CAPÍTULO VEINTIUNO: BUENA MUJER Seis hombres vestidos con trajes negros, seis hombres que caminaban detrás de aquel del traje gris. La seguridad que proyectaban los hacían ver como los más temidos, protegiendo al único heredero que parecía quedar de aquella familia a la que había asesinado.Con una sonrisa en el rostro, la misma sonrisa coqueta que solo podía ser de aquel que solo sabía jugar y andar de lugar en lugar, Yahir Montiel logró ver a través de sus lentes oscuros el mundo que parecía deberle respeto con tan solo aparecer ahí, una vez más, después de que su hermano renunciara al nombre de los Montiel dejándolos solos. Queriendo huir por la carga de responsabilidad. ¡Qué tonto era Yahir al pensar eso!En ese momento, frente a él apareció Edmundo. La mano derecha de su hermano y el mismo que sabía, aún tenía contacto con él.Yahir se quitó los lentes de manera molesta.— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar buscando a ese imbécil que nos dejó con todos los problemas? —Pregun
CAPÍTULO VEINTIDOS: EL PEOR HOMBRECon mil documentos sobre el escritorio, sin poder concentrarse, David por un momento no pudo dejar de pensar en las palabras que le había dicho uno de sus hombres. La mujer con la que él había estado casado y a la que le había quitado todo, era la misma mujer que ahora vivía con un hombre solo por no sentirse lo suficientemente fuerte para pelear contra el mundo ella sola y su hija. Era increíble que nunca antes le había despertado nada esa mujer y ahora todo lo que podía sentir era curiosidad por querer saber de su vida. Ella sin duda estaba cayendo muy bajo y todo por la niña que había dado a luz y de la que no sabía quien era su padre. Eso debía de ser muy vergonzoso para ella.En ese momento una sonrisa se pintó en el rostro de David al pensar en todo lo que haría para el momento en que supiera quién era el hombre con el que vivía. Seguramente un mexicano que había ido a los Estados Unidos buscando la vida que no pudo tener en su país solo para a
CAPÍTULO VEINTITRÉS: DAMA DE HONOR La realidad era que Lina siempre había estado con ella en los peores momentos, ella más que nadie en el mundo sabía cuánto su amiga había sufrido por el hecho de no saber quién fue la persona con la que estuvo esa noche donde su inocencia fue pedida por completa. Por supuesto ya no estaba en la posición de reclamarle a ese hombre lo que le había hecho pues le había dado el regalo más bonito. Y ese era su hija, la niña que agradecía al mundo, solo era de ella y de nadie más. Nadie tenía ningún derecho sobre ella porque esa niña nunca había sido reclamada por su padre y así como iban las cosas, dudaba que eso fuera a pasar en algún momento de la vida. Era muy joven cuando cometió el error de querer encajar entre sus amigos, no estaba más decepcionada de ella misma. En parte sabía que había abrazado su error y ahora que si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo y cambiar el camino que había tomado, sin dudad no lo haría, sin su hija ella ya se hu
CAPÍTULO VEINTICUATRO: TRAICIÓN Una camioneta color negro se detuvo en el lugar de siempre desde la última semana. Todo parecía estar listo, esa noche debía de ser espectacular y ahora los reyes de esa noche iban a ser los Montiel, era una pena que el legítimo heredero no fuera a estar ahí.Y delante de la camioneta negra se pararon dos más, donde viajaban los escoltas de aquel hombre importante que acababa de llegar al lugar donde en unas horas iban a ser el reino de los muchos que quisieran estar con ellos. Yahir, Sebastián y Rodrigo eran tan diferentes, los tres podrían tener en sus venas corriendo la sangre de los Montiel pero eso no significaba que pensaran igual, sintieran igual. Mientras Sebastián se había ido con la seguridad de que su hermano cuidaría la empresa, Yahir se había quedado con la seguridad que él sería el único heredero a la llegada de Sebastián.— ¿Todo ha quedado listo? —Preguntó Yahir a su secretario.—Sí, señor ahora solo estamos esperando la llegada de la h
