¿Crees que los niños están a salvo?
Por las siguientes dos semanas Aaron siguió tratando de buscar a los niños, pero sin mucho resultado, era como si se los hubiese tragado la tierra, así que decir que cada vez estaba de peor humor era lo mínimo. Whitney por su parte siguió como era su costumbre de fiesta en fiesta, pero diciéndole a todo el que podía que su boda con Scott era un hecho, incluso comenzó a comprar cosas para bebé y a mostrarlas en cada una de las redes sociales que tenía, aunque para entonces muchos comenzaron a pensar que simplemente estaba loca. Por su parte Ken había seguido con las investigaciones, revisó las grabaciones de cada uno de los empleados que se encontraban el día del ataque a Mariela y en especial las imágenes de Luciana, aunque había algo especial que aún no lograba entender, ella estaba dentro de la tienda en ese momento o al menos eso parecía. Laura por su parte cada vez trabajaba mejor como mánager, Juan sabía que faltaba poco para que los inversionistas llegaran así que una semana
Las palabras de Ruby fueron claras, en realidad habían tenido el tiempo para haber hablado de eso durante los pasados días, pero tal vez por miedo, ninguno de los dos quiso tocar el tema y fueron al médico sin siquiera pensarlo. —Amor esto es ilógico, hemos actuado como adolescentes irresponsables sin haber conversado de esto —dijo Mariela. —Tienes razón, tal vez por pensar que el asunto económico no sería un problema para mí, nunca le puse cuidado y te pido disculpas. —¿Tú quieres tener hijos? —preguntó tímidamente Mariela ya que ahora recién se ponía a pensar seriamente en que pasaría si quedaba embarazada. —A mí me gustaría mucho tener un hijo contigo —le respondió Scott cerrándole un ojo coqueto —pero estoy dispuesto a esperarte si tú quieres darte un tiempo. —La verdad esta relación nos ha tomado por sorpresa a los dos, cada uno llegó con familia, pero al mismo tiempo si me gustaría en algún momento tener un hijo y no podría imaginarme con ningún otro hombre que no fueras tú.
Decir que el corazón de ambos latía al máximo después de ese beso era poco, que Scott trataba de controlarse para que su emoción no se notara ya que estaban en medio de una plaza, aunque en un momento ya no aguantó más y preguntó —¿Qué dices si nos vamos al departamento?Y la respuesta que escuchó fue la mejor —Pensé que nunca lo dirías.Después de esa respuesta rápidamente la tomó de la mano y por la extraña fortuna de la vida un taxista que pensaba recoger unos metros antes por otro pasajero fue inexplicablemente desviado para detenerse justo frente a ellos.En ese momento el taxista no entendió como ese hombre alto, bien vestido, con un impecable traje blanco, cruzó la calle y desapareció frente a sus ojos donde al esquivarlo terminó frente a esa pareja que en cosa de segundos abría su puerta mientras escuchaba a Scott decir —Gracias, no puedo creer esto justo cuando necesitábamos un taxi en pleno Manhattan, esto si es extraño, pero creo que usted es enviado del cielo.Aunque el cam
En Boston Whitney daba vueltas en su habitación como león enjaulado, cualquiera en su sano juicio lo pensaría 10 veces entes de golpear la puerta, decir que su teléfono no fue lo único que terminó contra la pared era lo menos y que sólo se podía escuchar el destrozo y sus gritos. —¡¡Me las pagarás Scott Newman, ningún hombre tiene derecho a rechazarme, ni siquiera tú y mucho menos de preferir a esa don nadie en vez de mí!!Al poco rato su padre entró sin siquiera golpear la puerta —¡Me puedes decir qué diablos te pasa! —le gritó enojado como jamás lo había vista antes.—¡Ya todo el mundo sabe que Scott está con esa mujer! —respondió gritando mientras seguía tirando cosas a su alrededor —¡Eso me pasa, que soy el hazme reír de todo Boston!—¡Obviamente esa mujer ha sabido ser inteligente y sin hacer escándalos ha conseguido lo que tú no has sido capaz!—¡Daddy!—Solo te pedí que lo conquistaras no debía ser tan difícil ustedes ya habían sido novios y en estos momentos estarían casados s
