Henry Pines caminaba de regreso al lujoso hotel donde estaba hospedado, hacia apenas unos días que por fin había logrado abandonar el hospital, y los huesos aún seguían doliendo, apoyado con unas muletas, caminaba paso a paso pensando en vengarse de Ares D´Angelis, estaba harto, mas que harto, Agatha se había vuelto una completa indiferente hacia él, no le preocupaba en lo más mínimo su estado de salud e incluso se había marchado a casa de sus padres con la excusa de querer convivir un tiempo con ellos, era mas que obvio lo que estaba pasando, lo había abandonado, pensando en Antonella, sabia que ella no lo habría dejado atrás, había permanecido a su lado, ayudándolo a levantarse, vestirse, curando las heridas de su cuerpo y haciéndole sentir apreciado, sin embargo, él la había abandonado, aburrido de la sumisa esposa que siempre le dio todo, se había m
La tensión iba en aumento, su respiración agitaba se escuchaba entrecortada, un sudor frio perlaba su frente, solo había una cosa que deseaba en esos momentos, y eso era que su pesadilla terminara, vigilando cada movimiento de los hombres que Ares había dejado para vigilarla, estaba en búsqueda de una oportunidad, un punto ciego, una distracción, cualquier cosa que le ayudase a escapar del departamento, había recibido la llamada de Hildegard, el cómo había obtenido su numero privado, era lo menos importante, había ofrecido devolverle a Dante a cambio de ir sola a su encuentro, y eso mismo era lo que tenia planeado, hacer. Encontrando al fin una ventana de oportunidad, Antonella había logrado escabullirse hasta el elevador, rogándole a dios no ser descubierta y devuelta al departamento, los guardias del primer piso, parecían estar mucho mas ocupados haciendo llamadas intentando coordinar
El viento golpeaba agresivamente su rostro colándose por la ventana de aquel taxi que iba a gran velocidad, Antonella, presionaba a al chofer para que apurara su carrera, tenia en tiempo contado, los hombres de Ares no tardarían en descubrir que se había fugado, y entonces, sabia que su amado esposo era perfectamente capaz de quemar toda la ciudad en busca de ella, vería a Hildegard en el la playa Mondello, dentro de los limites de Palermo, sabia bien que las intenciones de la rubia hacia ella serian hostiles, pero poco importaba aquello, tan solo quería recuperar a su hijo y nada más, ya lo sabía, tarde o temprano terminaría ocurriendo algo de aquello, tarde o temprano, alguien del pasado o enemigo de Ares, los involucraría a ella y Dante en alguna disputa a la que eran ajenos, su esposo no era un hombre común, era nada mas y nada menos que Ares D´Angelis, el líder de Figlio Di Satana, recordaba cuan
- No se aplica presión porque la hemorragia es interna en todo caso se aplica vendaje y se lleva de emergencia para operar - - Se necesita saber dónde está la bala y para eso es la radiografía -- Luego una toracotomía para evaluar el sangrado y si es mucho, transfusión urgente - Un zumbido dentro de su cabeza lo aturdía logrando que se sintiera mareado, un sudor meramente frio perlaba su frente, una taquicardia lo atacaba una y otra vez cada vez que veía Sali a un médico de la sala de cuidados intensivos donde su esposa se hallaba desde hace varias horas en una operación urgente, como médico que era, Ares entendía bien cada termino que le habían dicho o había escuchado, había sido un estudiante prometedor en la universidad de medicina, y, aunque concluyo sus estudios y se recibió como un médico, nunca
El tiempo transcurrió repentinamente mas lento, como si todo a su alrededor se moviese en cámara lenta, el celular caía sobre el suelo estrellando su pantalla, esperaba solo recibir buenas noticias de parte de los hombres que había puesto de parte en la búsqueda del pequeño Dante, y, aunque le pequeño hijo de Antonella había aparecido a salvo, había recibido la peor de las noticias…Antonella estaba muriendo. Dejándose caer sobre el sofá de su estudio, Apolo se aflojaba la elegante corbata, comenzaba a faltarle el aire, sentía su corazón latir demasiado acelerado y el calor había subido de golpe hasta su cabeza, aun a pesar de tener el clima demasiado frio dentro de aquel espacio, ¿Cómo? ¿Por qué? Esas eran las dos cuestiones que lo golpeaban una y otra vez dentro de su mente, las muchas sonrisas de Antonella Ferrara que guardaba como un tesoro dentro de sus memorias, volvían repentinamente a invadir sus recuerdos, de nuevo, pudo verla entrar en aquel salón de clases como aqu