CAPÍTULO VEINTICINCO: ORGULLO DE FAMILIASeis más treinta minutos de la tarde, su turno había terminado. Con la bolsa que su esposa le había dejado, caminó de regreso a casa. Finalmente, iba a tomar un descanso y no solo eso, iba a ver a Velvet y a Gabriela. Por supuesto que estaba acostumbrado a verlas todos los días pero, tal vez, no estaba acostumbrado a los sentimientos de verlos como su familia. Con una sonrisa en su rostro, siguió su camino hasta que su celular sonó en el bolsillo de sus jeans.Rápidamente, sacó su teléfono celular.—Hola, habla Daniel, ¿sí, diga? —, respondió el hombre sin dejar de caminar adelante.— ¡Hola, Sebastián! —Saludó a la persona en la otra línea. — ¿Cómo has estado? Creo que ni siquiera recuerdas mi existencia, ¿verdad?Daniel sonrió. — ¡Cállate, por supuesto que siempre pienso en ti!— ¡Oye, oye, detente ahí, hombre! ¡No estamos hablando el mismo idioma, ¿de acuerdo?!Daniel no pudo evitar reírse. —De todos modos, ¿qué quieres ahora?—Bueno, solo qu
CAPÍTULO VEINTISÉIS: OTRA MUJER No importa lo felices que ellos pudieran sentirse en ese momento, no importaba el orgullo que sentía esa familia de estar todos juntos como lo había estado desde hace un año con la diferencia que los títulos entre ellos habían cambiado, había algo que le estaba molestando en el interior a Gabriela y que por supuesto, no era algo que debía de decirle a su ahora esposo. Ella solo sabía una cosa, esas palabras que había escuchado de Daniel habían despejado su mente. “Ya te dije que después voy a devolver el dinero, Edmundo. Él solo piensa en dinero y nada más, estoy harto de que ni siquiera se preocupe por cómo puedo estar yo. No, Edmundo, él no se va a enterar de que yo tomé el dinero, no tienes nada de qué preocuparte, en menos de lo que piensas devolveré el dinero. Sé que te preocupas por mí, sé que esta no es tu intención, lo agradezco, Edmundo. No te preocupes más.” De repente, la alarma del celular de Gabriela sonó. Daniel y Velvet la miraron tra
CAPÍTULO VEINTISIETE: CLUB VILLA HERMOSA Por un momento Gabriela sintió que podía volver a ser la mujer segura que ella siempre fue. Esa seguridad, ese vestido, esos pasos que daban adelante, todo ese mundo que ella podía estar pisando en ese momento podía volverse a sentir de la manera en que se sintió suyo cuando ella fue una gran mujer. La mujer de la familia Bracamontes.Esa noche la Gabriela de la familia Bracamontes volvía a ser de ella, ella volvía a ser un miembro de ellos y esa era la manera en que debía de sentirse. Sentir como la seguridad la hacía su presa en el momento.— ¡Bienvenida, señorita! — Saludó alguien antes de permitirle la entrada a la mujer.Llena de confianza, ella sonrió. Al menos eso era lo que quería dejar ver a los demás.—Por favor, pase, señorita—, pidió el hombre.Gabriela asintió con gracia, y luego, el hombre empujó la puerta para dejarla entrar. Adentro debía de estarla esperando aquel hombre que había pagado por su compañía. Solo la compañía y nad
CAPÍTULO VEINTIOCHO: UNA MUJER FÁCILEl Club al que todo el mundo desearía entrar, el Club que todo hombre desearía poseer era un no más que un club que pertenecía a un mafioso como cualquier otro, como de esos hombres con los que la familia Montiel llegó a tener contacto las primeras veces. Sin duda los Montiel no eran el tipo de personas que todos quería pensar, mientras el mundo pensaba que había sido una tragedia que mataran a los padres de los Montiel como lo hicieron, entre los mafiosos sabían que eso no había sido más que un favor que le debían a la persona que menos Sebastián podía creer.Zurita era el nombre de la persona que estaba a cargo de la casa club Villa Hermosa, todo iba perfectamente bien, la cantidad de dinero que estaban recibiendo esa noche era exagerada. ¿Y cómo no si los Montiel habían pagado mucho dinero porque la celebración se llevara a cabo en ese lugar. El hombre de nombre Zurita no era más que de esos mafiosos que ya habían pasado de moda y que ahora solo