Mientras tanto Scott en su departamento buscaba cada posible excusa para evitar ir a trabajar, algo que no lo hubiese contemplado tan fácilmente hace un mes, pero ahora buscaba todas las maneras posibles para convencerla y poder quedarse unos días más encerrado, aunque Mariela por su parte le recordaba de que debían volver al trabajo y lo más importante hacerse el tiempo de ir a buscar a los niños aunque hablaban todos los días con ellos y estaba pendiente de ayudarlos tenía una necesidad de abrazar a su pequeño Miguelito. Por lo que Juan les había comentado el grupo de inversionistas llegarían en menos de una semana ya que había logrado aplazar unos días la visita y así poder tener el tiempo necesario para preparase, aunque sabía que después del ataque a Mariela cada hora valía por dos. —Amor, no deberías hacer esfuerzos —decía Scott viéndola vestida con una de sus camisas que le cubría sólo la mitad de los muslos y que para él se estaba convirtiendo en el más sexy babydoll de todo
Whitney y su madre habían estado trabajando en limpiar todas las redes sociales, prácticamente no dejaron una sola fotografía de ella en una fiesta, cambiaron por completo sus mensajes y simplemente desactivaron algunas cuentas, cualquiera que viera esos mensajes pensaría que ella era casi una monja. Whitney incluso debió hacer algunos cambios en su estilo que incluía ropa y maquillaje con un estilo casual pero elegante, cosa que no le agradó para nada, pero estaba dispuesta a todo, de sólo pensar que podrían quedarse en la calle por primera vez en su vida sentía que estaba realmente en problemas además su madre se lo recordaba a cada momento como si fuera una grabadora, porque en realidad ella veía en su hija la única oportunidad de salir del problema y no estaba dispuesta a perder su nivel y menos sus clases de tenis. El siguiente paso era viajar a New York y llegar a la tienda, pero lo más importante era que Whitney aprendiera a controlar sus impulsos, había llegado la hora d
Ken no había podido avanzar mucho con la investigación del ataque a Mariela, por más que revisó las imágenes de las cámaras de seguridad algo no estaba bien, así que les propuso trabajar en la tienda por unos días para investigar desde dentro con más libertad y por supuesto Scott estuvo de acuerdo ya que Mariela sentía que quería ayudar lo antes posible, ya no aguantaba estar sin trabajar. A los pocos minutos llegó también el grupo de seguridad, sentían que era hora de estar todos reunidos, aunque debían reconocer que dentro de ellos había nerviosismo y los niños no dejaban de preguntar cuando irían a verlos. Scott propuso que al día siguiente fueran por los niños así que esa noche llamó a Jonathan y Amy para agradecerles por todo lo que habían hecho por ellos, les comentó que ahora que escuchaba a sus pequeños tan felices de no estar en un departamento quería buscar un lugar como ese para su familia, así que muy pronto visitaría las oficinas de Amy. Después de todas las reuni
Mientras tanto Scott y Juan hablaban de cuáles eran las mejores opciones para comprar esas acciones sin que Becker lo notara. —Es claro que Becker no querrá venderte esas acciones directamente, Luis me dijo que sería bueno buscar a alguien que tenga el capital y que no tenga relación con nosotros que él pueda comprobar, no será tan fácil como lo pensamos. —Todas las personas que podría enviar, Becker sabe bien que han trabajado conmigo, son muchos años en este negocio y yo tampoco quiero terminar junto a Miller, ese tipo es un desgraciado. —Ni me lo digas, lo peor es la forma en la miraba a Laura, viejo descarado ella podría ser su hija, tiene una lista que parece prontuario de mujeres a las que ha dejado embarazadas, incluso demandas, yo no podría permitir que…. —¿Qué sientes por Laura? —preguntó Scott con mucha seriedad. —Diré esto para que no queden dudas, Laura es la única mujer a la que le presentaría a mi madre sin pensarlo dos veces. Lo que ninguno de ellos supo es que e