para toda l
Esta mañana la vida se siente diferente. Estoy feliz y acompañada de quienes me aman y a quienes yo también amo. La única persona que me hace falta, estoy segura que me acompaña desde el cielo. Tengo quedecir que la vida finalmente me sonríe. Solo deseo que no se empañe por nada del mundo todo lo bueno que ha llegado a mí.—Buenos días, cariño —me saluda Christopher desde su lado de la cama.—Buenos días, amor. ¿Cómo dormiste?—Muy bien. ¿Y tú?—Con una sensación de paz, como no la sentía hace mucho tiempo.—Espero ser parte de ello.—Por supuesto, mi amor. Mientras estés conmigo, así será.—Entonces, nunca te desharás de mí.—Feliz de que así sea. ¿Se habrá despertado mi mamá, ya?&
ChristopherEstoy en la oficina revisando unos documentos que Ashlee me envió. Me encuentro firmando el último papel para concretar uniones empresariales con nuevos socios de la ciudad, cuando suena mi teléfono móvil. Al ver quién llama, me sorprendo, ya que es el jefe del departamento de policía de Nueva Jersey.—¿Diga?—¿Con el señor Adams?—Sí, con él. Buen día, señor Sanders.—Veo que dejó guardado mi número.—Por supuesto. Imaginé que tendríamos que hablar nuevamente, en algún momento.—Supuso bien, señor Adams. Pero también supongo que ya se dará cuenta de por qué lo estoy llamando.—¿Qué ha sucedido con Scott?—Todo este tiempo estuvimos indagando sobre él y hemos
Hace dos días que conversamos con el agente Sanders y nos confirmó que ingresarán a Scott a una clínica psiquiátrica. Debido a su "condición", no es posible dejarle preso, pero que aun así estará bajo vigilancia permanente, por si desea intentar alguna forma de escape.Como ya no necesitan otro testimonio de Ashlee, regresamos a casa con la tranquilidad de que Scott no volverá a molestarla, para que podamos concretar, finalmente, nuestros planes de matrimonio, como tanto deseamos hacerlo.Hoy volvemos al trabajo. Estamos listos y en camino a la oficina.—Por fin todo terminó —comenta Ashlee—, todavía no puedo creer que haya terminado en una clínica.—La verdad, es que yo sí. Tenía varios motivos para estar en una. Lo mejor de todo, es que ya no volverá a molestarnos.—Bueno, será mejor enfocarnos en lo pendie
AshleeHoy tenemos cita con la mejor organizadora de bodas de la ciudad, su nombre es Tiffany Jones. Revisé su página web y tiene las mejores recomendaciones, así que estoy tranquila de que estoy dejando mi anhelada boda con Chris en las mejores manos.Estoy nerviosa y no puedo evitarlo. Chris lo nota y me reconforta como solo él sabe hacerlo. Su abrazo es, como siempre, mi lugar favorito. Estaba tan ansiosa, que le insistí a mi prometido que llegáramos unos quince minutos antes de la hora pactada. Él aceptó sin ningún problema; se nota que también está algo inquieto.Chris suelta el abrazo y, por mi parte, miro la hora en el reloj de mi celular y solo faltan cinco minutos para la hora acordada. Miro la puerta del restaurante y veo que se abre, entra una mujer de unos treinta años, a quien reconozco fácilmente por las fotografías que a
Estoy junto a Christopher en la sala donde se está realizando el casting. Por lo general, cuando se van a hacer nuevas campañas publicitarias, los encargados del casting siempre piden la opinión del jefe, ya que desean que quienes sean los elegidos, sean del gusto del dueño. Esta campaña es la primera que se realiza, desde que estoy de novia con Christopher, así que no me quiso dejar a un lado de esto. De seguro es porque desea mi opinión.Entre tanta gente, sobre todo mellizos y gemelos, que ya no sabes por dónde mirar sin ver a un par, realizan las pruebas las gemelas Hills, las primas de Sarah. Debo reconocer que, aunque no soy experta en modelaje, lo hacen bastante bien. Miro de reojo a Chris, que también ha estado observando el casting muy atento. Noto que, al igual que yo, está impresionado con las gemelas.—¿Qué piensas, cariño? —le pregunto.—Son
AshleeMe encuentro en mi departamento junto a Tiffany, la organizadora de bodas. Chris quería estar presente, pero tenía una reunión importante en la oficina.Llevamos unos treinta minutos de reunión y debo decir que se nota que Tiffany es toda una profesional, va dejando registro de todo lo conversado y también tiene anotado en listas los gustos de Christopher, como los míos. Asimismo, vamos buscando ideas nuevas para incluir en la celebración, a través de pequeños detalles.Estoy muy contenta por haberla elegido para organizar nuestro matrimonio.—¿Deseas que les traiga algo, Ashlee? —me consulta Helga, mientras pasa por nuestro lado en la sala.—Sí, Helga, por favor, quiero un café. ¿Deseas algo de tomar, Tiffany?—Sí, gracias. Un café con leche para mí está bien.
AshleeCada día estoy más contenta por elegir a Tiffany para que lleve a cabo todo lo referente a nuestra boda. Trabajar con ella se hace muy fácil y Christopher piensa igual que yo, y lo mejor, es que congeniamos en todo. Apenas tenemos diferencias de opinión sobre un determinado tema, Tiffany pone paños fríos dando una tercera opción, dejándonos absolutamente conformes.Recién nos despedimos de ella y programamos una próxima cita, esta vez es el turno de ella, para la promoción de su negocio.Todo el día ha sido full movimiento en la empresa. Hace un par de días se lanzó la campaña donde las gemelas Hills son las protagonistas. Tan solo al par de horas de mostrarla por televisión e internet, comenzaron a llamar solicitando entrevistas con nosotros. Lo que, por supuesto, nos tiene a todos muy contentos.Ahora esto
Menos mal que mi malestar se fue. Al llegar a casa, Helga me dio un remedio casero, que según me dijo, era totalmente efectivo. Y tenía razón, al cabo de un rato, ya no tuve ninguna molestia.Estoy tan cansada por el trabajo, que solo quiero relajarme durante horas, mirando películas.Dejamos a Nana en la cocina y nos vamos a nuestra habitación.—Te ves pensativa. ¿Sucede algo?—No mucho. Por un lado, me quedé preocupada por Sophie. Se veía muy afectada.—No es para menos, Ash. Después de que me explicaste qué pasó, logro entenderla.Cuando veníamos en el auto, le comenté lo que sucedió con Sophie. Finalmente comprendió porqué estaba tan afectada. Prometió disculparse con ella.—No conozco a Zack, más allá de la fiesta donde reapareció Scott, pero no hay que ser muy sabio p