CAPÍTULO QUINCE: OCULTOacudiendo su cabeza ligeramente, Daniel se permitió regresar a su presente, el presente en el que Gabriela y la pequeña Velvet deberían de estarlo esperando. Su vida ya era demasiado complicada para seguirla complicando con recuerdos. En todo lo que podía pensar ahora era en por qué Gabriela y una pequeña niña tan enferma como su hija se tuvieron que atravesar en su camino.Quizá si ellas dos no hubieran aparecido en él, Daniel ya hubiera sido capaz de dar con los asesinos de su familia, lo único que él tenía ahora quedando a cargo de sus hermanos. Pero ahora que lo pensaba un poco mejor, ¿sería posible que si su madre no le hubiera hecho prometer una venganza antes de morir en los brazos de Daniel él hubiera podido continuar su vida a lado de sus dos hermanos y cargo de las empresas y el mucho o poco dinero que les quedaba?Fue la madre de Sebastián Montiel la primera en sembrar odio en el corazón de su hijo más grande, fue la madre de Sebastián Montiel antes
CAPÍTULO DIECISEIS: MATRIMONIODesde la esquina que parecía esconderse –a la vista de cualquiera que pasara cerca de ahí– Daniel vio a Gabriela sonriendo como nunca antes la había visto –o mejor dicho –desde hace un tiempo ya no lo hacía. Seguramente, ella ya había pagado por la cirugía. Ahora, estaba prestando atención a las indicaciones del médico que hablaba frente a ella con mucha familiaridad. Ese debía de ser el médico amigo de la pequeña niña que estaba abajo sonriendo como si ella fuera consciente de que el dinero le acababa de alargar la vida. Y es que ella era muy pequeña para entender que su vida estaba colgando de un hilo. Seguramente si fuera consciente de eso no dudaría en agradecerle a Daniel con la vida lo que él había hecho por ella cuando más quería la vida para vivirla junto a su madre.Y frente a los ojos de Daniel, Gabriel y el médico. Todo lo que ella tenía que hacer era seguir sus instrucciones al pie de la letra para que los últimos pasos fueran dados para come
CAPÍTULO DIECISIETE: MIEDOGabriela parpadeó dos veces tratando de entender las palabras del hombre. No quería decir más de lo que no debía cuando no estaba segura del significado que él le podía estar dando a esas palabras. ¿Quién podía casarse con quién? Ni siquiera ellos tenían amigos en común, bueno al menos, eso es lo que podía decir pues apenas eran unos días de haber comenzado un trato como lo estaban haciendo desde el momento en que él le dio el dinero para la operación de su hija.La realidad es que ahora que lo pensaba ella se había comportado como no una mujer elegante, no una mujer a la que le debían respeto. Después de todo, ella se había comportado como una cualquiera frente a Daniel, un hombre que de la manera más genuina le había dado el dinero a ella, sin esperar nada a cambio. ¡Ah! Después de todo ese no era el momento para pensar en eso. Daniel estaba cerca de ella, muy cerca, esperando porque ella contestara y la verdad es que no sabía qué contestar. — ¿Matrimon
CAPÍTULO DIECIOCHO: SORPRENDIDA Los ojos de Gabriela estaban inundados por las lágrimas, todos sus recuerdos, los que más dolían habían llegado a ella con esas palabras que Daniel había pronunciado. Sin duda él no sabía nada de lo que ella podía estar pasando o de lo que pudo haber estado pasando tiempo atrás. Lo que no sabía es que Daniel sabía mejor que nadie el dolor que podía ocasionar el extrañar aquella vida que ya no es más de nosotros, la misma que por distintas circunstancias de la vida tuvieron que quedar atrás, Daniel mejor que nadie sabía que la vida no era sencilla porque ahora que lo pensaba, él podía dar fe en que él había sufrido más que la misma Gabriela. Ver sufrir a la familia, ver cómo uno de los hermanos le daba la espalda, renunciar a su nombre solo porque la madre de él plantó en su corazón la semilla del odio y lo hizo prometer vengarse de todo eso, eso era más que cualquier sufrir en toda una vida. Sin duda la vida no era tan justa ya que si lo fuera, no pod