El sol de la mañana salía, la noche había transcurrido aunque no en calma, la expectativa había hecho que su corazón latiera desbocado, logrando agotarlo al extremo, sin embargo, una sonrisa se dibujaba en su rostro, lo había logrado, Antonella había superado la noche, aun se veía muy mal, pero aquellas palabras dichosas por Jaqueline le habían regresado el alma a su cuerpo, estaba estable, su amada esposa y también el hijo de ambos que crecía dentro de su vientre, habían sobrevivido milagrosamente y contra todo pronóstico, mirándola de cerca, se sintió dichoso al notar que, de a poco, el rubor sonrosado que llevaba siempre, regresaba a sus mejillas, aun estaba inconsciente, pero viva, y guardaba la esperanza en que su recuperación sería un hecho. Avisando a todos, Ares no cabía en alegría y emoción, la peor de las pruebas había sido superada, y tan solo, deseaba con el alma ver a su amada recuperarse por completo para llevarla de regreso a hogar de ambos, y entonces, quizás
Laamnesia disociativa,es laamnesia(pérdida de memoria), originada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante. Las personas tienen lagunas en su memoria, que pueden abarcar desde minutos hasta décadas de su vida. Agua marina, como el color del mar de las hermosas playas de Palermo, profundos, inocentes, asustados, así eran los ojos de Antonella Ferrara, así habían sido desde el primer momento en que la vio entrando en aquel salón de clases de la universidad de artes, la había amado como un demente durante demasiado tiempo, si, aquello era una insana obsesión, lo sabia bien, sin embargo, no podía evitarlo, aquella mujer que lo miraba con extrañeza, era todo cuanto realmente deseaba, había hecho tantas cosas, algunas de ellas demasiado crueles, pagarle a Agatha Ferrara para que sedujera a Henry Pines fu
Ira, dolor, desconcierto, una marea de emociones que lo golpearon sin piedad justo en el momento en que, con su hijo en brazos, entro en aquella habitación que ahora estaba vacía, mil interrogantes se repetían una y otra vez dentro de su mente, ¿Qué había pasado? – Papi, ¿En dónde se encuentra mami? – cuestiono Dante con voz inocente aun sosteniendo aquel ramo de azahares entre sus manos. – Quizás, la cambiaron de habitación, ven, vamos a buscar a la doctora que esta cuidando de mami – respondió Ares con enojo y teniendo el peor de los presentimientos después de haber visto aquel ramo de rosas sobre la cama, rosas que reconoció de inmediato como idénticas a las del jardín de su madre en la mansión D´Angelis. Caminando apresurado e intentando controlar la ira que crecía como una bestia incontrolable dentro de él, casi derribo la puerta de la oficina de Jaqueline, quien se hallaba al teléfono. – ¿En dónde está? – cuestiono con enojo el apuesto tatuado.<
El canto de las aves sonaba tranquilo, el paisaje era algo verdaderamente hermoso, regalaba a la vista un espectáculo de mil formas y colores que tenían de fondo a la belleza de las montañas, no sabía en donde se encontraba, aun sentía un dolor punzante que le atravesaba el pecho, había recibido un disparo, o eso era lo que le había dicho el hombre que aseguraba ser su esposo, también, aseguraba que estaba embarazada, comenzaba a dolerle nuevamente la cabeza, haciendo de nuevo un esfuerzo más para recordar todo lo que había olvidado, el joven médico que la atendía, le había dicho que estaba sufriendo pérdida de memoria que se derivaba del estrés post traumático que le dejo como consecuencia aquel evento que la tenía convaleciente, un enfrentamiento entre mafias, no tenía ningún recuerdo de su vida, no tenía idea con certeza de su identidad, tan