CAPÍTULO CUARENTA Y DOS: DESEO PROHIBIDO Un par de lágrimas que caían de los ojos de la misma persona que había llevado a ese lugar a su amiga. Muy tarde se daba cuenta que no había tranquilidad para ella a donde quiera que fuera, no parecía haber nada bueno para la pobre de Gabriela, la misma a la que habían echado de la casa sin que la dejaran hablar, sin que su padre adoptivo hubiera sabido lo que realmente había pasado, siempre creyéndole al mismo que ahora se hacía cargo de todo. Bastó que David lo dijera todo, dijera que la niña de la que él había cuidado por casi seis años no era su hija y encima, la madre no supiera de quien era hija para que el padre adoptivo de Gabriela diera autorización completa de sacarla de la casa. Sin dinero, sin cosas que pudiera llevarse, con una maleta que guardada los vestidos más viejos, sin alimento, sin nada, dejándolas en la calle a su suerte. Más pronto que tarde el mundo se iba a dar cuenta lo que equivocado que había estado su padre al dej
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO: SENTIMIENTOS ENCONTRADOS ¿Qué se podía decir de la pequeña que caminaba a lado de ellos? No había nada en su corazón que pudiera desear más que ese momento se prologara hasta la eternidad. Y es que por más que la pequeña se hubiera esforzado por sentir algo por la persona que para ella era su padre, nunca había sentido el tipo de confianza que sentía con Daniel. Un hombre que había mostrado ser hombre en toda la extensión de la palabra. ¿Qué importaba ahora si había tenido errores en el pasado? Al final todos éramos humanos, Gabriela se había equivocado, Daniel se había equivocado siendo Daniel y Sebastián lo había hecho también. Pero entre todas las cosas, lo que más importaba era eso que él estaba haciendo para cambiar la vida de Gabriela así como la vida de las mujeres que podían haber venido detrás de Gabriela. No era mentira que por dinero se hacían tantas cosas de las que al final, terminábamos arrepintiéndonos. Apenas Gabriela sintió que se dejaba
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO: EL PRINCIPIO DE LA TRAICIÓN Una, dos, tres horas y toda la noche podría haberse ido de la misma manera. La traición nunca había sido tan descarada como se mostraba en ese momento. Jessica y David, si tan solo Gabriela supiera que a esa mujer la seguía considerando amiga. Ella siempre estuvo detrás de todo. Ella siempre envidiando lo que tenía Gabriela o lo que no tenía.Con una copa de vino, Jessica se acercó a David. El mismo que acaba de terminar una llamada, o al menos eso era lo que parecía. — ¿Sucede algo, amor? —Preguntó Jessica de manera sensual.—No, no pasa nada.— ¿Es sobre Gabriela?—Acaso, ¿Gabriela es por todo lo que respiras o es que te sientes muy culpable al haberla traicionado de la peor manera? —Preguntó David.En ese momento Jessica rió fuertemente. A ella no le importaba lo que el mundo pensara, ella solo quería ver sufrir a Gabriela.—Y, ¿qué fue lo que te dijeron? —Preguntó Jessica.— ¿Y si nos vamos a divertir un rato y después te d
CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO: MISTERIO POR VIVIRA la mente de Jessica vino esa propuesta que había hecho con David. Para ese momento Gabriela ya debería de haber caído en los brazos de un hombre extraño que ahora pagaba por tener su cuerpo. ¿Quién hubiera dicho que la gran Gabriela Belmonte terminaría haciendo eso con tal de tener que darle a su hija? Sin duda, Gabriela no era más que una mujerzuela que vivía oculta bajo el nombre de una gran familia que al final la adoptó por pura lastima. No había nada más que celebrar en ese momento, Jessica era tan feliz al saber lo que Gabriela podría estar viviendo en los brazos de un hombre al que no conocía mientras ella estaba en los brazos de un hombre por el que moría.—Sin duda tuviste una gran idea cuando me dijiste que hiciera a que la llevaran a ese club. —Dijo David.—Lo sé, era gran amiga de Eleonor que seguro a ella todo le seguirá creyendo después de lo que ahora ha pasado.—Lo hiciste, lo hiciste bien —dijo David sin poder dejar de s
CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS: ALEGRÍA PROHIBIDA na risa se escuchó en esa habitación. Era increíble lo divertido que podía ser de ver el rostro del hombre al solo hecho de haber escuchado al hombre que lo había golpeado casi hasta la muerte. No tenía miedo, eso estaba claro pero pronto lo tendría, más temprano que tarde el hombre en el suelo sería él. Aquel inmigrante iba a pagar caro.— ¿Cómo quiere lidiar con esto, Sr. González? ¿Lo quiere hacer morir? ¿O es solo una lección para el hombre? —Preguntó un hombre vestido con un traje negro.El Sr. González tomó una respiración profunda, sonreía como los días en que celebraba una de sus victorias.—Déjame jugar un poco más —, dijo el hombre. Entonces, el teléfono simplemente se colgó. —Será divertido, será más divertido que nunca, ¡lo juro! Ahora lo sé todo.El licor que quedaba en su copa vertió en su boca. Bien lo había dicho ese hombre. Él ya lo sabía todo. Sabía la realidad de ese hombre hecho pasar por un inmigrante.—Ahora será él qu
CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE: NO MÁS INTELIGENTE ¿Quién era la persona que aparecía frente a Gabriela cada vez que ella necesitaba la protección de alguien más? ¿Quién era la persona que parecía compartir algún tipo de amor con una pequeña que no parecía tener padre? Es que, de un momento a otro el mismo mundo parecía ser diferente.Como una familia era como ellos compartían en ese momento, como la familia que los dos esperaban tener en el fondo de su corazón.—Todo estamos felices, justo en el lugar del que nunca debido de movernos —dijo Daniel.—Sí, mi ángel está aquí conmigo, tú también estás conmigo, este es mi hogar, esto es algo que se llama hogar. En todas partes hay un nuevo hogar, en todas partes hay un nuevo comienzo si seguimos así. Lo siento, Daniel, no debía de haber salido sin decir nada.En ese momento, Gabriela sintió que el hombre que tenía enfrente era un hombre especial, podía protegerla con firmeza, proteger a su hija, amarla, cuidarla, esto le bastaba a ella que ha
CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO: MATRIMONIO FELIZLa soledad de las calles era como cualquier otro día de la semana, la diversión ya había terminado, los reporteros comenzaron a alejarse después de no haber visto nada y la verdad nadie que no perteneciera allí iba a poder saber lo que había pasado allá dentro por más que se esforzaran. La policía ya rodeaba el edificio, las tenues luces se apagaban casi una a una. Nadie tenía derecho a saber qué había pasado allí. Las sombras de los edificios altos en la distancia nunca habían ayudado tanto como esa noche cuando necesitaban cegar los ojos de las personas para que los adinerados pudieran salir.La policía era parte de esos hombres que tenían sus reuniones en ese lugar, la policía sabía la clase de hombres que eran, sabían la clase de reuniones que tenían en ese club porque para eso era dinero, ¿no? Para callarle la boca.La ubicación del Club estaba en el centro de la ciudad. Era imposible para la policía que la gente no se diera cuenta de su
CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE: ELLOS NO EXISTEN Todo lo que Daniel quería era darle todo lo que ella necesitara en la vida. No hacía falta decir que no creía ninguna de sus palabras sobre encontrar trabajo. No era tan fácil como ella quería verlo en ese momento, al menos no para ella porque si recordaba bien, la primera vez que quiso trabajar y llamó a la empresa del anuncio de trabajo que vio en internet, no pudo presentarse por complicaciones con su hija. La segunda vez que fue sin dudarlo, trabajó un par de horas, saliendo temprano de casa para al final, llegar tarde todos los días, mientras dejaba que su rostro hablara por ella misma. La deshidratación era clara en su rostro pálido.— ¡Eso no es tan fácil como lo ves ahora! —Exclamó Daniel riéndose de lo genuina que ella era.Gabriela golpeó su pecho juguetonamente.— ¡Ay! ¡Eres tan salvaje!—Mi madre dijo que puedo hacer lo que yo quiera, lo que yo me proponga y si quiero eso, ¡lo conseguiré!— ¡No estoy diciendo lo contrario, queri