CAPÍTULO DIECINUEVE: UN BUEN PLANPor un momento, el corazón y todas las señales que estaba enviando el cerebro de Daniel a todo su cuerpo terminaron de ser en el momento en que sintió cómo la pequeña niña abrazaba sus piernas ya que seguían siendo tan pequeña como para poder alcanzarlo. Con una sonrisa genuina y después de haberse sentido un poco más confiado con la situación, finalmente Daniel acarició el cabello de Velvet con mucha ternura, como si anteriormente ya hubiera experimentado el amor de padre y de hija.—Hasta luego, princesita —, dijo Daniel despidiéndose de ella de manera tierna.Felizmente, Velvet asintió al mismo tiempo que miraba hacia arriba. — ¡Nos vemos más tarde, papá!Sin siquiera quererlo, Daniel miró a Gabriela quien ahora tenía una sonrisa en su rostro. Al parecer la sorpresa se había ido de su rostro. Ahora ella parecía ser toda felicidad.Cuando Velvet volvió a la mesa con su madre, sonrió de manera mágica. La pequeña niña no podía estar más contenta con t
CAPÍTULO VEINTE: UNA ESPOSAFinalmente Gabriela se decidió por preparar todo, con ayuda de su hija fueron capaces de guardar un poco de comida en algunos recipientes para que se los pudieran entregar con un poco de agua que Gabriela había preparado realmente, para su hija. Ahora su vida había cambiado y todo lo que podía pensar es que lo que hiciera para su hija debía de hacerlo para Daniel también. Él había aceptado ser el padre de su hija y eso era lo que iba a hacer, de la misma manera en que ella había aceptado casarse con él debía de aceptar su rol en esa casa.— ¿Estás lista, mi pequeña? —Preguntó Gabriela a su hija al ver que la niña ya tomaba un par de bolsas para llevarse.—Sí, mami, vamos a ver a papi.Y sin más, Gabriela tomó las bolsas restantes y se las llevó con ella.No bastó que caminaran más de diez minutos para que llegaran al lugar donde Daniel estaba trabajando. Y en ese momento, el mundo pareció detenerse ya que, todos, absolutamente todos los que trabajaban ahí
CAPÍTULO VEINTIUNO: BUENA MUJER Seis hombres vestidos con trajes negros, seis hombres que caminaban detrás de aquel del traje gris. La seguridad que proyectaban los hacían ver como los más temidos, protegiendo al único heredero que parecía quedar de aquella familia a la que había asesinado.Con una sonrisa en el rostro, la misma sonrisa coqueta que solo podía ser de aquel que solo sabía jugar y andar de lugar en lugar, Yahir Montiel logró ver a través de sus lentes oscuros el mundo que parecía deberle respeto con tan solo aparecer ahí, una vez más, después de que su hermano renunciara al nombre de los Montiel dejándolos solos. Queriendo huir por la carga de responsabilidad. ¡Qué tonto era Yahir al pensar eso!En ese momento, frente a él apareció Edmundo. La mano derecha de su hermano y el mismo que sabía, aún tenía contacto con él.Yahir se quitó los lentes de manera molesta.— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar buscando a ese imbécil que nos dejó con todos los problemas? —Pregun
CAPÍTULO VEINTIDOS: EL PEOR HOMBRECon mil documentos sobre el escritorio, sin poder concentrarse, David por un momento no pudo dejar de pensar en las palabras que le había dicho uno de sus hombres. La mujer con la que él había estado casado y a la que le había quitado todo, era la misma mujer que ahora vivía con un hombre solo por no sentirse lo suficientemente fuerte para pelear contra el mundo ella sola y su hija. Era increíble que nunca antes le había despertado nada esa mujer y ahora todo lo que podía sentir era curiosidad por querer saber de su vida. Ella sin duda estaba cayendo muy bajo y todo por la niña que había dado a luz y de la que no sabía quien era su padre. Eso debía de ser muy vergonzoso para ella.En ese momento una sonrisa se pintó en el rostro de David al pensar en todo lo que haría para el momento en que supiera quién era el hombre con el que vivía. Seguramente un mexicano que había ido a los Estados Unidos buscando la vida que no pudo tener en su país solo para a