En la hierba fértil

Los dos bebés estaban allí, en la canasta. No lloraban, estaban allí, con la vista fija en el techo, solo moviéndose y jugando, dando suaves patadas. No parecían ver el lugar horrible en el que estaban. La cabaña era vieja, maltratada, parecía estar en medio de las sombras. Era una imagen colmada de tizne, como si allí no existiera la luz.

—Debe irse, debe ocuparse de sus asuntos. —la voz de una mujer se difuminaba.

—No podemos hacer eso. Querida, es un tiempo inexacto. Pronto las cosas envejecerán. —la voz de un hombre se esparcía en lo lejano.

Zem me apretó la mano. Pude notar su nervio, al igual que el mío. El temor de estar presenciando algo terrible. La oscuridad era profunda, intensa, la sensación de que algo nos iba a ocurrir en este recuerdo. Era algo más profundo incluso, de lo que yo vi en la casa de las antigüedades.

—Cuando el tiempo cambie, los nuestros no serán como ahora. Tendrán debilidades, otras bestias rondarán el mundo. Sabes que esos pequeños estarán en mi poder e
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo